¿Qué harían los boricuas si se pegan en el Powerball?
En el sorteo de esta noche hay $1,400 millones.

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La lista de opciones que barajean los boricuas a la hora de ilusionarse con pegarse con el premio del Powerball, el cual acumula $1,400 millones, parece estar limitada.
Resuena el saldar deudas, comprarse una casa y ayudar a su familia. Algunos incluyeron donar a causas benéficas.
Lo que no dejan a un lado es la fe con la que juegan desde $2, que es lo menos que se puede apostar en este juego electrónico, hasta $30 y $40, según contaron algunos ciudadanos a Primera Hora tras apostar a su suerte en varios establecimientos de la zona metropolitana para el sorteo que se realizará en la noche de este miércoles.
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José “Pepe” Martínez, residente de Hato Rey, cargaba con una paca de boletos en su cartera.
“Jugué como 30 pesos, porque mientras más juegue, más chance hay de ganar”, dijo el hombre, tras salir de un establecimiento en la avenida Domenech, en Hato Rey, donde jugó parte de los números.
“Estoy jugando desde ayer. La suerte se busca, no se espera, entiende”, añadió.

Si se lleva el premio del Powerball, Martínez dijo que la primero que haría sería “llamar al psiquiatra, al contable y al abogado. Los voy a necesitar”.
Se le cuestionó por qué necesita un psiquiatra y dijo que era “para que me calme”. También comentó que el contable era para que “vaya conmigo a cobrarlo” y al abogado “para que me haga el testamento”.
Lo que no tiene cuadrado Martínez es qué haría con el dinero.
“Cuando los tenga, pensaré”, fue lo que dijo.
A diferencia de Martínez, José Fratichelli, de San Juan, sólo hizo una sola jugada para el premio del Powerball.
“Si con uno es que me pego”, soltó para justificar su decisión.
A Fratichelli le es indiferente de cuánto está el premio a la hora de jugar. Pero, aceptó que saber que el pote está en $1,400 millones le emociona.
“Yo los juego grandes, chiquitos, pequeños. Que caiga donde caiga. Claro, que, si cae ahí, (en los $1,400 millones), hasta el pelo me crece”, soltó el hombre, quien está calvo.
A la hora de jugar, Fratichelli no iba esperanzado. Estaba seguro que sería la persona que se gane el Powerball.
“Es mío, es mío”, declaró, previo a decir que una vez tenga el dinero “voy a ayudar a la familia, pasear y disfrutar lo poco que me queda de vida”. También se mudaría a Estados Unidos para estar cerca de sus hijos.
Otra consumidora que estaba bien entusiasmada con el premio del Powerball lo fue Loira Costa Báez, de Guaynabo.
La mujer entró al establecimiento de venta con un sobre y varios boletos en manos. Salió más que contenta, pues de la jugada del pasado lunes logró hacer $100. También llevaba varios boletos de jugadas para el sorteo millonario de esta noche.
“Yo soy bastante asidua en la cuestión de jugar, pero no mucho. Tengo ciertos números que son míos, que vienen de sueños. Mis abuelitos me han dicho en los sueños, anoto números que veo por ahí, los voy anotando y los juego. Eso los juego consistentemente. Aparte de eso, juego con diferentes grupos, juego con el grupo del CrossFit, del gimnasio, juego con el grupo de mi oficina, juego con el grupo de los primos, y el del fútbol de mi nena. Así que estoy en diferentes grupos, maximizando posibilidades”, explicó Costa Báez.
Tan entusiasmada estaba con el millonario premio, que sostuvo que ya había sacado cálculo de cuánto podría acumular si logra ganar. Afirmó que, tras deducidos los impuestos, se quedaría con “$490 y pico de millones”.
“Yo haría una fundación, sobre todo enfocada en el desarrollo comunitario, que es lo que también hacemos en mi oficina. Haría un hotel para perros, que fue una idea que vi, un hotel para salchichas. Eso es lo que me encantaría. Haría una corporación de bienes raíces, haría un fideicomisos para proteger a mi familia en el futuro, y ayudaría a mi familia, ciertamente”, expuso Costa Báez sobre sus planes de ganar el Powerball.
Carlos Hernández, de San Juan, informó que jugó $7 entre Powerball y la Loto.
“Yo me quiero pegar con una 25% a la fracción del premio. No me importa que el premio es grande. Solo quiero un cantito”, comentó.

De ganar parte del millonario premio, Hernández dijo que “yo ayudaría a toda mi familia, quizás a todos mis vecinos alrededor y, nada, buscar que todo alrededor esté feliz. Pero, no tengo nada pensado egoístamente, como desaparecerme de Puerto Rico en un yate o algo así. No tengo nada de eso pensado. Es quizás ayudar a todo el mundo”, afirmó.
Con este mismo espíritu de ayudar a su familia y a las personas necesitadas fue que Luz Rodríguez, quien es natural de Isabela, pero reside en San Juan, jugó el Powerball.

Aceptó que “yo estoy bien como estoy. Con lo que tengo, es más que suficiente. Dios ha sido bueno, me ha dado más de lo necesité”.
Pero, si logra el premio multimillonario, la mujer sostuvo que “me quedaría con parte, les daría a mis dos hijos, y le daría a otra gente, porque no quiero tanto. ¿Para qué? Vivo con lo que tengo”.
José Medina, residente de Río Piedras, estaba seguro de que su ánimo de jugar el Powerball estaba centrado en lograr tener un dinero para saldar sus deudas y “dar un viajecito”.
“Yo estoy retirado, cojo el Seguro Social. Pero, hay que jugar, porque no hay más ná’. Se hace uno millonario ahí”, comentó.

Medina dijo que analizaría se compra una mejor residencia. Alegó que preferiría “donar a entidades benéficas, de esta gente que tiene cáncer. Hay muchas cosas que hacer”.
Aceptó que hacerse millonario no lo haría feliz.
“Ser feliz es tener buena salud. Cuando hay salud, vale más”, puntualizó.
Willie Cruz, residente de Río Piedras, tenía ya una lista de las cosas que haría si se lleva el Powerball.
“Lo primero que haría sería saldar mi casa, comprarme otra nueva, regalarle la mía a algún familiar mío que esté pasando por alguna necesidad, hacer algunas donaciones algunas a algunas instituciones sin fines de lucro que el gobierno no ayude, que tenga que ver con niños, viejitos, personas enfermas de cáncer, y lo demás, pues, buscarme un buen asesor financiero que no me robe los chavos y que no se desaparezca e invertir. A Dios que reparta suerte”, enumeró.
Cruz comentó que hay muchas posibilidades de que el premio se lo lleve algún puertorriqueño, pues contó que el pasado lunes alguien se llevó $150,000. Este premio fue comprado en un garaje de gasolina Gulf, localizado al lado de la Placita Barceló, en Barrio Obrero, Santurce.
Reveló que su técnica para intentar ganar esta noche fue comprar boletos en varios lugares diferentes, uno de ellos en una placita cercana al Centro Médico de Río Piedras. Gastó sobre $30.
Mientras, Marta Feliciano, residente de San Juan, no titubeó en establecer que su ánimo en jugar el Powerball está centrado en poder saldar sus deudas, comprarse “una casita” y ayudar a su familia. Dijo que juega aun cuando el pote no esté tan alto como ahora, donde se sortea el sexto mayor premio en la historia.
Se le preguntó la razón por la que los jugadores incluyen ayudar a su familia en sus esperanzas de pegarse. La joven mujer señaló que “se hace con amor. Porque, cuando tu estás en los momentos más difícil, quienes están ahí es la familia. ¿Por qué no acordarse de ellos? No es que cuando tú tengas dinero, los abandono. Hay que ayudar. Si en los momentos más difícil, que tú estás en el piso, que estás caído, son ellos que te ayudan, porque no agradecerle también, devolver ese favor”.
La mujer también estableció que todo el que juega con la esperanza de pegarse es porque está necesitado.
“Todo el mundo, aunque trabaje, a veces no le da ni el cheque”, expresó.
Se espera que sobre un millón de jugadas se generen en Puerto Rico para el sorteo de esta noche del Powerball, tal y como ha ocurrido en los pasados días en que el premio ya había superado los $1,000 millones.