En medio de la creciente crisis fiscal, en Puerto Rico se teme una intensificación del éxodo boricua a partir de junio, por lo que líderes comunitarios en la Florida advirtieron a quienes han resuelto mudarse fuera de la Isla que, antes de hacerlo, tomen medidas para evitar dar un salto al vacío.

“Se me parte el alma ver a los nuestros sufrir como están sufriendo algunos”, dijo la líder comunitaria Sami Haiman Marrero, quien coordina orientaciones a puertorriqueños que recién arriban a la Florida Central.

Haiman Marrero dijo  que en mayo ha observado a boricuas viviendo en albergues y a madres solteras con bebés hospedadas en moteles mientras buscan, sin éxito inmediato, un trabajo en la Florida Central. 

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“Hay compatriotas durmiendo en carros, en el piso de apartamentos de amistades o en shelters (albergues) de homeless (para deambulantes). Es algo triste porque en muchos casos se trata de personas que no se prepararon bien para reubicarse y han dado un salto al vacío”, expresó en conversación telefónica con este medio.

Reubicarse “no es tan sencillo”, advirtió, al destacar que en la Florida central, que incluye la ciudad de Orlando -al presente preferida por muchos puertorriqueños que han decidido irse de la Isla-  la lista de peticiones de vivienda de bajo costo está “cerrada” y existe una  espera con 15,000 peticiones pendientes.

Según Haiman Marrero, quienes decidan reubicarse en la Florida Central deben tener en cuenta, entre otros asuntos medulares, un presupuesto mínimo para lograr establecerse con éxito en un nuevo escenario de vida. 

Vital el inglés

“Tienes que dominar el inglés porque si no, no vas a encontrar un trabajo que pague más de $10 la hora”, argumentó al subrayar que si la relocalización es familiar, tiene que existir un presupuesto o ahorros disponibles de al menos $30,000 a $40,000 por un año.

“Hay que tener en cuenta las diferencias culturales, sobre todo en el ámbito laboral. No es que acá es mejor, ni peor que allá, es que las normas laborales cambian y hay conductas permitidas allá (en Puerto Rico) que aquí no son aceptables”, dijo al referirse a la importancia no solo de hallar empleo, sino de retenerlo.

Por esto, precisó,  es crucial que los puertorriqueños se orienten bien al respecto y sobre las opciones de rentar un apartamento, para evitar ser víctima de fraude. “En ocasiones hay problemas de corredores de real state (bienes raíces) y hay que asegurarse de que no los timan”, puntualizó.

La líder comunitaria figura entre activistas que ofrecen orientaciones y apoyo gratuito a puertorriqueños que en los pasados años se han mudado a Estados Unidos. Como parte de esa iniciativa, Haiman Marreo coordinó la Florida Expo, en la que se orientó a personas que consideran reubicarse o iniciar negocios en ese estado.       

Como miembro de la Asociación de Mujeres Hispanas está inmersaen brindar ayuda a personas sin hogar y ha organizado reuniones denominadas Talleres de Bienvenida para orientar a gente que acaba de llegar a la Florida y aspira establecerse allí. 

“En los talleres les explicamos cómo se vive en la Florida central. Les advertimos, por ejemplo,  que si se piensa mudar con una familia de cuatro personas necesitaría al menos $40,000 al año para vivir raspando, sin salir al cine, en un apartamento de dos habitaciones con las utilidades básicas”, señaló.

Exigen seguro médico

 Después de los primeros meses en Orlando u otras ciudades floridanas, el Gobierno exige que “tienes que tener un seguro médico o de lo contrario te expones a penalidades”, recalcó al insistir que esto es sumamente importante.

También planteó que si las personas tienen hijos menores, no deben aventurarse en el cuido de los niños, si logran un trabajo y no los atenderán directamente. Sugirió solo contratar guarderías con certificación del Departamento de la Familia.

 En cuanto al mercado de empleo, dijo que varias organizaciones cívicas que brindan apoyo a hispanos ofrecen talleres para preparar un buen resumé en inglés, pero cada aspirante debe saber que la competitividad es alta y si existe desempeño deficiente la retención no es garantizada. 

Si la persona que decidió reubicarse en la Florida tiene resuelto vivir temporalmente en la casa de un familiar, Haiman Marrero recomendó que por prudencia esa estancia no debería exceder dos meses. “Siendo sinceros, un familiar que los reciba, los atenderá sin inconvenientes mayores por un mes, pero por más amor que te tengan, al mes te podrían echar a la calle”, comentó.

Agregó que una de sus preocupaciones mayores con la ola actual del éxodo boricua a la Florida es la llegada de madres solteras. “Vienen muchos single parent o madres solteras. Algunas las hemos encontrado en situación precaria, viviendo en un motel, pagando semana a semana un cuarto”, relató Haiman Marrero.

 En estos casos, agregó, la situación es bien difícil, porque “se trata de madres buscando un trabajito para salir del hoyo, pero qué haces con el bebé mientras se busca el empleo”. Observó que un agravante son personas que llegan con niños que tienen condiciones que requieren cuido especial.

Ojo con los menores

 Reveló que en ciertas situaciones han conocido casos de mujeres que han dejado los hijos al cuido de “amigas” o recién conocidos, incluso vecinos del motel, para ir a entrevistas e incluso a empleos. 

En esos casos, si la persona no tiene un familiar o persona de plena confianza, se expone a problemas con las autoridades, reconoció la líder comunitaria.

Alicia Ramírez, quien labora en el Programa Hola, en el ayuntamiento de la Ciudad de Orlando, indicó a este medio que ofrecen orientaciones a las personas que arriban para establecerse para que puedan cumplir con las leyes y reglamento vigentes.

 Vital el trabajo. Betsy Franceschini, directora regional de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (Prfaa), por su parte, ha señalado que si un puertorriqueño decide emigrar, no debería hacerlo sin la garantía de un trabajo o recursos suficientes para aguantar meses de búsqueda de empleo. “Tienen que tener un plan y (sobre todo si vienen sin trabajo) por lo menos seis meses de fondos para sobrevivir”, recalcó recientemente. 

Se ha estimado que alrededor de 50,000 boricuas abandonan cada año la Isla y que  en el grupo han figurado personas con trabajo en Puerto Rico que renuncian para aventurarse en la tierra de la fantasía, como se conoce también a Orlando, sede del mundo mágico de Disney.

En Florida viven casi un millón de boricuas. En Estados Unidos la cifra llega a los cinco millones.

Un estudio realizado por Kurt Birson, del Centro de Estudios Puertorriqueños del Hunter College, destacó que los números del Censo reflejan que mientras el 30% de los residentes de Puerto Rico trabaja en puestos de gerencia, administración comercial, ciencias y artes, el porcentaje baja a 27% entre los boricuas de Estados Unidos.

Emigran los trabajadores. El sociólogo Jorge Duany, por su parte, señala que al presente los que mayormente se van de Puerto Rico “son principalmente personas en edad laboral, entre 18 años y 44 años”.

“Esta última oleada que sale de Puerto Rico de la década de 1990 en adelante está muy apegada a Puerto Rico. Son personas que emigran como adultos, que tienen su memoria en la Isla. Los de segunda generación no necesariamente tienen contacto con la Isla. Están más aclimatados o integrados a la vida en Estados Unidos”, observó Duany.

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