Los cambios y las responsabilidades que acompañan la mediana edad pueden agregar factores estresantes que sobrecargan todos los sistemas del cuerpo. Hasta el anhelado momento de descanso, tras un día intenso de trabajo o tareas diarias, se puede ver alterado por sueños de estrés o ansiedad.

La psicóloga Idalisabel Rodríguez describió este tipo de sueño como los sueños en los que el cuerpo experimenta emociones y sensaciones asociadas al estrés. “Son como los sueños que experimentamos todos, pero acompañados de sensaciones de tensión, palpitaciones, imágenes negativas, sudoración, en fin, lo que el cuerpo experimenta mientras está consciente, pero en estado de sueño. Son sueños que provocan mucho malestar”, aseveró.

Del mismo modo, la especialista en salud mental indicó que, “usualmente, ocurren cuando las personas están atravesando una situación concreta que produce estrés o ansiedad (ejemplo: muertes, situaciones de salud, despidos, cambios de vida, etc.)”.

Según un estudio de PubMed, citado en la revista de salud romper.com, aunque estos sueños pueden hacer que te despiertes sintiéndote ansioso e inseguro, los sueños estresantes podrían, en realidad, ser la forma en que tu mente trata de ayudarte. Por lo tanto, si, en lugar de estar soñando con unas placenteras vacaciones, estás siendo perseguido, a punto de caer por un precipicio o sientes que te estás ahogando, puedes estar teniendo sueños de ansiedad o estrés. Los sueños de estrés se sien­ten y te hacen despertar con el susto en la boca y las palpitaciones a mil por hora.

Además, el artículo aclara que los sueños de estrés y las pesadillas no son lo mismo, debido a que, al despertar de una pesadilla, por lo general, lo que se siente es miedo. Sin embargo, con los sueños de estrés se experimentan estrés y ansiedad progresiva. Quiere decir que la sensación no desaparecerá porque te levantas. Incluso, explica que las pesadillas suelen ocurrir una sola vez, pero los sueños estresantes se repiten, una y otra vez.

No obstante, otro estudio publicado en un periódico británico y reseñado por el portal WebMD indica que las pesadillas no solamente interrumpen el sueño, sino que podrían tener efectos nocivos sobre la salud más allá de los que se cree. Entre estos, podrían provocar insomnio, fatiga, dolores de cabeza, depresión y, sobre todo, ansiedad. En este aspecto, se encontró que las personas que padecen de condiciones como la depresión son más propensas a tener pesadillas recurrentes. Las estadísticas señalan que una de cada 20 personas sufre de pesadillas crónicas, por lo menos, una vez a la semana.

Así las cosas, Rodríguez explicó que “hay que trabajar para reducir el estrés a niveles manejables para la persona. Todos los cambios positivos a los estilos de vida ayudan. Aquí me refiero a las cosas básicas como la buena alimentación, el ejercicio, socializar y la reducción del contacto con aparatos tecnológicos e información negativa, especialmente a la hora de dormir”, sostuvo.

Entre los sueños más comunes que pueden provocar el aumento en los niveles de ansiedad o de estrés están:

  • Llegar tarde a clase - Ya que estos momentos pudieron ser de los más estresantes en alguna etapa de la vida, el cerebro regresa a ellos durante el descanso, detonando una situación de estrés.
  • Desastre natural - Este es muy común cuando las personas sueñan con una ola que los arropa. Lo que podría significar una amenaza a su rutina normal o a su paz mental.
  • Problemas con el auto - Suele significar que alguna situación negativa le está molestando durante el día.
  • Incendio - Puede ser una señal de un posible desgaste físico.
  • Perder los dientes - Significa duelo o la pérdida de un ser querido.
  • Ahogarse­- Estancamiento en la vida o temor al cambio.
  • Ser perseguido - Este es uno de los más comunes. Simboliza alguna situación o conflicto sin resolver, estrés, ansiedad o depresión.

Por otra parte, el anhelado descanso se puede ver altera­do por la parálisis del sueño. Este es un aspecto, que, en ocasiones, las personas confunden con un evento sobrena­tural. Sin embargo, de acuer­do con el portal MedlinePlus, es una afección en la cual la persona no puede moverse ni hablar cuando apenas se queda dormido o al despertar. Durante este tipo de episodio, el sujeto está totalmente conscien­te de lo que está pasando.

Las causas para este desorden son variadas como, por ejemplo, no dormir suficiente, no tener un horario regular para dormir, estrés mental o dormir boca arriba. Lejos de ser un problema místico, este tipo de parálisis se relaciona con diversas condiciones de salud como la narcolepsia, las afecciones mentales como el trastorno bipolar o el trastorno de pánico, el uso de ciertos medicamentos o el uso de sustancias controladas como las drogas. Por ende, para estos factores que invaden la hora de dormir, las sugerencias principales de la doctora son lidiar y enfrentar el estrés, así como las emociones durante el día. La clave está en que mientras mejor manejes tu estrés, más posibilidades tendrás de que disminuyan las emociones intensas que aparecen en tus sueños durante la noche.

¿Debes buscar ayuda profesional si experimentas sueños de estrés?

“Siempre es buena práctica ser preventivos con la salud, tanto física como mental. Las personas deben visitar a sus médicos como parte de sus rutinas anuales, evaluarse con un nutricionista y acudir a ayuda psicológica, aunque no haya situaciones concretas de vida que atender”, aconsejó Rodríguez.

No obstante, según la psicóloga, una persona que esté experimentando sueños que le provoquen mucho malestar, debe buscar ayuda psicológica. “La terapia psicológica podría ayudar a que la persona entienda las posibles causas de los llamados sueños estresantes y que adquiera herramientas para manejar el estrés”, añadió. El momento de dormir debe convertirse en un espacio para recargar energías para el próximo día. Como muy bien detalló la doctora Rodríguez, buscar ayuda es lo principal, sin embargo, reconocer lo que provoca estrés o ansiedad en tu vida diaria es vital para disfrutar de unos dulces sueños.