San Germán. El gerente general de los Vaqueros de Bayamón del Baloncesto Superior Nacional, el excanastero Wilfredo Pagán, no cree que las administraciones del baloncesto se conviertan en invasivas como está ocurriendo en la pelota profesional, donde hoy en día hasta se dirigen las decisiones de un equipo en el terreno de juego desde un cuarto en las góndolas de un estadio.

Las gerencias en el baloncesto están, inclusive, más cerca del dirigente físicamente en comparación con la pelota. Pero la dinámica es distinta, asegura Pagán.

“El baloncesto es diferente”, resumió.

La función de gerente general de los Vaqueros es una que Pagán está ejerciendo por tercera temporada corrida. En ese tiempo tiene dos finales, una semifinal y un campeonato y está actualmente en busca de otro título en la serie que se juega contra los Atléticos de San Germán en estos días.

Al exjugador le está gustando la vaina.

“Me gusta mucho. La confección de los equipos, hablar con el equipo sobre cosas que se pueden realizar. Aquí todo es comunicación, que es lo importante, que exista un respeto de los jugadores hacia mí y de mí hacia los jugadores. Uno va cogiendo experiencia sobre cómo desempeñarse. Creo que con dos finales, una semifinal y un campeonato y otro al alcance en mis tres años me siento bien con lo que he podido lograr”, dijo Pagán.

Pagán reconoce que ese éxito va de la mano de que ha tenido a dos administradores de franquicia que le facilitan el trabajo. Los apoderados Yadier Molina y Melvin Román procuran que el jugador que Pagán firma tenga todo lo necesario para jugar.

Compraron, inclusive, la idea de mejorar el personal del equipo que ya estaba sólido.

“El tiempo que tuve como jugador fue importante porque en el aprendí lo importante que es tener un banco largo, con jugadores que puedan aportar y felices, porque un jugador contento siempre va a tratar de dar algo adicional. Yadier y Melvin dan la milla extra para que los jugadores estén felices. Creo que seguimos aprendiendo cada año”, dijo.

Su función también le trae un beneficio personal y familiar, uno que le asistirá en la crianza de sus hijos adolescentes

Los dos hijos de Pagán que siguen sus pasos y los de su esposa y exjugadora nacional, Mabel Rosa, en el baloncesto, están viendo BSN y creciendo con éste paralelamente con las enseñazas y las guías que sus padres les dan.

La función de gerente le permite estar directamente ligado el BSN para que sus hijos tengan un laboratorio del básquet boricua, además del precedente que le dieron sus padres.

“Hablamos mucho de todas las situaciones de juego de las distintas series. Ellos van a las prácticas también. Hablamos sobre lo que se hace en las prácticas y ellos me preguntan: ¿Papi qué va a hacer con esto del juego? ¿Qué a va hacer con equis jugador en el juego? Yo les digo. Realmente, es una buena experiencia para ellos”, dijo.