El secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Nery Adames, negó que procurara beneficiar a Puerto Rico Coffee Roasters, una empresa que controla el 80 por ciento del mercado del café en la Isla, mediante la aprobación, a mediados de julio, de una orden que establece el precio del producto importado a uno menor que el local.

El funcionario sostuvo que nunca intentó utilizar su posición para beneficiar las ventas de la compañía, como alegó el presidente de Pan American Grain, José González Freyre, en una entrevista radial.

“Las expresiones de González Freyre son falsas. No muestran respeto alguno por la verdad y menos por la gente decente de este país, entre las cuales me incluyo. Vengo advirtiendo desde hace un tiempo que esta persona está velando por sus intereses comerciales y, como dijera ayer (martes) el presidente de la Asociación de Agricultores, (González Freyre) utiliza el tema importante del café para adelantar su agenda comercial, esto a pesar de la dignidad de las personas”, sentenció Adames.

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Las declaraciones del titular del DACO surgieron luego de concluir una conferencia de prensa sobre los concesionarios de vehículos de motor y la publicación del registro oficial de estos negocios, como parte de una iniciativa para desalentar los “dealers fantasmas”.

La orden en cuestión establece un precio para el quintal de café local de $379 y de $322 para el importado. El cultivo de café en Puerto Rico no satisface  toda la demanda y, por consiguiente,  torrefactores se ven en la necesidad de comprar grano extranjero.

La empresa de Gonzalez Freyre mercadea en la Isla el café Mami, así como granos enlatados y arroz con la marca Rico. 

Adames indicó que emitió la orden luego de un análisis en el que se evaluaron varios informes, incluyendo un estudio del Departamento de Agricultura. Dijo que también se consideró el sentir de representantes de la industria cafetalera. Subrayó que no se alteró el precio del café local, lo que hubiese tenido un impacto negativo en el bolsillo del consumidor.

“Sin intervención ajena alguna, tomé la determinación. Lamentablemente en mi país se pueden hacer imputaciones sin prueba alguna”, lamentó Adames.

El Departamento de Agricultura emitió una orden ayer, martes, que determina que sólo se puede comprar café importado, si se extinguen los abastos locales. 

La venta del café en Puerto Rico también está regulada por la Administración de Desarrollo de Empresas Agropecuarias (ADEA). 

“No hay misterio. Aquí hay un sector agricultor que quiere que se les suba más el precio, pero tengo que velar por el bolsillo de los consumidores”, insistió Adames.

González Freyre no pudo ser entrevistado hoy, por este medio, para conocer su reacción ante los señalamientos del titular del DACO.

Mientras, Puerto Rico Coffee Roasters emitió un comunicado de prensa en que sostiene su respaldo para la cosecha puertorriqueña.

“Nuestra empresa se mantiene firme en su apoyo al café de Puerto Rico y que éste tenga prioridad en su compra, mercadeo y venta sobre cualquier otro”, indicó la empresa que también publicó anuncios sobre el asunto.