Afuera las personas pasan horas para comprar combustible o alimentos, las égidas de ancianos no tienen servicio de diésel, la mitad de los hospitales continúa sin operar y la gente hace malabares para sacar dinero en sucursales y cajeros automáticos.

Dentro del centro de operaciones que el gobierno estableció para atender la emergencia que ha causado el huracán María y luego de un vuelo de reconocimiento, la secretaria interina de Seguridad Interna de los Estados Unidos, Elaine Duke, indicó que este viernes, que Puerto Rico se ha movido de la etapa de salvamento de vidas y limpieza de escombros a la etapa de distribución de asistencia y sostuvo, que el trabajo conjunto que realizan oficiales del territorio y federales tras la emergencia, sentará “standards” a la hora de responder a una catástrofe.

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“La situación en Puerto Rico después de la devastación de un huracán no es satisfactoria, pero estamos acercándonos a eso”, dijo Duke, al indicar que ella y el presidente Donald Trump no estarán satisfechos hasta que los puertorriqueños puedan regresar a sus hogares, haya electricidad y agua limpia.

La llegada de Duke a Puerto Rico se interpreta como otro esfuerzo del gobierno federal para estabilizar la crisis humanitaria en que ha entrado el territorio estadounidense, que encontrándose sumido en una crisis de liquidez, quedó hecho pedazos tras el paso del huracán María.

“Habiendo tenido dos huracanes en menos de tres semanas, el equipo ha sido ejemplar”, dijo la funcionaria federal, quien dijo estar “orgullosa” del trabajo realizado por el Departamento de la Defensa y sus componentes desplegados en la isla.

“A pesar del trabajo conjunto, sé que la gente en Puerto Rico y las Islas Vírgenes está sufriendo”, continuó diciendo.

La prensa local y medios estadounidenses han revelado que la ayuda no llega a los damnificados, lo que ha resultado en severas críticas a la respuesta de emergencia. En especial, porque a 9 días del paso del ciclón, los problemas de distribución de agua y alimentos a los damnificados continúan, mientras los avances para restaurar la electricidad y la comunicación celular, esta provista por proveedores privados, son mínimos.

Duke reiteró que unos 10,000 oficiales federales están “en tierra” asistiendo en la emergencia y aseguró que visitó personalmente para asegurarse que Puerto Rico tienen “los activos” que se necesitan para recuperarse de la catástrofe. Subrayó que las unidades militares en la Isla prestarán énfasis en mejorar la logística de distribución de suministros y otras ayudas a la población y que se continuarán asignado más recursos para contribuir a la recuperación.