El aumento salarial para los maestros públicos prometido por el gobierno mantiene preocupadas a las escuelas privadas, pues podría significar un servicio más costoso o incluso otra ronda de cierres, afirmó este jueves la Asociación de Educación Privada.

La presidenta del ente, Estrella Baerga Santini, levantó voz de alerta respecto a este panorama, pues se da luego de que los colegios equipararan sus presupuestos en base al nuevo salario mínimo estatal de $8.50.

“Ante la promesa (del gobierno) todos estamos analizando los presupuestos que ya estaban afectados. Al entrar en vigor el mínimo en enero, teníamos un presupuesto para nuestro año en curso, así que, al subir ese salario mínimo, tuvimos que hacer una reestructuración en las escalas de salario para nuestros empleados”, explicó.

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“Nos crea preocupación que algunos maestros opten por irse a la escuela pública a solicitar trabajo, pero por otro lado las escuelas privadas ofrecemos unos ambientes de trabajo donde tenemos los recursos para que estén cómodos, todo lo que necesitan se les provee”, manifestó.

Baerga Santini mencionó que ya hay colegios que avisaron alzas en sus anualidades o matrículas. “Las escuelas privadas son empresas que dependen solamente de lo que pagan los papás y las mamás”, recordó.

Estamos solidarios con los maestros y las maestras de las escuelas públicas y ojalá reciban lo que fue prometido, pero de igual forma estamos comprometidos con nuestros maestros y maestras que han dado la milla extra.

-Estrella Baerga Santini, presidenta de la Asociación de Educación Privada

Sobre cuánto podría incrementar una matrícula en un colegio privado, Baerga Santini precisó que obedecerá a los menesteres de cada uno. “Hay escuelas que tienen 50 estudiantes, hay otras que tienen 800 estudiantes, dependiendo de la realidad fiscal de cada institución se tomarán las decisiones y tomando en cuenta también a la comunidad escolar”, indicó.

“Es algo que tenemos que balancear porque tampoco queremos que se nos vayan los estudiantes. Estamos analizando bien detenidamente todos los pasos que se van a dar porque lo que nos interesa es seguir proveyendo ambientes saludables y ambientes que puedan ayudar a nuestra niñez”, aseguró.

El peor escenario es que cierren algunos colegios ante todo esto, como ocurrió al principio de la pandemia. “Es una posibilidad que nunca podemos descartar”, lamentó.

Las escuelas privadas, además, ya vienen golpeadas por el huracán María y la inflación, que en enero alcanzó su punto más alto en 40 años, según datos del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos divulgados hoy.

“Sector olvidado”

Baerga Santini también urgió eficiencia en cuanto al desembolso de fondos federales que el Departamento de Educación puede destinar a los colegios que cualifiquen.

“Hay algunas escuelas que son sin fines de lucro que reciben fondos federales que están estipulados así para escuelas privadas, pero desgraciadamente la oficina de fondos federales está como inoperante o no hacen los desembolsos de materiales y y equipos de la manera eficiente que deberían de haberlo hecho”, señaló.

Tras la masiva manifestación de los empleados públicos el 9 de febrero, los educadores volvieron a las calles de San Juan en reclamo a un salario justo y retiro digno.

Por otro lado, se solidarizó con el reclamo de un salario justo y retiro digno del magisterio público, quienes hasta hoy llevan dos días de protesta consecutivos.

“Estamos solidarios con los maestros y las maestras de las escuelas públicas y ojalá reciban lo que fue prometido, pero de igual forma estamos comprometidos con nuestros maestros y maestras que han dado la milla extra”, acotó.

“Necesitamos que cualquier ayuda o colaboración que el gobierno pueda tener, se lo agradeceríamos porque es un sector olvidado, y lo vimos cuando dieron los incentivos del ‘Premium Pay’ a los maestros de escuelas públicas, los maestros de escuelas privadas no recibieron absolutamente nada”, recalcó.

La Asociación de Educación Privada agrupa a más de 400 instituciones de un universo de 700.