Tal como hizo durante el proceso de vista preliminar, José Orlando Báez Rosa testificó hoy que momentos antes de que su hermano, el narcotraficante conocido como Tonka, fuera asesinado, este estaba “compartiendo” con el cantante urbano Ozuna en el paseo lineal del sector Cantera en Santurce.

En el inicio de la vista preliminar en alzada contra Edison Merced Olivera, alias Chino Oriental, uno de los dos acusados por la muerte de Carlos Giovanni Báez Rosa, acontecida en la madrugada el 2 de agosto de 2017, el testigo reiteró igualmente que su hermano fue asesinado por viejos amigos de quien fuera uno de los líderes de las llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cantera (Las FARC).

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En la mañana de hoy, a preguntas de la fiscal Rosalyn García Pastrana, Báez Rosa testificó que, en la noche del 1 de agosto, poco después de las 10:00 llegó en su motora a la zona de Cantera, donde avistó a su hermano junto a un puñado de personas, entre las que se encontraba Ozuna, cerca de una carpa ubicada al lado de una de las vías que conectan el sector. De acuerdo con el testimonio, Tonka acostumbraba a acompañar a Ozuna a sus conciertos en el exterior, donde fungía como uno de sus “guardaespaldas”.

Báez Rosa contó que se detuvo unos minutos para saludar a su hermano y tomarse una foto con el artista, con quien aseguró que compartió “un fili” de marihuana. Luego, emprendió camino en su motora hacia un Burger King en la avenida Barbosa, donde comió junto a un amigo por espacio de una hora aproximadamente. Fue a su regreso a Cantera, poco después de dejar al amigo en la calle Milagrosa y de ver que Tonka y Ozuna seguían en el área de la carpa, que Báez Rosa escuchó “cinco o seis” detonaciones de “arma corta” provenientes de la zona en que se encontraban el cantante y el narcotraficante.

Mientras se acercaba en su motora a la escena, Báez Rosa dijo que escuchó otra ráfaga de disparos, pero esta vez de “un arma más fuerte”. Relató que en el momento pensó que quizás estaban “probando armas”.

Poco después, sin embargo, pudo distinguir al segundo coacusado, Waldemar Febres Sánchez, disparando en dirección al área en la que finalmente Tonka fue hallado muerto, cerca de su guagua Toyota Sequoia y de una Range Rover blanca en la que la policía encontraría posteriormente documentos personales de Ozuna. Tras ver al sujeto disparando, Báez Rosa indicó que optó por dirigirse a la calle San José del sector, por temor a ser alcanzado por las “chispas” que despedía el rifle que presuntamente disparaba Febres Sánchez.

En la vista en alzada, Báez Rosa sostuvo que en la tarde-noche del 2 de agosto se encontraba junto “al bichote número uno de Cantera”, ‘Kike’, cuando este alegadamente recibió una llamada de Chino Oriental y otros miembros vinculados a Las FARC, entre ellos Vladimir Natera Abreu (‘Vladi’) y otros dos identificados como ‘Bebo’ y ‘Chico’.

Durante la conversación de unos 20 minutos de duración, en la que Báez Rosa indicó se quedó callado para “no meter la pata”, Chino Oriental presuntamente justificó la muerte de Tonka al argumentar que no se había estado “dejando llevar” y que estaba compartiendo con miembros de gangas rivales.

Aunque el licenciado Jorge Gordon, representante legal de Merced Olivera, objetó la línea de cuestionamiento de la fiscalía al plantear que ante la posterior muerte de ‘Kike’ resulta imposible validar el relato de Báez Rosa, el juez del Centro Judicial de San Juan, Aldo González Quesada, permitió al testigo proceder con su testimonio.

Más adelante, como parte del contrainterrogatorio, el abogado cuestionaría cómo Báez Rosa pudo identificar a Chino Oriental como la persona que aseguró haber ordenado la muerte de Tonka y el hecho de que, para esa fecha, ‘Vladi’ se encontraba en la República Dominicana y ‘Bebo’ ingresado en la cárcel federal.

Gordon igualmente objetó que el ministerio público, representado por García Pastrana y Francisco González, trajera a colación una presunta reunión realizada frente a casa de Tonka unas tres semanas antes del asesinato, en la que, según el testigo Báez Rosa, Chino Oriental le había expresado su preocupación acerca del comportamiento reciente de su hermano.

No obstante, Báez Rosa señaló que, en el momento, no tomó las advertencias de Merced Olivera como una amenaza de muerte contra Tonka.

Durante el contrainterrogatorio, en horas de la tarde, Gordon llevó al testigo a reconocer que, en la noche del asesinato, nunca avistó a Chino Oriental cerca de la escena del crimen, y que ni en sus declaraciones a los agentes que se personaron a la escena ni en su declaración jurada, Báez Rosa mencionara que conocía la identidad del asesino de su hermano.

Asimismo, destacó inconsistencias entre la declaración jurada que prestó Báez Rosa unos días después de la muerte de Tonka y el testimonio que ofreció hoy en sala, tales como la ruta que tomó para escapar al ver a Febres Sánchez disparando.

El ministerio público optó por llevar el caso en alzada luego de que el pasado 4 de marzo la jueza Ada López Santiago no encontrara causa para juicio contra Merced Olivera.

Merced Olivera, quien enfrenta cargos por asesinato y dos violaciones a la ley de armas, también tiene un caso pendiente en el foro federal por delitos relacionados a actividades de narcotráfico.

Ayer, en tanto, la jueza López Santiago tampoco encontró causa para juicio en el caso por separado que se ventila contra Febres Sánchez, aunque la fiscalía de inmediato anunció que igualmente irá en alzada, vista que se pautó para comenzar el 6 de mayo.

Febres Sánchez también enfrenta cargos por narcotráfico a nivel federal.

La vista preliminar en alzada contra Merced Oliveras continúa mañana miércoles.