Cidra. Juan Carlos Díaz, se podría decir, cayó como “anillo” en el dedo de la organización de los Bravos de Cidra cuando debutó en el béisbol Doble A en el 2004. En corto tiempo, Díaz se convirtió en la segunda base titular de la franquicia y, a través de su trabajo y dedicación, ha ayudado al equipo a ganar seis campeonatos nacionales.

Y aunque los Bravos chocarán esta noche contra los Artesanos de Las Piedras en el tercer partido de la final nacional en desventaja de 0-2, eso no impedirá que el veterano jugador de cuadro persiga ese séptimo título nacional y la oportunidad de empatar con los Mulos del Valenciano de Juncos como los máximos ganadores de cetros (nueve) del torneo nacional.

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“He tenido el privilegio que muy pocos jugadores tienen de llevar 11 años en la liga, y que en esos 11 años Cidra haya sido campeón de la Sección Central. Ya llevo siete finales nacionales en 10 años, y con esta final serían ocho en 11 años. Ya son seis campeonatos nacionales, así que he tenido la dicha de estar en un equipo ganador, un equipo que, año tras año, corrige sus debilidades. Muchos equipos ganan pero, unos años después, ya nadie sabe de ellos. Pero nosotros llevamos 11 años de consistencia”, indicó Díaz a Primera Hora.

Quizás Díaz nunca pensó que experimentaría tantos éxitos cuando debutó en el béisbol Doble A con apenas 18 años. Sin embargo, el veterano jugador no solo se estableció rápidamente dentro de un equipo sumamente exigente que contaba, en el 2004 y años subsiguientes, con figuras como Luis “Bam Bam” Ortiz y el receptor Efraín Nieves, sino que actualmente es considerado uno de los mejores intermedistas en la liga.

“Esto no es fácil, pues muchos de nosotros trabajamos de lunes a viernes o, en mi caso, que trabajo hasta los sábados. Cuando yo empecé tenía 18 años, estaba soltero, pero ya mi vida ha cambiado; estoy casado, tengo otras responsabilidades y trato de sacarle el máximo a las prácticas. Pero el equipo siempre piensa en eso, pues practicamos los lunes y miércoles prácticamente todo el año, mientras otros equipos practican un solo día”, resaltó Díaz.

“Por ejemplo, yo trabajo lunes, martes, y de jueves a sábado. Y eso, a lo mejor, son cosas que el público no sabe, que uno sale de aquí, quizás, un viernes a la 1:00 a.m. para llegar a casa, comer algo y luego levantarse cuatro o cinco horas después para salir a trabajar. Cuando llego del trabajo entonces voy al parque para jugar otra vez. Es fuerte, pero esto es lo que a mí me gusta y lo hago con gusto, y cuando veo el apoyo de los fanáticos, se me va el cansancio”, añadió Díaz.

Un verdadero hijo de franquicia, todos los logros importantes que Díaz ha obtenido en su prolífica carrera llegaron en uniforme de los Bravos, y es por tal razón que cuando llegue el momento del retiro, desea hacerlo con la franela que ha vestido, y al pueblo que ha representado, desde el 2004.

“Yo nací en Bayamón y me crié en Toa Baja, pero la gente me ha hecho sentirme como de aquí (Cidra) y ya es como mi segundo pueblo. Cuando llegue el momento del retiro me gustaría hacerlo con los Bravos. Ya he ganado cuatro Guantes de Oro aquí, seis campeonatos, 11 títulos seccionales, así que los logros más grandes de mi carrera los gané aquí, y los que vendrán espero que sean en Cidra también. Cuando me toque el momento, me gustaría retirarme con los Bravos”, subrayó Díaz.