Durante la continuación de la vista preliminar contra Elvia Cabrera Rivera, de 40 años, por el asesinato de la adolescente Gabriela Nicole Pratts Rosario, surgió algo imprevisto cuando la defensa le solicitó al Ministerio Público observar un vídeo de seguridad -que luego fue evaluado por las partes, con la anuencia de la jueza Marielem Padilla Cotto- por entender que contenía prueba exculpatoria.

No obstante, en las imágenes de cámaras de seguridad de un comercio, que son previas al asesinato, el Ministerio Público alegó que se observan personas caminando y que, al presente, no tienen vídeos que captaran la pelea y el crimen ocurrido en la madrugada del 11 de agosto en Aibonito.

Relacionadas

“La próxima petición que se le está haciendo al tribunal es que cuando continúe el turno de preguntas del abogado de la defensa, en algún momento, él determinará si, en efecto, usa una parte del vídeo que fue la parte que observó junto al Ministerio Público. El Tribunal ha accedido a la petición”, notificó la jueza Padilla Cotto.

La fiscal Silda Rubio Barreto aclaró para el récord que la solicitud del abogado no constituye prueba exculpatoria, sino que podría ser usada para “impugnar a un testigo. Vamos a respetar la decisión que ha tomado el tribunal y, en el ejercicio de su discreción, se lo hemos mostrado al abogado”.

Ramos Puca no abundó, pero a su salida del tribunal dijo que consideraba que podría ser prueba exculpatoria.

Gabriela Nicole se vio involucrada en una pelea, tras salir en defensa de su hermana, en el desvío Roberto Colón, en Aibonito.

Elvia y su hija Anthonieska “Antho” Avilés Cabrera, de ahora 18 años, enfrentan procesos por separado cargos por asesinato en primer grado y violación al Artículo 6.06 de la Ley de Armas, por portación y uso de armas blancas en concierto y común acuerdo.

Este martes comenzó el contrainterrogatorio a Betzaida Caratini Ortiz, de 48 años, quien testificó el viernes pasado que vio cuando la imputada sacó de la cartera un objeto el cual empuñó y lo entregó a Anthonieska, entonces menor de edad, con el que presuntamente agredió a la víctima.

Durante el contrainterrogatorio de la testigo, Caratini Ortiz, quien dijo tiene una amistad de 28 años con la imputada, el licenciado Ramos Puca le cuestionó sobre la ingesta de bebidas alcohólicas el día de los hechos.

La testigo admitió que, en la noche del pasado 10 de agosto, tomó cuatro cervezas en un período no precisado. No ingirió tragos.

También la defensa la confrontó con sus respuestas a las preguntas del Ministerio Público el pasado viernes, ya que narró que estuvo con una mujer identificada solamente como Lechandra, en El Maestro Liquor Store, La Placita Martínez y, finalmente, en el desvío Roberto Colón en Aibonito, lo que contrasta con su declaración jurada tomada el 14 de agosto, en la que omitió la información.

Se aclaró que, además, llegó acompañada al desvío con unas personas indentificadas como Gisely, Carily y Miriadny (segunda testigo, menor de edad y hermana paterna de Athonieska).

En numerosas instancias Caratini Ortiz respondía “todo eso tiene una explicación” y se le instruía a esperar a que la fiscalía le permitiera argumentar durante su turno de recontrainterrogatorio, si así lo dispone.

La testigo narró el viernes que, mientras estaba en el desvío luego de concluir las actividades del cierre del verano y visitar un negocio, llegaron “agitadas” Elvia y sus hijas Anthiany y Anthonieska, junto a otra menor apodada “Gaba” (Gabriela Figueroa) y le preguntó si las hermanas paternas de sus hijas -Miriadny y Fabiola- estaban discutiendo y esta le respondió en la afirmativa.

Elvia y Anthiani estuvieron trabajando como “bartenders” en el negocio La Placita Martínez y, presuntamente, no habrían llegado con las menores.

A una distancia de seis pies, observó que se le acercaron a Gabriela Nicole y a su hermana, Lizmarie.

“Anthiany va directamente donde Lizmarie a manotearle y decirle cosas. Anthiany le tira a Lizmarie, Anthonieska también le da y Gabriela Nicole se mete a defender a su hermana, a separarlas”, relató la testigo.

La pelea continuó y se unieron más persona a la reyerta.

La testigo aseguró que se alejó cuando Elvia llegó con una cartera y se la dejó a su acompañante, Lechandra.

“Mete la mano dentro de la cartera rebuscando, cuando encuentra algo empuña la mano y saca. Se dirige donde estaba Anthonieska y se lo entrega”.

Caritini Ortiz observó que pegó con una mano a Gabriela Nicole, apodada “Lela”, contra un vehículo y le empezó a dar como si fueran puños por el lado izquierdo del cuerpo, en dirección de abajo hacia arriba, con un objeto que describió con una longitud de unas 5 a 6 pulgadas y color negro y plateado.

“Cuando yo me volteo de nuevo, ya (la víctima) estaba en el piso, acostadita”.

El crimen de una joven que ha consternado a Puerto Rico.

A su vez, Elvia y sus dos hijas corrían para salir del desvío, explicó con voz entrecortada durante el interrogatorio del fiscal Orlando Velázquez Reyes.

“Gritan que la nena no respondía... me acerco miro la nena en el piso... yo empiezo a gritar ¡la nena, la nena!”.

La madre de Gabriela Nicole, Lisandra Rosario, la recogió y la montaron en un vehículo en la que la llevan al hospital donde fue declarada muerta.

Al ver la escena, la testigo se quedó “congelada” y cuando empezó a caminar se le acercó un “nene” agredido, quien la tocó y le pidió que mirara una herida descrita como un (roto) en la espalda que sangraba mucho. Lo ayudó a montarse en una guagua para que fuera al hospital.

El testimonio de Miriadny, identificada como M.A.R., por su parte, también señaló a su hermana paterna como responsable del crimen.

Indicó que, al tratar de intervenir en la pelea, recibió golpes en el lado derecho del rostro y luego vio inmóvil a Gabriela Nicole sobre el pavimento bocarriba y a “Antho” arrodillada frente a ella por el lado de su hombro.

“Yo empecé a dar patadas donde estaban ellas dos. ‘Lela’ no hacía nada... cuando empecé a patear no observé nada, después observé que un objeto se cayó (la única que estaba allí era Antho) ...como un bolígrafo afilado”, dijo la menor.

Describió que Anthonieska puso la mano sobre el objeto y empezó a arrastrarse hacia atrás y le pidió a su pareja desesperadamente que la ayudara a levantarse, “por miedo, porque había visto el objeto caerse”.

Elvia Cabrera Rivera, enfrenta cargos por asesinato en primer grado y violación a la Ley de Armas, por el crimen de Gabriela Nicole Pratts Rosario de 16 años, en Aibonito,
Elvia Cabrera Rivera, enfrenta cargos por asesinato en primer grado y violación a la Ley de Armas, por el crimen de Gabriela Nicole Pratts Rosario de 16 años, en Aibonito, (Suministrada por la Policía)

Al virar la cabeza vio a su hermana cuando tomó el objeto de unas 5 pulgadas y lo alzó a la altura del hombro de la víctima, hiriéndola a la altura de la cintura, detalló la testigo durante el interrogatorio de la fiscal Silda Rubio Barreto.

“Ahí ‘Antho’ cogió el objeto hacia el hombro, el punzante, como un bolígrafo… Apuñala a ‘Lela’ ...hacia la cintura de ‘Lela’. Se lo espetó a Lela”, relató.

En ningún momento declaró que tuviera conocimiento sobre cómo se originaron los hechos.

“(Antho) se para y estaba llena de sangre por el lado derecho, fue donde su madre y le preguntó desesperada: ¿y ahora qué hago?”, contó.

Se espera que un menor declare una vez concluya la participación de Caratini Ortiz y podrían sentar en el banquillo de los testigos al Dr. Javier Serrano, patólogo del Instituto de Ciencias Forenses.

Jueza Marielem Padilla Cotto, del Tribunal Aibonito.
Jueza Marielem Padilla Cotto, del Tribunal Aibonito. (alexis.cedeno)

El agente Jorge H. Torres, adscrito a la División de Servicios Técnicos del CIC de Aibonito, fue el primero el declarar sobre unas fotos aéreas que tomó del área del desvío y zonas generales a petición de la fiscalía.

Se le cuestionó sobre la hora en las que tomó las imágenes de día, ya que no se asemejaban al momento de los sucesos y no cubría todos los lugares a los que se aludió en los interrogatorios.

Los casos de madre e hija fueron separados debido a que se encontraban en etapas diferentes ya que la defensa de la joven no la había entrevistado, esperaba por la copia de su récord médico tras ser declarada procesable tras una evaluación psicológica e iba a evaluar si radicará una moción sobre prueba favorable, beneficiosa o exculpatoria.

El 23 y el 30 de octubre también fueron separados para ver la vista preliminar.