Según pasan los años, mantener el equilibrio puede ser cada vez más difícil, por los cambios propios del envejecimiento y los efectos secundarios que pudieran tener algunos medicamentos. Además, agrega el boletín informativo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, también existen problemas de salud que pueden provocar inestabilidad como pueden ser enfermedades como la artritis, los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple. La buena noticia es que estas responden bien a los ejercicios diseñados para mejorar el equilibrio.

Si siempre has sido una persona activa, puede que ya participes en algunas actividades que te ayudarán a fomentar el equilibrio, pero la Escuela de Medicina de Harvard ofrece otras recomendaciones:

  • Caminar, correr bicicleta y subir escaleras son actividades que fortalecen los músculos de la parte inferior del cuerpo. Una bicicleta reclinada o una máquina de steps son formas seguras de comenzar, si necesitas trabajar en tu equilibrio.
  • Estírate, pues el estiramiento afloja los músculos tensos, lo que puede afectar la postura y el equilibrio.
  • El yoga fortalece y estira los músculos tensos, mientras desafía tus habilidades de equilibrio estático y dinámico.
  • Los movimientos de tai chi, que implican cambios graduales de peso de un pie a otro, combinados con la rotación del tronco y la extensión de las extremidades, ofrecen retos apropiados para mejorar el equilibrio.

¿Qué pasa si no haces absolutamente nada de ejercicio? Las investigaciones muestran que los ejercicios correctos pueden ayudar a las personas sedentarias a mejorar drásticamente su fuerza y equilibrio a cualquier edad o nivel de habilidad. Así que, visita a tu médico para que te dé el visto bueno antes de comenzar.