El casco urbano de Adjuntas alberga una de las estructuras hoteleras de mayor antigüedad en la zona montañosa del país, pues su historia comienza en la década del 1950.

Se trata del Hotel Monte Río, un edificio de 16 habitaciones distribuidas en tres niveles que, además cuenta con piscina y una envidiable vista hacia la icónica montaña del ‘gigante dormido’.

De acuerdo con su propietaria Lilliam Mazara, “el hotel tiene una historia muy larga, por aquí han pasado diferentes manos, pero la estructura data del 1950, aproximadamente, uno de los hoteles más antiguos en la montaña”.

La fémina, oriunda de la República Dominicana, tomó las riendas de esta hospedería en mayo de 2014.

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“Yo estaba estudiando leyes en la Universidad Central del Este en San Pedro de Macorís, pero dejé mis estudios para venir a Ponce a vivir con mi tía porque siempre fuimos muy amigas, muy cercanas”, contó.

Su primera experiencia laboral fue en una conocida lavandería de Ponce, Caribbean Cleaners, a donde conoció a su esposo, Ramón Meléndez quien era natural de Adjuntas.

“Mi esposo era una persona muy trabajadora, muy humilde y dedicada. Entonces, él me invitó a comer en Adjuntas y uno de los primeros lugares que visité fue este lugar, el Hotel Monte Río porque el dueño José Meléndez, era hermano de mi esposo; gente buena y luchadora de Adjuntas”, relató.

No obstante, Lilliam enviudó en 2012, un evento que la dejó desolada y triste hasta que aceptó una invitación de Gladys Rodríguez Andújar que era esposa de su cuñado, también fallecido.

“La viuda del hermano de mi esposo estaba sola en el hotel y me dijo: ‘Lilliam, tú no estás haciendo nada. Estás deprimida, ven para acá, ven a ayudarme que estoy aquí a cargo del hotel’. Para mí fue un reto porque, en realidad, no estaba haciendo nada, solamente viajando, pero eso también se termina”, confesó.

“Así llegué en enero de 2014. Estuvimos trabajando a la par, le ayudé a hacer de todo. Pero doña Gladys era una persona mayor y se tenía que retirar. Entonces, se dio la oportunidad de que el espacio lo iban a rentar y entonces, hay una persona muy especial, mi amigo Carlos Pabellón que reside en Ponce que trabajó con doña Gladys, me sugirió que rentáramos este espacio”, destacó.

Así comenzó una nueva oportunidad a través de un proyecto de vida que transformó la rutina de Lilliam y le hizo mudarse de Isla Verde en Carolina para la llamada ‘tierra de los lagos’.

“De esa forma es como llego (a Adjuntas), el 1 de mayo de 2014. En una semana, ya tenía los permisos y documentos requeridos para comenzar a operar el hotel. La experiencia ha sido maravillosa”, admitió.

Un hotel pequeño que atrae a mucha gente

Cabe destacar que Monte Río es reconocido como ‘el hotel del pueblo’ ya que está enclavado en pleno casco urbano.

“La estructura consta de tres niveles y 16 habitaciones con alternativas de cama ‘queen’ o dos camas full, con aire acondicionado, televisión por satélite y casi todos tienen vista hacia la montaña donde está el ‘gigante dormido’. Además, cuenta con una piscina, es un hotel pequeño”, detalló.

Pero la fama de esta hospedería va más allá de pernoctar en el lugar, pues la gente acude en masa para saborear el banquete de comida criolla, disponible a partir de las 11:00 de la mañana.

Según Mazara, el bufé surgió a finales del pasado milenio, tras el paso del huracán Georges en 1998, ya que, “como venían tantos empleados de gobierno a trabajar para levantar el pueblo, ahí ‘Melo’ (José Meléndez), comienza a preparar un bufé para todas esas personas”.

Explicó que ‘Melo’ era hijo del dueño anterior del hotel, José Meléndez, hermano de su fenecido esposo.

“El banquete se hizo famoso y desde entonces, las personas llegan de todos los lugares, empezando con nuestra gente de Adjuntas y de toda la isla. Está disponible los siete días de la semana, 365 días al año, no cerramos nunca”, resaltó la empresaria de 51 años.

“Nuestro menú es completamente criollo, aquí puedes encontrar arroz con gandules, arroz blanco y habichuelas guisadas, ‘meatloaft’, pollo en fricasé, costillas, pernil, guineos en escabeche, mollejitas en escabeche, pollo frito y patita de cerdo con garbanzos”, apuntó.

Igualmente, reveló que, llegan desde Estados Unidos para probar otro de los favoritos que son los guanimes con bacalao.

“Todos los días cambiamos el menú que, es bien sabroso y variado. De postre tenemos dulce de papaya, frutas, bizcochos y churros, entre otros”, resaltó.

Una de las particularidades de este ofrecimiento gastronómico, es que el precio se hace accesible al bolsillo de la mayoría de las familias.

“Nuestro bufé es un precio económico para el bolsillo de todos los puertorriqueños. Puedes venir y comer por tan solo $10, con la bebida e IVU incluidos. Es de lunes a sábado, todo lo que puedas comer y beber por ese precio. Los domingos, sube a $12 porque el bufé es más extenso, la variedad es mayor, igual puedes repetir las veces que desees”, insistió.

Finalmente, puntualizó que, “me gusta mucho interactuar con el público, pero para mí, lo más importante es ofrecer un buen servicio, pero que los clientes se sientan en casa”.

Para detalles: 787-829-3705.