“Tuvimos daños considerables. Muchos árboles caídos sobre el tendido eléctrico y postes en el suelo.  Pero, también muchas residencias a las que les cayeron árboles encima y perdieron sus techos.  Hay muchos afectados en zonas como Villa Cristiana, Las Carreras, Vieques, La Cueva y Villa Batata, donde los techos de zinc y de cemento se vieron afectados grandemente”, explicó la alcaldesa de Loíza, Julia Nazario.

Según la funcionaria, el  servicio de energía eléctrica colapsó en un 100  por ciento de las casas de los  loiceños; tampoco cuentan con el servicio de agua potable.

“Todo el tendido eléctrico en el municipio colapsó. Tenemos dos brigadas trabajando en la remoción de árboles y tendido eléctrico en toda la Carretera PR-187 del barrio Piñones. Desde el pueblo no tenemos salida por Piñones ni viceversa. También hay gran cantidad de arena en la vía pública y desde la madrugada (del jueves) estamos trabajando con eso”, sostuvo Nazario.

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Esta situación mantiene a Loíza con una sola salida segura que es la carretera PR-188 hacia Canóvanas, por lo que el municipio le exhorta a la ciudadanía a que permanezca en sus hogares para poder facilitar las labores de limpieza de las brigadas de Obras Públicas Municipal.  “Estamos dando un recorrido para comenzar la limpieza de escombros. Mañana (viernes) comenzamos a limpiar las comunidades y estimamos que nos tomará cerca de un mes en terminar la limpieza”, indicó. 

En este momento difícil la alcaldesa confía en la colaboración de la Policía Estatal y Municipal para brindarle la seguridad que tanto necesita la gente, sobre todo en las noches cuando el municipio, como muchos otros, quedarán a oscuras.

“Están dando rondas preventivas continuamente  y estas rondas van a continuar hasta que se restablezca el sistema de energía eléctrica”, aseguró la mandataria municipal. 

A pesar de estos inconvenientes, al menos las lluvias de Irma no presentaron problemas de inundaciones para las comunidades de Loíza y la alcaldesa asegura que se debió al plan de mitigación que trabajaron con antelación.

“Gracias a Dios y al trabajo de mitigación en caños, alcantarillas y quebradas no tenemos grandes problemas de inundaciones como en otros años.  El plan de limpieza que trabajamos con tiempo logró su cometido.  Ahora vamos por cada comunidad a ayudar con los recursos que tenemos.  La aportación de los voluntarios ha sido crucial. Una vez más Loíza se va a levantar”, finalizó Nazario.