Mucho dolor, demasiadas operaciones. De esto ha consistido el último año y medio de la joven madre naranjiteña Tammy Liz Coriano.

Fue desde aquel lunes, 14 de noviembre de 2022 cuando Tammy y sus hijos -Jeiren Báez Coriano, de 13 años, y Ayshane Vázquez Coriano, de 9 años- fueron víctimas de un fuego espantoso provocado por un escape de gas. Esto sucedió porque la pareja de su vecina instaló una línea de gas en su apartamento, en el sector La Cuchilla de Naranjito, pero dejó abierta la de Coriano. Desconociendo esto, Tammy encendió una vela, lo que inmediatamente ocasionó un fuerte estallido.

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El accidente dejó a Tammy con quemaduras en el 69% de su cuerpo, mientras que Ayshane las sufrió en un 50% y Jeiren en un 30%.

Tammy y sus hijos.
Tammy y sus hijos. (Suministrada)

Pese al dolor físico con el que convive, y las limitaciones que esta tragedia le ha provocado, es extraño escuchar a Coriano hablar de sí misma. Apenas menciona sus padecimientos, pues su enfoque total ha sido para el mejoramiento y bienestar de sus dos hijos.

“Son mi vida”, repite consistentemente. “Ellos son mi mundo, mi todo, mi ganas de seguir”, agregó.

Su fuerza y brío, sin embargo, no elimina sus aflicciones. Este trecho hacia la recuperación ha sido largo. Cuando ella y sus hijos se mudaron a Massachusetts, en Estados Unidos, en búsqueda de los cuidados necesarios para Ayshane, Tammy también encontró doctores expertos que tratan sobrevivientes adultos de incendios.

No fue hasta que llegó a los Estados Unidos que se enteró que los médicos en Puerto Rico no necesariamente trataron sus heridas correctamente, lo que ha aplazado su curación.

“No supieron manejar bien mi caso. Se supone que me hicieran injertos y lo único que hicieron fue rasparme. Si me hubieran ayudado como se supone en Puerto Rico, no hubiera tenido que tener tantas operaciones, ni tantas intervenciones con láser”, comentó.

Su más reciente operación fue la pasada semana, cuando le hicieron un estiramiento en la pierna izquierda e injertos en el pie. Esta ha sido la segunda intervención de esta índole, pues ya fue sometida a un injerto en la mano e intervenciones de láser.

Tammy y sus hijos.
Tammy y sus hijos. (Suministrada)

Originalmente, esa última cirugía hubiera sido ambulatoria, pero por su delicada condición, se ha tenido que quedar en el hospital para luego ser transportada a un centro de rehabilitación.

“Ha sido bien doloroso y ha tomado tiempo”, manifestó.

“Después de esto, vienen otras cirugías con láser para que pueda mejorar mi circulación y me cicatrice para tener mejor calidad de vida. Por ahí vamos”, agregó.

Evidentemente, aún falta para la curación total de Tammy, así como Ayshane y Jeiren. Para esto, la ciudadanía puede ayudar enviando donaciones a la cuenta de ATH Móvil 939-200-3121 o a la cuenta de Banco Popular 318332844.