Tras recibir las instrucciones que “guiarán” su determinación en el juicio federal contra el productor Sixto Jorge Díaz Colón, conocido como Sixto George, el jurado podría comenzar a deliberar mañana, jueves.

Lo harían luego de escuchar las argumentaciones finales, que estarán a cargo del fiscal federal Michael Nicholas Lang y del abogado de defensa, Rafael Castro Lang.

Al culminar el día, el juez federal Francisco Besosa anunció que estas argumentaciones finales comenzarán a las 9:00 a.m.

Castro Lang, quien tiene la voz afectada a causa de una laringitis, adelantó que solicitó una hora para exponerle al jurado por qué su cliente no cometió los delitos que se le imputan. Sin embargo, el juez no ha anunciado el tiempo que se concederá.

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Díaz Colón fue acusado por un gran jurado en enero de 2021 por extorsión, intento de extorsión y destruir o alterar récords en medio de una investigación federal, en relación a la revelación del controvertible chat de Telegram que ocasionó que el pueblo se tirara a la calle a protestar durante el verano del 2019. La situación llevó al exgobernador Ricardo Rosselló a renunciar a su cargo el 24 de julio de 2019.

Para encontrar culpable o no culpable a Díaz Colón, las siete mujeres y cinco hombres que forman parte del jurado deben llegar a un acuerdo unánime. De no alcanzar un consenso, se tendría que realizar un nuevo juicio con otro jurado.

Este jurado seleccionado para enjuiciar a Díaz Colón, además de tener un balance por género, también muestra igual representación entre jóvenes y adultos. Durante los ocho días que han transcurrido de juicio, se han mostrado muy atentos y alertas.

De hecho, en la tarde de este miércoles se les notó muy concentrados cuando el juez Besosa impartió las instrucciones que los llevarían a tomar una determinación que podría representar que Díaz Colón enfrente una pena máxima de 20 años de prisión.

Este proceso de impartir las instrucciones resultó particular, ya que contó como espectador al jefe del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) en la Isla, Joseph González, y el fiscal federal Héctor Ramírez Carbó. Además, estuvo en sala el abogado Francisco Rebollo.

Tras recibir las instrucciones que “guiarán” su determinación en el juicio federal contra el productor Sixto Jorge Díaz Colón, conocido como Sixto George, el jurado podría comenzar a deliberar mañana, jueves.

Lo harían luego de escuchar las argumentaciones finales. Estas estarán a cargo del fiscal federal Michael Nicholas Lang y del abogado de defensa, Rafael Castro Lang.

Al culminar el día, el juez federal Francisco Besosa anunció que estas argumentaciones finales comenzarán a las 9:00 a.m.

Castro Lang, quien tiene la voz afectada a causa de una laringitis, adelantó que solicitó una hora para exponerle al jurado por qué su cliente no cometió los delitos que se le imputan. Sin embargo, el juez no ha anunciado el tiempo que se concederá.

Díaz Colón fue acusado por un gran jurado en enero de 2021 por extorsión, intento de extorsión y destruir o alterar récords en medio de una investigación federal, en relación a la revelación del controvertible chat de Telegram que ocasionó que el pueblo se tirara a la calle a protestar durante el verano del 2019. La situación llevó al exgobernador Ricardo Rosselló a renunciar a su cargo el 24 de julio de 2019.

Para encontrar culpable o no culpable a Díaz Colón, las seis mujeres y seis hombres que forman parte del jurado deben llegar a un acuerdo unánime. De no alcanzar un consenso, se tendría que realizar un nuevo juicio con otro jurado.

Este jurado seleccionado para enjuiciar a Díaz Colón, además de tener un balance por género, también muestra igual representación entre jóvenes y adultos. Durante los ocho días que han transcurrido de juicio, se han mostrado muy atentos y alertas.

De hecho, en la tarde de este miércoles se les notó muy concentrados cuando el juez Besosa impartió las instrucciones que los llevarían a tomar una determinación que podría representar que Díaz Colón enfrente una pena máxima de 20 años de prisión por cada uno de los cargos que se le imputa.

Este proceso de impartir las instrucciones resultó particular, ya que contó como espectador al jefe del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) en la Isla, Joseph González, y el fiscal federal Héctor Ramírez Carbó. Además, estuvo en sala el abogado Francisco Rebollo.

Las instrucciones

Durante el inicio de las instrucciones, el juez Besosa le indicó al jurado que estas “los guiará en sus deliberaciones y decisiones”.

Les pidió que “más allá de toda opinión, deben actuar según la ley”. Expuso que no se pueden dejar “persuadir” por ninguna parcialidad, simpatía u opinión pública al tomar una decisión.

“Usted solo puede considerar la evidencia presentada en el juicio”, les enfatizó.

Besosa dejó claro que es el gobierno de los Estados Unidos el que tiene que probar el caso contra Díaz Colón “más allá de duda razonable”.

Dijo que para declararlo culpable deben estar “convencidos que el gobierno probó” que el acusado intentó obtener algún bien o propiedad de una persona, que intentó extorsionar, que afectó el comercio interestatal, que se cometieron los pasos para cometer un crimen y que destruyó evidencia del caso por el cual era investigado, entre otras cosas.

Además, el juez federal también le explicó al jurado las definiciones legales de extorsión, intención de extorsión y destrucción de evidencia.

Besosa le indicó que el acusado no tenía que obtener nada a cambio, como un bien o dinero, para haber cometido un delito.

Sobre la prueba presentada, el juez federal le aclaró al jurado que, si entienden que la grabación que la Fiscalía federal presentó sobre una conversación que sostuvo Díaz Colón con el principal testigo del caso, el exsecretario de Asuntos Públicos bajo la administración Rosselló, Anthony Maceira Zayas, en el restaurante Il Postino el 16 de julio de 2019, no es entendible, pueden descartarla como evidencia. Esto, a pesar que el fiscal federal les suministró una transcripción en inglés y en español de lo que supuestamente se dijo en ese encuentro.

En este audio, según trascendió durante el juicio, Díaz Colón expone los supuestos pedidos y favores que solicitó a Maceira Zayas para extorsionarlo y que dieron paso a la acusación federal.

Para analizar si Díaz Colón es culpable o no culpable, el jurado tendrá que establecer la credibilidad que tiene cada uno de los testigos, les expuso el juez.

En este caso, el testigo principal de la Fiscalía federal alegó durante el juicio que Díaz Colón supuestamente le pidió en dos instancias, el 21 de junio y el 16 de julio de 2019, $300,000 para pagarle a Raúl “Raulie” Maldonado Nieves, quien es hijo del exsecretario de Hacienda, Raúl Maldonado, para que este no revelara el contenido del chat de Telegram u otros chats adicionals.

Además, le atribuyó haberle solicitado ayuda en el gobierno para renovar dos contratos con las corporaciones Collective Impact y Social Consulting, en las que el acusado estaba implicado.

Maceira Zayas alegó que Díaz Colón le anticipó que recibiría $2,000 mensuales de cada una de las corporaciones, si los contratos de estas corporaciones eran renovados con el Departamento de Hacienda y la Oficina de Gerencia y Presupuesto, respectivamente.

Asimismo, el testigo principal alegó que Díaz Colón solicitó un contrato para sí en el gobierno para colaborar a mejorar la imagen de Rosselló, anuncios gubernamentales para un segmento de buenas noticias a favor de dicha administración en el programa que producía, Nación Z, así como dinero para pagarle a personalidades públicas para que defendieran públicamente al exmandatario.

Trascendió que supuestamente Díaz Colón solicitó $50,000 para pagarle al manejador del programa “La Comay”, Antulio “Kobbo” Santarrosa, para que cambiara la narrativa en favor de Rosselló y detuviera el pedido de renuncia en aquel turbulento verano del 2019.

Sobre la destrucción de evidencia, Maceira Zayas y el agente investigador del caso por el FBI, Juan Carlos López, testificaron que Díaz Colón borró los mensajes de Telegram que se alega emitió con relación a la petición de extorsión.

La eliminación del chat se alega ocurrió el 26 de julio de 2019, el día que el FBI tocó a la puerta de la residencia de Díaz Colón.

Insatisfecho

A su salida del Tribunal Federal de Distrito para Puerto Rico, con sede en el Viejo San Juan, el abogado de defensa dijo que no estaba complacido con las instrucciones emitidas por el juez al jurado y expuso que sometió alrededor de 12 objeciones de las mismas.

A su regreso a sala, el juez no emitió ningún cambio ni clarificó ninguna de las instrucciones que ya había impartido.

Una de las objeciones de Castro Lang estaba centrada en que se debía incluir que “un informante no se puede considerar como un participante en un delito, porque el informante está actuando conforme a la ley. Entonces, ¿qué pasa? Que Maceira (Zayas) no puede ser un cómplice, porque él estaba actuando con el FBI. ¿Quién queda para estar asistiendo en común acuerdo? No hay nadie”.

Poco después, añadió que “Maceira (Zayas) no se puede considerar como un cómplice de Sixto, porque Maceira era informante para el gobierno”.

El abogado también esperaba que se le expusiera al jurado lo que pudiese resultar como un “entrampamiento”.

Cabe recordar que Díaz Colón alegó ante la prensa que el agente investigador del FBI y otros agentes que lo visitaron a su hogar el 26 de julio de 2019 lo “entramparon” para que se comunicara con Maldonado Nieves y le ofreciera los $300,000 para detener la presunta divulgación de chats adicionales que afectaran la imagen de Rosselló.

“Entrampamiento es porque el gobierno fue el que orquestó todo esto. El gobierno fue el que orquestó todo esto. Ellos son los que se metieron en julio 26 a que él (Díaz Colón) hiciera una llamada a Raulie. Él no lo hizo por su cuenta. Entonces, ahora van usar la llamada que él hizo que ellos quisieran que hiciera para decir: ‘mira, él extorsionó’. Eso es una ridiculez, usted me perdona”, indicó Castro Lang.

De paso, el abogado de defensa justificó el que no presentara prueba para exculpar a su cliente. Insistió que es la Fiscalía federal quien debe probar que Díaz Colón cometió algún delito.

Finalmente, Castro Lang auguró que su cliente será exonerado por el jurado.

Alegó que lo que ocurrió entre su cliente y Maceira Zayas fue “una conversación que no excede de nada, o sea, no es delito. La conversación que tuvo no llega al punto, no cualifica para llenar los requisitos de una tentativa, no los llena. Es decir, que yo estoy confiado que, si el jurado oye argumentación de mañana, (jueves), se van a dar cuenta que este es un caso que nunca se debió haber radicado”, concluyó.