Emmanuel y Gustavo meten mano por la salvación en “Objetivo Fama”
Los nuevos amenazados apuestan por conquistar a los fans y tener su oportunidad para continuar a salvo en el “reality” de Telemundo.

PUBLICIDAD
No hay excusas, es momento de actuar.
Ese es el mantra que llevan los concursantes Emmanuel Otero y Gustavo Muñoz tras ser los más recientes amenazados de la séptima temporada de “Objetivo Fama”.
Los participantes boricuas aseguran estar enfocados en buscar que el público los apoyen con sus votos para mantenerlos en el “reality show” de Telemundo, luego de caer en la zona de peligro por sus últimas presentaciones el pasado sábado en el Centro de Bellas Artes de Caguas.
Para Emmanuel, recibir la noticia de las presentadoras Gil López y Jimena Gállegos no fue una gran sorpresa pues reconoció que su presentación de “No me doy por vencido” de Luis Fonsi tuvo faltas en la dicción y proyección.
Relacionadas
“No todo puede ser una buena noticia, necesitamos malas noticias, incluso, una crítica para saber dónde podemos mejorar”, destacó el joven de 29 años manifestado que a pesar de hallarse en la cuerda floja se encuentra “escribiendo mi historia”.
“El jurado ha dado un buen comienzo conmigo y quiero seguir escribiendo, quiero terminarlo” manifestó.
Gustavo, por su lado, sostuvo que vio venir la nominación tras su interpretación de “Eazt” de Jay Wheeler junto a Kevin, quien se convirtió en el segundo concursante eliminado del “reality” de Telemundo.
“Como todo en la vida, yo fluyo y lo pongo todo en las manos de Dios. Que sea lo que Dios quiera y por lo que vote la gente”, destacó el boricua radicado en el estado de Florida, quien resaltó que comparte el trago amargo con un colega con un “talento brutal”.
“Yo también (tengo talento), no me voy a minimizar, pero que sea todo lo que Dios quiera”, agregó.
¿Pero cuál es la asignación para la quinta gala?, preguntamos.
Emmanuel aseguró que necesitará “practicar con propósito” para triunfar, es decir, tener claridad sobre lo que expondrá en los escenarios.
“La oportunidad es ahora de arreglar lo que hemos hecho mal y continuar con el rumbo”, sostuvo el concursante, quien reconoció que la pasada canción lo transportó a un estado de inseguridad inesperado.
“No te voy a mentir, tuve altas y bajas, tuve recuerdos también, porque me he ganado la vida cantando en restaurantes por muchos años, y sentí esa emoción de cuando no puedo llegar a cumplir, y sentí que no estaba cumpliendo vocalmente”, resaltó, a la vez que manifestó que el descanso también será clave para tener una mejor presentación.
Para Gustavo, su próxima lucha en la competencia será canalizar mejor sus inseguridades y domarlas en la tarima.
“A mí me encanta transmitir emociones a través de la música, pero me ganan muchas veces los nervios y me bloqueo”, destacó el joven de 19 años, manifestando que sentir la presión de impresionar a José Ángel López Martínez, nombre de pila de Jay Wheeler, complicó el panorama.
“Fueron muchas emociones, varias batallas mentales, y me ponen al artista mío, que sé que va a estar ahí mirándome, que sabe quién soy yo”, dijo.
De hecho, el boricua del estado de Florida aseguró que el instrumento intrauditivo que usan, mejor conocido como el ‘in-ear’ (o apuntador), estaba inestable, “como si estuviesen conectando y desconectando un audífono”.
Pero él aclaró que, a pesar de todo lo que experimentó “no hay que dar excusas”.
“Estamos aquí y ahora es a meter mano, y a llorar pa’ maternidad”, expresó, entre risas.