El exatleta hondureño que reside en la Isla, Darvin Colón vive días de angustia en Miami, mientras espera reunir $15,000 para pagar la fianza de su esposa, la olímpica dominicana Raysa Melanie Sánchez, quien permanece detenida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) desde el pasado 23 de octubre.

El matrimonio, con siete años de casados y ambos exatletas de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, fue detenido esa mañana en San Germán, donde actualmente residen.

Darvin, de 38 años, salía temprano de su residencia cuando fue interceptado, en un principio, por la policía estatal. Minutos después, varios vehículos de agentes federales de inmigración rondaron su carro. Poco después, arrestaron a su esposa, de 37 años, en su hogar cuando los oficiales fueron a buscar en la residencia el pasaporte de Colón.

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“Mi esposa estaba arreglándose para caminar porque era temprano por la mañana. Cuando le pedí que bajara el pasaporte, que se lo diera a algún agente, también la empezaron a interrogar. Yo dije ‘no puede ser’“, contó Colón a Primera Hora en una conversación vía telefónica.

Según Colón, ambos se encontraban legalmente en la isla, con visas de estudiantes, y ya habían iniciado un proceso de residencia permanente antes del arresto. El ICE, sin embargo, los arresto por un supuesto overstay de visa (permanecer más tiempo de lo debido).

Colón, incluso, aseguró que ya había preguntado en inmigración si era necesario dejar el país mientras se llevaba a cabo el proceso para adquirir la residencia permanente y le dijeron que podía permanecer en Puerto Rico por 90 días.

“Todavía teníamos 60 días más (para vivir en Puerto Rico) y aun así estamos en proceso de residencia. (Pero los oficiales) me dicen que tenían que detenerme, y ahí empezó todo”, dijo.

“Siempre estuvimos pendientes de nuestra documentación. Nunca estuvimos ilegal. Hemos salido, entrado, hemos hecho todas las cosas legalmente como se debe. No tenemos ningún crimen, gracias al Señor”, aseveró Colón.

Sánchez es maestra educación física de profesión con maestría en educación especial, mientras Colón es doctor en matemáticas.

“El caso de residencia que estamos haciendo se llama una autopetición, basado en nuestros logros académicos, que eso se pueda hacer”, mencionó.

Raysa Sánchez se destacó en los 400 y 800 metros de la Liga Atlética Interuniversitaria con la Universidad Interamericana.
Raysa Sánchez se destacó en los 400 y 800 metros de la Liga Atlética Interuniversitaria con la Universidad Interamericana. (Archivo)

A la espera de su residencia

Ambos pertenecen a una iglesia local donde servían activamente y, dentro de su comunidad, se mantenían ligados al ámbito educativo. Aunque las limitaciones de sus permisos migratorios restringían su acceso al empleo formal, Raysa continuaba aportando al país través de tutorías y servicio voluntario, especialmente en la iglesia.

En el caso de Darvin, su situación era distinta. Su visa de estudiante le permitió solicitar un permiso especial para trabajar dentro del campus universitario.

Desde 2014, comenzó a ofrecer cursos de matemáticas a nivel universitario, primero en el recinto de Arecibo y posteriormente en San Germán, donde impartió clases de álgebra, precálculo, cálculo, además de algunos cursos relacionados con computación y desarrollo web.

Tras retomar sus estudios doctorales en 2016, Darvin regresó en 2017 a la Interamericana de San Germán, donde continuó ejerciendo como docente hasta 2024, que concluyó su doctorado.

“Gracias al Señor, la universidad me abrió las puertas”, sentenció Colón.

La odisea que no termina

Sin embargo, todo cambió esa mañana del 23 de octubre. Según narró, tras la detención, la pareja fue trasladada a varios centros, en Mayagüez, Aguadilla y San Juan. En Mayagüez le dieron la opción de regresarse a sus respectivos países voluntariamente, pero no aceptaron porque también les ofrecieron la opción de un juez.

Cinco días después, fueron enviados en un mismo vuelo a Miami, Florida. Darvin fue recluido en el centro de detención migratoria conocido como “Alligator Alcatraz”, que describe como inhumano.

“Eso eran carpas llenas de jaulas. En cuanto a la estadía, el lugar fue un poco complicado. Creo que todo tiene un cero por ciento, tanto alimentación, higiene y salud. Uno vive situaciones, como quien dice, inhumanas”, compartió.

“Me dieron una camisa anaranjada de reo. Estábamos aguantando frío porque ellos tienen un aire allí que no lo bajan”, agregó.

En cambio, Raysa, que brilló en los 400 metros planos de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI) y olímpica en Londres 2012, fue enviada a otro centro en el área de Broward.

La situación de Sánchez se agravó debido a una condición médica que incluye ataques de pánico y epilepsia. Durante su detención, fue trasladada sin previo aviso, afirmó Colón, a un centro psiquiátrico y permaneció varios días con acceso limitado a llamadas. Después regresó a Broward.

En el caso de Colón, luego de un mes, el decatleta fue traslado a El Paso, Texas.

Las inconsistencias del proceso migratorio incluyeron cortes canceladas, fechas cambiadas sin explicación, traslados entre estados el mismo día en que debían comparecer ante un juez, entre otros, aseguró Colón. “Nos decían una cosa y hacían otra. Vivíamos en la incertidumbre total”, comentó.

Las fianzas

El pasado 3 de diciembre, un juez concedió una fianza a Darvin por $1,500, cantidad que logró pagar con ayuda de amigos, miembros de su iglesia y personas cercanas. Días después, quedó en libertad bajo supervisión de un grillete electrónico.

La fianza de Sánchez, sin embargo, fue fijada en $15,000. Durante su vista judicial, en la que fue representada por su abogada, la defensa entendió que el monto sería de $1,500, pero el documento final reflejó una cantidad 10 veces mayor. A pesar de los intentos por corregirlo, el juez la mantuvo, dejando a Raysa detenida hasta que se reúna el dinero.

“Estamos tratando de llegar a esa cantidad para que ella pueda salir y poder seguir el proceso. Estamos pensando en seguir el proceso afuera (de la cárcel), ya que se va a alargar”, sostuvo.

Además de intentar agrupar la cifra económica, Colón debe esperar hasta el 15 de enero para la radicación de posibles cargos. Las personas que deseen aportar a la causa de la familia Colón Sánchez pueden realizarlo a través de ATH Móvil al 787-321-8949.

Desde su retorno a la Casa Blanca en enero, el presidente estadounidense Donald Trump ha implementado una agresiva política contra la inmigración que se ha extendido por todos los estados y territorios. La nueva política ha generado miles de detenciones y también protestas intensas en varias ciudades.

En Puerto Rico también se han llegado a cabo arrestos y deportaciones.

Este medio intentó obtener una reacción de la oficina de ICE en Puerto Rico, así como de la Administración de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, pero al momento no se había recibido respuesta.