El ingeniero Roberto Rivera Medina, de la División de Planificación y Estudios de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), catalogó ayer de “acomodo razonable” la enmienda que se le hizo en el 2015 al contrato con la empresa Applied Energy Systems (AES), que le permitió depositar en Puerto Rico las cenizas de carbón que produce durante la producción de energía en su planta de Guayama.

Esto, porque a la AES supuestamente se le acabaron las opciones para comercializar las cenizas como un producto de “uso beneficioso” y tendrían que sacar más cantidad del país, lo que encarecería sus costos.

Sus expresiones se dieron durante la cuarta vista pública que celebra la Comisión senatorial de Salud Ambiental y Recursos Naturales sobre los proyectos del Senado 81, 123 y 128, que prohibirían el uso y disposición de cenizas de carbón en el país.

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Aunque el presidente de la comisión, Carlos Rodríguez Mateo, había dicho que esta vista se pautó para escuchar lo que tenían que decir sobre el tema los jefes de la AEE, Junta de Calidad Ambiental (JCA), Departamento de Salud (DS) y Desarrollo Económico, ninguno compareció. Tampoco acudió la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés).

El contrato original obligaba a la AES a sacar de Puerto Rico las cenizas que no tuvieran un uso beneficioso.

“Esta cláusula realmente se enmienda a instancias de la AES, que probablemente está sufriendo los costos de tener que sacar las cenizas fuera de Puerto Rico. La AEE hizo su ‘due diligence’ y se comunicó con las agencias pertinentes y expertas en este tema para entonces poder proceder y ceder ante la petición de AES”, dijo Rivera Medina y el abogado Joel Ayala Hernández, de la División de Opiniones, Legislación y Contratos de la AEE, dijeron que e

En otro momento, Rivera Medina comentó “me imagino que en algún momento del desarrollo comercial se empiezan a terminar las opciones comercialmente beneficiosas para AES”.

El senador Larry Seilhamer, autor del P. del S. 81, le indicó que el contrato estipulaba que si eso ocurría tenían que sacarlas de Puerto Rico, a lo que el ingeniero respondió “sí”.

Seilhamer insistió en preguntar por qué la AEE no pidió un crédito, dado que la enmienda reducía los costos operacionales de la AES, y Rivera Medina señaló que ya la energía era barata.

“Estamos viendo el ahorro que pudo haber salido por algún cambio en cómo disponemos las cenizas de carbón pero es que ya el contrato tiene unas garantías de ahorro por un periodo de 25 años que se estipularon previo a eso”, manifestó Rivera Medina.