La leche, el huevo, el trigo, los pescados, las nueces, la soya, el maíz, el maní y los mariscos son los alimentos más comunes que pueden producir alergias en las personas, especificó la doctora María Álvarez.

La alergista señaló que esta intolerancia al consumo de estos alimentos en algunos pacientes se ve reflejada en la piel por medio de ronchas, similares a las picadas de mosquitos. Otros también pueden experimentar dolor de estómago, diarreas y vómitos. Alertó, además, que, aunque es más común en las alergias producidas por el ambiente, las alergias alimentarias también pueden causar síntomas respiratorios.

“Una cosa que antes no sabíamos y que hemos constatado es que se decía que las alergias no me daban síntomas respiratorios y que solamente ocurría cuando había una reacción bien severa. Que solo en ese contexto el paciente podía desarrollar el pito, episodios de asma, gotereo nasal o picor en la nariz. Pero, ahora sabemos que las alergias de alimentos me pueden causar esos síntomas crónicos de asma o alergia nasal. No en todos los pacientes, pero hay que tenerlo en consideración”, explicó la profesora del Recinto de Ciencias Médicas sobre los síntomas en algunos pacientes.

La también neumóloga apuntó que la tendencia es que las alergias se hereden, y se pueden manifestar de distintas maneras en los integrantes de una familia.

En el caso de las alergias de alimentos, hay dos vías luego de consumir el alimento: la que se refleja en los próximos 15 minutos o menos y la que aparece luego de transcurridos uno o dos días. La que se percibe casi inmediatamente es la más común y está vinculada con la producción de la proteína IgE que mantiene esa respuesta alérgica, explicó la experta. Mientras, la que se refleja en más de 24 horas es una reacción “tipo celular” que es más difícil de identificar porque, seguramente, la persona consumió muchos alimentos en ese periodo.

¿Cómo se diagnostican?

Álvarez mencionó que la prueba de alergia más certera es la de la piel, aunque en algunos casos también se recurre a una prueba de sangre para identificar cuáles alimentos están produciendo la reacción.

“La preferida y más sensitiva es la prueba de piel. Se puede hacer en bebés y adultos. También, hay una prueba de sangre, si el paciente tiene muchas ronchas en la piel y no me permite poner la gotita del alérgeno que quiero mirar. Tenemos unos extractos que se consiguen para hacer las pruebas. Antes, se hacía con una aguja. Ahora es un palito plástico con puntas pequeñas en el que se pone el alérgeno. Si voy a probar con leche, pongo el palito en el extracto y presiono eso en la piel”, expresó sobre la prueba que se realiza, por lo general, en los brazos o en la espalda.

Dijo que si se levanta una roncha luego de 20 minutos de poner el extracto, la prueba es positiva, y mientras más grande sea el abultamiento más severa es la alergia.

Si me da una reacción alérgica, ¿cómo actúo?

La doctora recomendó que, si consumiste un alimento y, al poco tiempo, tuviste una reacción alérgica, elimines ese alimento de tu dieta. No se trata de comerlo menos, sino de descartarlo, porque, explicó, el sistema de una persona tiene la capacidad de identificar porciones pequeñas que reactivan la alergia. Luego, visita a un especialista para confirmar que esa comida produjo la reacción.

“Si me comí algo, y no me di cuenta, lo más común es tomar Benadryl. Pero, si tengo una alergia de alimento identificada, sobre todo a mariscos y a maní, no se recomienda. Eso de que te tomes el medicamento antes y te comas los camarones, no, porque las alergias de alimentos son mucho más severas e intensas que las alergias de ambiente”, advirtió, al reiterar que ese medicamento no protege en contra de alergias producidas por mariscos y maní.

“Puede ser que me den las ronchas o el dolor de barriga, pero puede ser que me dé una reacción anafiláctica (reacción alérgica severa) que incluye que me lleno de ronchas, me hincho, que me baje la presión, que tenga espasmo bronquial, que no pueda respirar. La persona se puede hasta morir”, añadió sobre los pacientes alérgicos al consumo de maní y mariscos.

Dijo que los pacientes alérgicos a maní y mariscos deben tener siempre a su lado una inyección de epinefrina. “Si te sientes que no puedes respirar, usas la inyección, pero el efecto dura entre 20 a 30 minutos para que llegues a la sala de emergencia más cercana porque los síntomas van a regresar”, enfatizó al apuntar que estos pacientes deben advertir en los restaurantes sobre su alergia para evitar una reacción ante la posibilidad de una contaminación cruzada entre alimentos en la cocina.

Algunas alergias de alimentos se superan con el paso de los años, sin embargo, no suele pasar cuando se trata del maní y de los mariscos. Sin embargo, Álvarez reveló que, en los últimos años, los casos de alergias de alimentos aumentaron a escala mundial.

“Antes eran raras y ahora muy comunes. Tiene que ver con el calentamiento global; los cambios de temperatura en las plantas producen proteínas que las hacen más alergénicas y también muchos alimentos son alterados genéticamente, lo que hace que sean más alérgicos”, indicó.