Con el testimonio del técnico de control y custodia de evidencia del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), Merphys Rivera Alicea, el juez Francisco Borelli Irizarry, del Tribunal de Carolina finalmente aceptó las seis muestras de lona negra con aparentes manchas de sangre tomadas de la cabina de la van del expolicía Roberto Quiñones Rivera.

Mientras, la defensa trató de minar la confiabilidad de las piezas de evidencia resaltando la aparente laxitud del testigo a la hora de identificarlas y manejarlas.

En la continuación del juicio que se sigue contra Quiñones Rivera, acusado de matar y desaparecer el cuerpo de su novia Yexeira Torres Pacheco, el magistrado explicó que aceptó las muestras de lona negra y un pedazo de goma negra de la ventana del pasajero de forma condicionada hasta que declare la seróloga Carmen Tirado Neris, quien recibió dicha evidencia para un análisis de ADN.

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Las muestras se admitieron con la objeción de la defensa, compuesta por los abogados Jorge Gordon Menéndez y Orlando Cameron Gordon.

Previo a esta admisión de evidencia, el juez Borelli Irizarry había admitido como evidencia condicionada un nivel de construcción, una ventanilla de aire acondicionado, un cubre faltas, pedazos del vinil del asiento del pasajero y un pedazo de la lona negra de la cabina de la van. Todas las muestras tienen manchas de aparente sangre.

A preguntas de la fiscal Alma Méndez Ríos, quien representa al Ministerio Público junto a la fiscal Sonia Polanco Viera, Rivera Alicea señaló que no marcó con sus iniciales las muestras de lona negra para no afectar el material biológico que contenían.

También precisó que en los casos donde entendió que el embalaje o la envoltura de la evidencia no era adecuado lo sustituyó con una nueva envoltura. En esos casos, entregó a la agente investigadora Lorimel Aquino Fariña la envoltura original donde se guardó la evidencia cuando se recuperó.

"Entendí que no estaba en condiciones apropiadas (la envoltura) y se la entregué", afirmó en varias ocasiones a preguntas de la fiscal Méndez Ríos.

"No hay un requisito. El procedimiento no lo establece así (que hay que conservar la envoltura original), así que procedo a entregársela a la agente", agregó.

Como parte de su examen a las piezas de evidencia, el testigo identificó en las mismas la firma y número de placa de la agente Aquino Fariña, así como las iniciales de Tirado Neris.

El técnico, con 17 años de experiencia en el ICF, señaló que la descripción que aparece en la pegatina de la envoltura de cada pieza de evidencia responde a su apreciación.

Por ejemplo, indicó que describió un pedazo de vinil tomado del asiento del pasajero "como un pedazo de espuma amarilla pegado a un plástico gris con manchas" porque lo vio de esa manera.

En su turno, el licenciado Gordon Menéndez indagó sobre la mejor forma para marcar una pieza de evidencia para sus posterior identificación.

Rivera Alicea respondió que era "cierto" que la mejor manera de identificación era a través de las iniciales, pero que en ausencia de esa posibilidad la otra forma de identificación era mediante una descripción de la pieza.

"Ahí te puedo abundar en eso", respondió al abogado cuando preguntó cuán importante era la envoltura primera de la pieza en el proceso de cadena de custodia de la evidencia.

Después el testigo repitió en varias ocasiones que "no recuerdo" si los cuatro hisopos con manchas de aparente sangre levantados de la casa en Villa Carolina, donde vivían el acusado y la víctima, tenían las iniciales de la agente Aquino Fariña cuando los recibió.

También respondió que "no recuerdo" sobre si él le pidió a la agente que colocara sus iniciales en los mangos de los hisopos.

Posteriormente Rivera Alicea señaló a la fiscal Méndez Ríos que en los casos donde los hisopos llegan sin identificación pide al agente que los entrega que coloque sus iniciales y número de placa en los mangos de los mismos para consignar el manejo y tránsito de los hisopos.

En este caso donde no se existe el cuerpo de la víctima, el Ministerio Público intenta mostrar a través de las muestras de sangre la forma en que asegura murió la bailarina.

Según la teoría del Ministerio Público, Torres Pacheco recibió un golpe con un objeto contundente mientras estaba en la van. La mujer se desangró en el asiento del pasajero y luego su cuerpo fue arrastrado hacia la parte trasera de la van.

El juicio continúa el jueves.