El ingeniero Jorge Haddock le exhortó hoy, viernes, a su sucesor en la presidencia de la Universidad de Puerto Rico (UPR) a “proteger” a la institución pública “de presiones internas y externas”.

Sus expresiones estuvieron contenidas en una carta dirigida a la comunidad universitaria como parte de su último día en el puesto luego que la Junta de Gobierno le solicitara la renuncia, en parte, por los problemas con las acreditaciones de algunos programas educativos.

“Dejo a la universidad en una mejor situación que en la que se encontraba hace tres años cuando inicié mis funciones como presidente; acreditada, en cumplimiento con sus estados financieros y mejor posicionada para competir y sobresalir a nivel local y global, lo que me enorgullece”, mencionó en la misiva con la que quiso destacar, a su entender, los logros alcanzados durante su administración.

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Asimismo, agradeció a los rectores y rectoras, a los docentes, al personal no docente y a los estudiantes por “la confianza brindada” para desempeñarse en el cargo.

“Aunque los resultados obtenidos hasta el momento sobrepasan las expectativas, el plan trazado queda inconcluso con mi pronta partida. Ante estos esfuerzos y logros, la universidad necesita continuidad, en especial en los proyectos para la transformación informática, la cual presenta rezagos de más de dos décadas”, destacó.

Haddock fue elegido como presidente de la UPR por unanimidad el pasado 3 de julio de 2018, en medio de una vorágine económica y administrativa. A pesar de que la Certificación 90 (1996-1997) establece un tope salarial de $105,000 anuales, el ingeniero negoció un aumento a $240,000 con Zoraida Buxó Santiago, quien en ese entonces era la presidenta del Comité de Búsqueda y Consulta y vicepresidenta de la Junta de Gobierno de la UPR; hoy, cabildera por la estadidad.

Bajo su mandato, el Consejo Acreditador de Educación Médica Graduada (ACGME, en inglés) determinó el pasado mes de abril que revocaría la acreditación del Programa de Residencia de Neurocirugía de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la UPR, el único en el País que entrena a futuros neurocirujanos.

Asimismo, el Comité Conjunto de Revisión sobre Educación en Tecnología Radiológica (JRCERT, en inglés) informó el pasado 1 de junio que puso en probatoria el grado asociado de Tecnología Radiológica del RCM.

Además, los programas de grado asociado en Terapia Física en las unidades de Ponce y Humacao de la UPR se encuentran en probatoria tras señalamientos de las agencias acreditadoras sobre los exámenes de reválida.

“Presiones indebidas”

En su carta, Haddock denunció una cultura burocrática en el sistema universitario, la cual urgió a eliminar.

“Un plan de trabajo para transformar la operación y eliminar la burocracia de la UPR no se ejecuta solo, requiere un equipo que trabaje con valentía, compromiso e independencia de criterio. Además, un cambio cultural, así como cero presiones indebidas internas y externas a nuestro sistema universitario. Es por esto que reitero mi apoyo a una reforma universitaria que garantice estos elementos en el mejor beneficio de la universidad, y me hago disponible para continuar abogando y trabajando por ella”, mencionó.

De igual manera, le exhortó a la comunidad universitaria, integrada por docentes, estudiantes y empleados no docentes, “a velar siempre por la gobernanza institucional, uno de los pilares que distinguió a mi administración de pasadas presidencias, esencial para la acreditación y la paz institucional”.

La relación entre el saliente presidente y la comunidad universitaria durante los pasados tres años fue una tensa.

Por ejemplo, el pasado 26 de octubre, nueve organizaciones que representan a la UPR exigieron que Haddock Acevedo desistiera de presidir la institución por, según denunciaron, “no representa los mejores intereses de la comunidad universitaria”.

No podemos confiar en un presidente que no enfrentó los recortes porque consideraba que ‘eran manejables’. Haddock no tiene cabida en la Universidad, tiene que irse y con él, todo aquel que haya avalado la destrucción de nuestra de la universidad del pueblo”, reclamaron en aquel entonces.

Asimismo, a principios de junio, representantes de los profesores y los estudiantes en la Junta Universitaria (JU) de la UPR abandonaron una reunión ordinaria y denunciaron un supuesto “atropello” de Haddock Acevedo al intentar “violar las normas parlamentarias y procesales vigentes con el fin de imponer su propia agenda”.

Trabas para encontrar un sucesor

La Junta de Gobierno se ha visto envuelta en varias trabas y procesos dudosos para elegir al nuevo sucesor interino.

Al no poder llegar a un consenso, el ente rector nombró hoy, sábado, como delegado para asumir las funciones temporeramente a Jorge Valentín, exrector de la unidad de Carolina y nombrado al cuerpo rector por la exgobernadora Wanda Vázquez Garced.

Valentín derrotó 8 a 4 a Margarita Villamil, representante claustral ante la Junta de Gobierno, quien también había sido propuesta para dirigir la universidad por un término aproximado de dos semanas.

El pasado lunes, 26 de julio, el cuerpo rector había nombrado a César Cordero Montalvo, exrector de la unidad de Utuado, como presidente interino de la institución. Sin embargo, su elección fue cuestionada por la comunidad universitaria.

Y es que, durante esa reunión extraordinaria, Cordero Montalvo recibió seis votos a favor versus los cinco que obtuvo el candidato Brad Weiner; mientras, otros tres miembros votaron en contra de ambos.

Entonces, lo que supondrían ocho votos en contra de Cordero Montalvo fue interpretado por la Junta de Gobierno como que las tres personas que votaron en contra de ambos candidatos se abrían abstenido del proceso, lo que dejaba la participación en 11 miembros. Por lo que aseguraron en ese entonces que, entre los 11 miembros, seis constituyen mayoría.

Posteriormente, ante los múltiples cuestionamientos, el presidente del ente rector, Emilio Colón, revirtió la decisión e intentó que se seleccionara al presidente interino entre tres nuevos candidatos, pero no lograron el consenso requerido.

Tras una amplia discusión, la Junta decidió que uno de sus miembros asumiera hoy las funciones y conceder así un espacio de dos semanas para evaluar nuevos candidatos al interinato.

“Ha sido un honor y un privilegio”

Haddock apuntó en su comunicación que entre los retos más significativos estuvo la probatoria en la que se encontraban los once recintos y unidades bajo la Middle States Commission on Higher Education (MSCHE) y los recortes presupuestarios, ascendentes a más de $339 millones, que amenazan con dejar inoperante a la institución.

En un principio, el saliente presidente había asegurado que podría manejar los recortes presupuestarios impulsados por el gobierno y la Junta de Supervisión Fiscal.

De igual forma, resaltó que “han dado pasos importantes” para la transformación en la infraestructura física y tecnológica, impulsando la transformación de la oferta académica, para atemperarla a la realidad y necesidad de estos tiempos, así como la operación administrativa enfocada en eliminar la burocracia y brindar mejores servicios a los estudiantes.

“Nuestra responsabilidad fiscal y transparencia administrativa nos permitió obtener más de $480 millones, por parte de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, para el desarrollo de 143 proyectos, así también a los fondos correspondientes a legislación federal CARES Act, CRRSSA yAmerican Rescue Plan, para los cuales fui designado monitor de la instituciónlo que permitió a la institución agilizar la distribución de ayudas para beneficio directo a nuestros estudiantes. De igual forma, hemos cumplido con más del 73% de las medidas trazadas en el Plan Fiscal certificado por la Junta de Supervisión Fiscal”, señaló.

A su sucesor o sucesora en la presidencia, le deseó “el mayor de los éxitos en cada una de sus gestiones, pues su triunfo será ganancia y victoria para nuestra Universidad, patrimonio de todos los puertorriqueños”.

“Ha sido un honor y un privilegio aportar a la transformación de mi amada alma mater, la Universidad de Puerto Rico. Me voy con la satisfacción del deber cumplido con la entidad que me formó como profesional, con la certeza de que todas las decisiones que tomé fueron guiadas por mis principios y convicciones en beneficio de los estudiantes, docentes y la institución. Siempre estaré disponible para servir y trabajar por la universidad desde cualquier escenario dentro y fuera de la isla, como lo he hecho a través de mi vida”, afirmó el académico.