Irad Ortiz adelantó la celebración de las Navidades en Puerto Rico y lo hizo sin dejar de ser el hípico de siempre.

El destacado jinete trujillano que es un estrella del hipismo de Estados Unidos, aprovechó su visita a la Isla para montar a varios ejemplares en la Serie Hípica del Caribe este mes para hacer lo que extrañaba ‘allá por el norte’.

“De verdad que me lo disfruté. A mí encanta Puerto Rico”, dijo Ortiz

Irad Ortiz trabaja ejemplares en Camarero en los días posteriores a su participación en el domingo de la Serie Hípica del Caribe a principios de mes.
Irad Ortiz trabaja ejemplares en Camarero en los días posteriores a su participación en el domingo de la Serie Hípica del Caribe a principios de mes. (Cortesía/Irad Ortiz)

Luego de montar en la Serie Hípica del Caribe el 4 y 5 de diciembre, Ortiz se quedó en Puerto Rico para hacer unas visitas importantes que debía. Además, estaba cumpliendo una suspensión en Estados Unidos en diciembre que le dejó con el tiempo libre para pasar el periodo libre de estrés. Ahora bien, eso no significa que se alejó de lo suyo.

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Como manera de mantenerse en forma y de influenciar a jinetes jóvenes que lo vieron trabajar, Ortiz visitó las cuadras de Camarero, que operan en horario madrugador, y trabajó varios caballos locales que le pusieron en sus diestras manos.

“Sinceramente, siempre me gusta dar el caretazo. Es donde todo comenzó, donde di mis primeros pasos. Tengo ahí muchas amistades, gente que me apoya. Verdaderamente la pasé bien”, dijo Ortiz, quien es parte de una tercera generación de jinetes en su familia.

Allí, de una vez, le demostró a los jinetes aprendices y los que se graduaron el martes de la escuela hípica Agustín Mercado Reverón que un egresado de esa vocacional no se olvida de sus raíces.

“Creo que puedo ser una motivación, una inspiración”, dijo el graduado de dicha escuela vocacional en el 2011.

Ortiz salió de la vocacional para convertirse en una estrella de Estados Unidos. Allá ha ganado tres premios Eclipse de manera consecutiva y, tal vez no gane el cuatro seguido, aunque tiene las estadísticas para ser considerado para un revalidación del premio.

En el 2021, Ortiz ganó 333 carreras y sus montas produjeron sobre $29 millones, lo que representa su segundo total más alto en su carrera. Va a terminar como el líder de triunfos en la hípica estadounidense que concluye a fin de año. No terminó, sin embargo, líder en ganancias monetarias, lo que pone duda en si será el ganador del premio.

Además de la visitar la escuela vocacional y las cuadras, Ortiz se fue a visitar a su familia del hípico barrio La Gloria en Trujillo Alto, cuna de muchos jinete hípicos.

Visitó La Gloria

Allí celebró en primicias las fiestas de la Navidad.

“Tengo mis tíos y primos. Tengo gente que me vio crecer, del mismo barrio, que son como familia de uno. Estuve viéndolos a todos. Estuve en la Agencia 187, que es la de mi barrio. Compartí con ellos, con dos o tres doncitos que me vieron de aprendiz. Jugamos dominó, vimos las carreras…”, describió Ortiz.

Edwin 'Sugar' Díaz recibió en Naguabo a los hermanos Ortiz, quienes también trabajan en Nueva York, como el lanzador boricua. Entre otros les acompañan los jinetes Juan Carlos Díaz y su hijo Jean Carlos Díaz.
Edwin 'Sugar' Díaz recibió en Naguabo a los hermanos Ortiz, quienes también trabajan en Nueva York, como el lanzador boricua. Entre otros les acompañan los jinetes Juan Carlos Díaz y su hijo Jean Carlos Díaz. (Cortesía/Irad Ortiz)

Tampoco se olvidó de sus amistades niuyorquinas-boricuas. Ortiz trabaja mayomente en el circuito de Nueva York y allá, junto a su hermano jinete José Luis, tiene de amistad al taponero de los Mets de Nueva York, el naguabeño Edwin Díaz.

El taponero fue a visitar a los hermanos en su participación en la Serie Hípica y le correspondieron con una visita al Malecón de Naguabo.

“A Edwin le gustan los caballos y a nosotros nos gusta el béisbol”, dijo Ortiz, quien de muchacho hizo combinación de siore y segunda base con su hermano. “Hace tiempo que compartimos los deportes y la pasamos súper bien”.

Los Ortiz y Díaz también comparten la afición por los gallos de pelea.