La seróloga y experta en ADN Carmen Tirado Neris, del Instituto de Ciencias Forenses, detectó un perfil genético parcial de más de un hombre en una mancha de aparente sangre que se identificó en el pasillo frente a la habitación principal de la casa en Villa Carolina donde residían la bailarina Yexeira Torres Pacheco y el expolicía Roberto Quiñones Rivera.

Pero la perito descartó que ese perfil genético fuera de Quiñones Rivera, acusado de cargos de asesinato y de destrucción de prueba por la muerte y desaparición del cuerpo de su novia.

"Presenta un perfil genético parcial de más de una persona, específicamente del género masculino", afirmó Tirado Neris.

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En su cuarto día en la silla de los testigos, la seróloga explicó que comparó la muestra del pasillo con muestras de saliva tomadas al acusado y a su sobrino Javier Sánchez Salamán.

"De la mezcla del perfil genético masculino (de la pieza de evidencia) se excluyeron a Roberto Quiñones Rivera y a Javier Sánchez Salamán", respondió a una pregunta de la fiscal Alma Méndez Ríos.

Ante el juez Francisco Borelli, del Tribunal de Carolina, detalló que no sometió la mancha de aparente sangre a una prueba para identificar sangre humana, pero no explicó las razones para descartar ese tipo de análisis.

La perito también apuntó que detectó un perfil genético de más de una mujer en otra mancha de aparente sangre recolectada de una blusa blanca hallada en una bolsa plástica que estaba en la habitación principal de la residencia de la pareja.

La seróloga tampoco sometió esa pieza de evidencia a una prueba para confirmar presencia de sangre.

"Se detectó un perfil genético de mezcla de más de una persona siendo el mayor contribuyente del género femenino", apuntó Tirado Neris.

"No se puede descartar que el perfil genético de la mayor contribuyente sea la hija biológica de Iris Pacheco Calderón y de Víctor Torres Santiago", agregó.

Al inicio de su testimonio, la testigo explicó que en este caso no existía una prueba de referencia de Yexeira, cuyo cuerpo no ha aparecido.

Ante este escenario, tomó una muestra de referencia a sus padres biológicos para establecer un perfil genético que posteriormente comparó con las muestras de origen desconocido en las piezas de evidencia.

En torno a las muestras tomadas en la guagua del acusado, la testigo indicó que excluyó que su ADN y el de su sobrino fueran los encontrados en muestras que se identificaron en el plafón y en la puerta trasera del vehículo.

Pero en muestras tomadas de una puerta lateral, un pedazo de vinil del área donde descansa la cabeza en el asiento del pasajero y un envase de gasolina detectó un perfil genético que corresponde al de una hija biológica de los padres de Yexeira.

No sometió ninguna de esas piezas a una prueba para detectar sangre.

La única pieza de este grupo que sometió a la prueba para detectar sangre -un pedazo de tela de una butaca en la cabina- resultó ser un fluido biológico que la perito no pudo identificar. Esa prueba arrojó un perfil genético de hombre que no pertenecía al acusado.

En el inicio del contratainterrogatorio del licenciado Jorge Gordon Menéndez, la seróloga aceptó que manchas que parecen sangre a simple vista luego pueden arrojar un resultado negativo.

"Eso pasó en la butaca de la cabina", afirmó.

También aceptó que personas que no tienen relación pueden tener marcadores genéticos que coincidan.

El juicio continúa mañana, miércoles.