“Como en toda relación, la comunicación es sumamente importante. Esto aplica a la relación médico-paciente. Reportar todos los síntomas, incluso si no los asocias al sistema cardiovascular, ayudará al médico a ser más efectivo en el diagnóstico y tratamiento”, aseguró el cardiólogo intervencional y director médico del Heart & Lung Institute en Bayamón Medical Center, doctor Valentín Del Río Santiago.

Ciertamente, al realizar una consulta con un cardiólogo, la discusión sobre los síntomas es una de las partes más relevantes de esa interacción inicial. “Los estudios diagnósticos y las decisiones sobre cuál será el mejor tratamiento dependerán, en su mayoría, de los síntomas o quejas que exprese el paciente”, confirmó el cardiólogo, al mencionar la variedad de síntomas que pueden estar relacionados con una condición cardiovascular, aunque, quizá, para los ojos del paciente, no tengan relación con el corazón”, explicó Del Río Santiago.

De igual forma, en el informe, expertos señalan que hay varios factores en las diferencias de la manifestación de los síntomas y en cómo las personas los interpretan. Entre estos: estatus socioeconómico, género, raza y valores o creencias culturales.

“Por ejemplo, aunque el dolor de pecho es el síntoma más común de un ataque cardíaco, tenemos algunos pacientes (féminas, edad avanzada, personas con diabetes) donde la sintomatología pudiera ser atípica, siendo su queja principal dolor de hombro o dolor de espalda”, especificó el especialista.

Incluso, de acuerdo con el cardiólogo, hay pacientes en los que los síntomas principales son dolor de epigastrio (parte superior del abdomen) y náuseas.

“Al minimizar estos síntomas y no mencionarlos en la consulta con el cardiólogo, por asociarlos a una enfermedad del sistema gastrointestinal, pueden retrasar el diagnóstico de la enfermedad coronaria”, sostuvo.

Del Río Santiago recalcó que, cuando el paciente minimiza los síntomas o es inespecífico con los signos que le preocupan, coloca al profesional de la salud en una posición difícil para poder ayudarlo. “Si tu médico no conoce todos los detalles de tus síntomas ni los factores que agravan o alivian los signos de tu enfermedad, se le hará difícil hacer una evaluación precisa de tu condición. Por consiguiente, el tratamiento podría verse afectado. Si, al contrario, el médico conoce los pormenores de tus síntomas, el diagnóstico y el tratamiento serán certeros y oportunos”, informó.

Hasta ahora, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Por eso, es importante prestarles atención. Cuando escuches el término “enfermedad cardiovascular”, debes saber que se refiere al conjunto de trastornos y/o enfermedades asociadas con problemas del corazón o los vasos sanguíneos.

De acuerdo con el especialista, el tipo más común de enfermedad cardiovascular es la enfermedad coronaria. Otros tipos de enfermedad cardiovascular son: insuficiencia cardíaca, arritmias, enfermedades de las válvulas cardíacas, enfermedad periférica, presión arterial alta (hipertensión), accidente cerebrovascular y enfermedad cardiaca congénita.

Por tal razón, el cardiólogo intervencional detalló que “es razonable visitar a un cardiólogo a partir de los 45 a 50 años, aun cuando te sientas bien o pienses que tienes una buena salud cardiovascular. Si la presión arterial, los niveles de colesterol están altos o algún miembro de tu familia tuvo un infarto antes de los 50 años, también debes considerar visitar a un cardiólogo”.

Además, Del Río Santiago dijo que el riesgo cardiovascular comienza a aumentar luego de los 40 años en los hombres y durante la menopausia en las mujeres. “Una visita al cardiólogo te permitirá saber en qué situación se encuentra tu corazón y te ayudará a establecer estrategias preventivas”, recomendó.

¿Cómo prepararte para una consulta efectiva?

El paciente debe prepararse siempre para sus citas con herramientas que le ayuden a comunicarse efectivamente y a salir de la consulta con el diagnóstico más acertado posible, y sin dudas. La recomendación del presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología Intervencional es reportar todos los síntomas que esté experimentando, incluso, si no los asocia con el corazón.

“La mejor manera para que el paciente vaya preparado y sea asertivo es llevar anotaciones, ya sea en papel o en su teléfono móvil. De esta forma, podrá discutir todos sus síntomas con el médico, quien analizará, contestará y hará una evaluación más completa de las preocupaciones clínicas que entienda pertinentes”, dijo el especialista.

De igual forma, puedes preparar una lista de cotejo basada en las guías recomendadas por la Asociación Americana del Corazón, que incluyen:

  • Tener una lista de los medicamentos. Incluyendo los no recetados, vitaminas o hierbas.
  • Llevar copia de tus resultados a los médicos.
  • Estar claro sobre la razón de la visita y la descripción de los síntomas. Por ejemplo: si el dolor es constante, si viene o va, cuánto dura o si es después o antes de comer.
  • Comunicar si sientes que el medicamento te hace sentir mejor o no te está ayudando.
  • Conocer y expresar los detalles específicos que te ayudan con tu condición o la empeoran.
  • Ser sincero sobre si los síntomas están afectando tus niveles de estrés, preocupación o irritabilidad.
  • Llevar anotadas las preguntas o dudas sobre tu condición. Incluyendo medicinas, estudios, procedimientos o tratamientos.
  • Expresarle al doctor lo que consideras que puede hacer por ti.

Durante tu visita:

  • Si no entiendes algo, pídele al doctor que te explique.
  • Repítele al doctor las instrucciones, utilizando tus propias palabras.
  • Repasa con el doctor para que ambos estén de acuerdo con el manejo de la condición.