San Juan.- Cientos de monos que habitan en estado salvaje en diversas áreas de Puerto Rico amenazan con transmitir enfermedades como la rabia, el herpes simial o el herpes B a los residentes de la isla, según advierten expertos zoólogos.

El secretario auxiliar del Departamento de Salud Ambiental de Puerto Rico, Carlos Carazo, explicó hoy a Efe que los monos rhesus y los patas son los primates que más abundan en la isla y consigo cargan la mayor posibilidad de transmisión de enfermedades zoonóticas, o sea, que se pueden transmitir de animales a seres humanos.

"La posibilidad puede presentarse, de la manera más probable, en el caso de que uno de estos monos se sienta acorralado, capturado y muerda para defenderse", indicó Carazo.

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El experto aclaró que hasta el momento las autoridades puertorriqueñas no tienen evidencia de caso alguno de transmisión de rabia o de algún virus de monos a humanos en la isla, aunque insistió en que es una posibilidad real.

Carazo explicó que tanto el mono patas, cuyo nombre científico es Erythrocebus patas, y el mono rhesus, Macaca mulatta, pueden transmitir el virus de la rabia, y en el caso del último de ellos también el virus simial, que se puede contagiar por el contacto con la saliva del animal en caso de que éste muerda a un humano.

Algunos de estos monos también pueden ser portadores del dengue, un virus un extendido en la isla a causa de los mosquitos.

El experto detalló que los síntomas de la rabia pueden ser similares a la influenza y si una persona infectada no se atiende rápidamente, la enfermedad puede terminar causando la muerte.

Enel caso de que se contraiga el virus simial, la posibilidad de que el afectado fallezca es de un 50 %, advirtió.

De acuerdo con datos ofrecidos por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) de Puerto Rico, unos 550 monos rhesus y otros 200 monos patas merodean en estado salvaje en diferentes partes de la isla caribeña, principalmente en la zona suroeste y en Sabana Seca, en Toa Baja, al noreste de San Juan.

El biólogo y director interino del Laboratorio de Investigaciones Pesqueras del DRNA, Ricardo López Ortiz, señaló a Efe que el mayor peligro que reside que la abundancia y distribución alrededor del territorio caribeño de estos animales.

Por ello, y según aclaró, las agencias especializadas en el control de animales en la isla se han dedicado a educar a la ciudadanía ante la posibilidad de contagiarse con enfermedades o sufrir acciones o lesiones si en alguna ocasión se enfrentan a estos monos.

Indicó que la propagación de los primates en las zonas boscosas de Puerto Rico no sólo pone en riesgo la salud de los ciudadanos, sino que también afecta negativamente a la agricultura, la vida silvestre, las residencias, la calidad de vida de la ciudadanía e incluso el turismo.

El experto agregó, que al igual que la variedad de especies de monos que se pasean por los bosques en Puerto Rico, las mangostas, pertenecientes a la familia de mamíferos placentarios y que también habitan en la isla, son igualmente "vectores comunes de la rabia".

"Por tal razón, el protocolo es tratar a todos los primates silvestres como potenciales portadores de patógenos zoonóticos", aclaró.

Carazo agregó que los monos salvajes se mueven en manadas a través de las zonas selváticas de la isla, establecen perímetros y tienen designados a algunos miembros de la comunidad que dan alerta de peligro y "están pendientes en todo momento" de cualquier peculiaridad que ocurra a su alrededor.

"Al escuchar la voz de alerta, la manada huye de la presencia humana con tal velocidad y agilidad que es poco probable el encuentro casual", detalló Carazo.

Junto a ellos, también existe una colonia de unos 1,200 monos rhesus que viven en un cayo de Puerto Rico desde que fueron traídos de la India en 1938 con el objetivo de investigar con ellos y obtener información aplicable al ser humano. 

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