La Policía no ha podido dar con el paradero del bartender del negocio La Divisoria, ubicado entre Orocovis y Villalba y que figura como persona de interés para la Policía en relación con un asesinato ocurrido anoche en dicho comercio.

El comandante Antonio López, director de la Superintendencia de Investigaciones Criminales de la Policía, indicó esta tarde que el personal de Homicidios de Aibonito no ha podido dar con el paradero del hombre, a pesar de múltiples esfuerzos que se han realizado a través de familiares y en diferentes lugares.

Según datos ofrecidos por la Policía, el incidente ocurrió en el local ubicado en la carretera PR-143, intersección con la PR-149.

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Se trata de la tercera tragedia que ocurre en ese establecimiento. Su antiguo dueño, Edwin Domínguez Morales, fue muerto de un balazo en el pecho en medio de un asalto. A su vez, Domínguez Morales le había comprado el local a otro hombre, cuyo hijo fue asesinado en el mismo local en circunstancias que no fueron informadas.

Mientras, los hechos del caso de anoche se registraron a eso de las 7:25 p.m. cuando Jonathan Vargas Figueroa, de 25 años, llegó al lugar con dos hermanos luego de que todos fueran expulsados de otro negocio de Villalba, comentó el sargento Aníbal Vázquez, quien estuvo en la escena por el Cuerpo de Investigación Criminal de Aibonito.

Según dijo el oficial, tan pronto el grupo llegó al negocio comenzaron a “hablarle sucio” al bartender, con quien aparentemente tenían viejas rencillas. En medio de la discusión, alguien sacó un revólver y le hizo varios disparos a Vargas Figueroa. 

Tras la agresión Vargas Figueroa fue llevado en un auto Honda Civic al Centro de Salud de Villalba, donde se certificó la muerte. La víctima presentaba impactos de bala en diferentes partes del cuerpo. 

Luego se informó que otro individuo, identificado como Gerardo Padilla, llegó con una herida de bala en el antebrazo izquierdo al Hospital San Lucas, en Ponce. Según la Policía, el hombre también fue herido en La Divisoria.

Las autoridades esperaban confirmar la identidad del agresor con entrevistas a testigos. Además, el negocio cuenta con cámaras de seguridad.