La función gastrointestinal es de suma importancia para el ser humano y existen sustancias como los probióticos que deben formar parte de nuestra dieta diaria con el fin de darle a nuestro sistema digestivo todas las herramientas necesarias para que podamos estar saludables.

La doctora en nutrición, Winna Rivera Soto, quien es catedrática del Programa de Maestría en Nutrición del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), explicó que los probióticos son sustancias que se encuentran en los alimentos las cuales contribuyen a la salud intestinal.

“Los probióticos son sustancias vivas, organismos vivos, estas bacterias que obtenemos a través de los alimentos. La microbiota es esa vida, esa diversidad y actividad de bacterias y microorganismos que hay en nuestro intestino. Se dice que hay billones de bacterias, hay unas que son nocivas y otras beneficiosas. Los probióticos nos ayudan a eliminar las bacterias nocivas que nos enferman y nos ayudan a estimular las bacterias beneficiosas en nuestro sistema gastrointestinal”, explicó la doctora Rivera.

No obstante, según la experta en nutrición, también existen los prebióticos que son tan importantes como los probióticos, ya que son sustancias que están en los alimentos, los cuales consumimos, pero no digerimos y tienen unas funciones bien importantes.

“Los prebióticos son esas sustancias o productos que nos ayudan a la acción de las bacterias que ya están presentes que viven en nuestro sistema gastrointestinal. No son sustancias vivas, sino sustancias que nuestro cuerpo no puede digerir. Son unos tipos de fibra que no digerimos y ayudan a la síntesis o activación de ciertas bacterias y ciertos procesos que ayudan al sistema gastrointestinal”, dijo Rivera, quien recalcó que “ambos, los probióticos y los prebióticos, tienen un rol en nuestra flora intestinal”.

En el caso de los probióticos, la doctora estableció que comúnmente se consiguen en el consumo de alimentos lácteos.

Tenemos probióticos en productos fermentados como el yogur. Pero, este no es el único. Hay muchos alimentos ricos en probióticos como los cereales de grano íntegro, trigo íntegro, avena, avena integral. La avena tiene fibra soluble y fibra insoluble, pero la parte que no digerimos, esa se convierte en prebiótico”, detalló la catedrática de Ciencias Médicas, quien de paso dijo que los prebióticos también se obtienen de los cereales de granos íntegros, además de las frutas y los vegetales.

A su vez, los probióticos también pueden ser ingeridos a través de medicamentos, a modo de suplementos.

“Lo compramos como probióticos y, usualmente se toman unos minutitos antes de comer para que se vayan activando y ayuden a la salud intestinal”, expuso la profesora del RCM.

¿Para qué sirven los probióticos?

Según Rivera, los probióticos tienen muchas funciones y una de las principales es que ayudan a prevenir diarreas y problemas gastrointestinales.

“Cuando las personas no tienen suficientes probióticos, no digieren bien los alimentos. Cuando una persona está bajo tratamiento de antibióticos, se le afecta esa flora intestinal porque limpia y elimina parte de la microbiota y se afecta la actividad en el intestino. Para esas personas se les recomienda restituir esas bacterias tomando probióticos”, dijo la catedrática.

Los probióticos también ayudan a la digestión de la lactosa. La lactosa es el azúcar que está en los productos de la leche. Mucha gente es intolerante a la lactosa porque no tienen suficiente lactasa, que es la enzima que digiere la lactosa. Muchos de los probióticos están en los productos lácteos y la gente dice que no puede comer yogur porque es intolerante a la lactosa, pero los probióticos, precisamente, te ayudan a que puedas digerir la lactosa. El mismo yogur te ayuda a que puedas digerirlo mejor.

A su vez, los probióticos son clave para ayudar al sistema inmunológico porque “activan ciertas bacterias que son responsables de eliminar las bacterias nocivas y que pueden causarnos infecciones”, indicó la profesora Rivera.

La experta nutricionista también resaltó otras funciones importantes de los probióticos, como por ejemplo, que estos ayudan a que se sintetice o se absorban ciertas vitaminas.

“Hay estudios que indican que en la medida en que uno tenga mayor cantidad de probióticos en el cuerpo, eso contribuye a mejores niveles de vitamina D. Hoy día se habla de la vitamina D para muchas funciones como la salud cardiovascular, ciertos tipos de cáncer, como el cáncer del colon. Y, parece que hay una relación, un tipo de interacción entre la vitamina D y los probióticos, pues mientras más probióticos hay, más vitamina D hay, por tanto la microbiota es más rica y más sana”, comentó Rivera.

Cabe mencionar que el consumo de probióticos no se restringe a una edad en particular. Toda persona puede incluirlos en su dieta diaria, aunque la experta estableció que debe haber un balance al consumirlos.

Toda la población puede tomar probióticos y prebióticos de manera preventiva, pero no podemos exagerar. Hay que seguir las recomendaciones en términos de las porciones de lácteos que debemos consumir al día, que son de dos a tres porciones de yogur, sin alterar nuestra dieta o consumir excesivas cantidades de probióticos porque pueden causar un desbalance. Es importante la moderación”, advirtió.

En el caso de las personas con sistema inmunológico debilitado o con ciertos tipos de cáncer, la doctora recomendó solicitar asesoría médica para su consumo correcto.

“Esas personas que necesitan probióticos en mayor cantidad, a través de medicamentos o píldora, no deben tomarlas indiscriminadamente. Deben consultar con su médico, un nutricionista o farmacéutico, que son las personas que conocen la interacción con ciertos medicamentos”, finalizó la doctora en nutrición.