Vega Baja- Jesús D. Hernández Otero pudo haber sido asesinado por ser homosexual y en esa dirección se maneja la investigación que realiza el Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Vega Baja.

Según indicó esta tarde el jefe de la unidad investigativa, el teniente Rafael Oquendo, esa es la "teoría principal" de la pesquisa que, según expresó, está bastante adelantada.

"La teoría principal de la investigación es ese ángulo. Puede haber otro ángulo como el robo, pero de la información que tenemos en nuestro poder preliminarmente apunta a un crimen de odio", sostuvo el oficial.

El cuerpo de Hernández Otero fue encontrado este miércoles en la mañana flotando en el área de la playa frente al sector conocido como El Caracol en la carretera PR-165, jurisdicción de Dorado. El cadáver, sin pantalones, presentaba heridas de bala en el abdomen, las piernas y una de defensa en el brazo derecho.

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El vehículo del joven de 21 años, un Ford Taurus color vino, fue localizado esta mañana prendido y con las puertas abiertas en el sector Kuilan, de Dorado y presentaba manchas de sangre en el lado del pasajero. No se identificaron orificios de bala.

Precisamente la ubicación del vehículo le da una pista valiosa a los investigadores.

"Entendemos que (la o las personas vinculadas) conocen el área", afirmó Oquendo.

Hernández Otero fue visto por última vez con vida el martes a las 12:30 a.m. cuando salió de su casa en el sector Veve Calzada, de Fajardo. El destacado voleibolista a nivel universitario con la Universidad del Este (UNE) -institución con la que ganó dos títulos de la Liga Atlética Interuniversitaria en el 2011 y 2012-, le dijo a su hermana mayor que saldría un momento de su casa y nunca se supo más de él.

Oquendo reveló que justo antes de salir de su casa, Hernández Otero sostenía una conversación por medio de la red social Facebook con un hombre que es considerado persona de interés en el caso, aunque no necesariamente sospechoso de su muerte.

El oficial indicó que se hacían gestiones para localizar a la persona y contestó con un "no necesariamente" a la pregunta de si entienden que los hombres se citaron en algún lugar. No quiso precisar si esa persona figura entre sus "amigos" en Facebook y tampoco precisó si la familia de la víctima alega conocer a la persona.

El teniente Oquendo, quien descartó el trasiego de drogas como móvil del crimen, no precisó cuántas personas considera sospechosos en el caso.

"Estamos en una etapa preliminar, pero adelantada", dijo.

Al preguntársele a qué se refería por "adelantada" contestó: "Tenemos buena información que nos puede ayudar al esclarecimiento del caso".

Entre otros avances en la pesquisa, la Policía logró identificar negocios en "varios" pueblos a los que acudió Hernández Otero desde el momento en que salió de su casa hasta la madrugada de hoy, miércoles. Oquendo no quiso precisar los pueblos, pero sí reconoció que se cuenta con vídeos de cámaras de seguridad en que aparece el voleibolista que al momento cursaba estudios en la Universidad del Turabo (UT), a donde solicitó transferencia desde la UNE.

Este medio supo que gracias a información que aparece en su cuenta de banco se pudo identificar una megatienda y un centro comercial, ambos en Toa Baja, como lugares donde se hicieron transacciones con las tarjetas de la víctima.

Como parte de las gestiones investigativas, Oquendo indicó que se ocupó la computadora del joven y también se solicitarán órdenes judiciales para tener acceso a las llamadas telefónicas que se registran en el celular de Hernández Otero y a los vídeos de seguridad. De hecho, en la investigación cooperan los Cuerpo de Investigaciones Criminales de Fajardo y Caguas.

Oquendo indicó que Hernández Otero no tenía récord delictivo y lo consideran un miembro "productivo" de la sociedad.

Se considera un crimen de odio todo aquel delito motivado por el prejuicio contra la víctima ya sea por razón de su raza, sexo, orientación sexual, género, origen, estatus civil, impedimento físico o mental, condición social, edad, creencias religiosas o políticas, entre otras.

Incrédulos los familiares

A preguntas de la prensa en el CIC de Vega Baja, Walter Encarnación, padrastro de Hernández Otero, aseguró que la familia no conoce de alguien que quisiera hacerle daño al joven, quien estudió administración de empresas en la UNE y actualmente estudiaba diseño de modas en la UT.

"Era bien amigable, un deportista increíble. No teníamos ninguna queja de ninguna índole. Era tremendo muchacho y no entendemos por qué sucedió esto", dijo el hombre, quien conoció a Hernández Otero hace tres años.

El hombre explicó que temprano el martes recibió una llamada de su esposa en que le indicaba que Jesús no había regresado a la residencia tras salir en la noche.

"Ya yo sospechaba que algo raro pasaba", dijo. "Uno siempre guarda la esperanza de que aparezca, pero no fue así".

Aunque la investigación policiaca está enfocada en el crimen de odio, Encarnación teoriza que su hijastro no tenía intenciones de alejarse mucho de su casa en la noche del lunes -salió en pantalones cortos y chancletas- y que posiblemente pudo ser atacado y secuestrado.

"No había por qué llegar a esta área", dijo en referencia al lugar en que fue encontrado muerto en Dorado.

Alex Figueroa y Maribel Hernández colaboraron en esta historia.