Después del choque que arrancó la vida a la cantautora Ivania Zayas Ortiz, el Sistema de Emergencias 9-1-1 recibió dos llamadas de conductores que observaron a una guagua azul embestir a la mujer, de 38 años, sin detenerse la madrugada del 8 de febrero pasado.

"Por favor, estamos detrás de una persona que atropelló a una muchacha y la mató", apuntó una voz de mujer al operador del 9-1-1.

"Es una guagua GMC Azul, tablilla ETH 197", agregó otra voz de hombre.

Ayer, lunes, en el primer día de la vista preliminar en alzada que se sigue contra Tyrone Rohena Vélez, acusado de homicidio negligente por la muerte de la artista, el Ministerio Público presentó las llamadas como parte del desfile de prueba.

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"Se nota que el cristal está roto al frente. Es un muchacho", apuntó la voz de mujer en la llamada.

Atenta, la jueza Nerisvel Durán Guzmán, del Tribunal de San Juan, tomó notas de las dos llamadas que alertaron a las autoridades sobre el accidente ocurrido en la intersección de la PR-3 y la PR-181 en Río Piedras.

En la otra llamada, Luis Velázquez Gómez informó a dos operadoras que perseguía a una guagua que recién había atropellado a una muchacha.

Agitado y nervioso, el hombre describió la persecución a las mujeres que parecían no entender el número de tablilla que ofrecía el primer testigo de cargo.

"Eco, Héctor, Torres, 197", repitió Velázquez Gómez, quien persiguió la guagua Envoy Azul hasta que entró al residencial Villas de Lomas Verdes en Cupey.

"Cálmate para poder entenderte", respondió una de las operadoras.

Como parte del intercambio, Velázquez Gómez también pidió a las operadoras que enviaran una ambulancia al lugar del accidente para ofrecer asistencia a la mujer que yacía en el pavimento.

Antes de las grabaciones, el hombre declaró en sala que la noche del 7 de febrero había salido a dar una vuelta y que de regreso a su hogar en Trujillo Alto, observó a Zayas Ortiz pasar por el lado de su Toyota Corolla.

"Es un área semioscura. No está bien iluminada, pero se puede ver", indicó a preguntas de la fiscal María Teresa Carro Lahongrais.

"Ella cruza hacia la isleta y se para. Era una muchacha esbelta, con mahones azules. Intercambiamos mirada, una mirada muy linda, muy bella", agregó.

Apuntó que la mujer "no parecía agitada" cuando cruzó la vía pública con luz en su contra y fuera del cruce peatonal.

"Estaba mirando los carros, a ver si venían. En ese momento no había carros", indicó Velázquez Gómez.

"Ella cruza el carril y cuando está llegando al segundo carril, una guagua oscura la impacta por el lado derecho frontal de la guagua", abundó.

Velázquez Gómez señaló que escuchó el sonido del golpe, pero que no escuchó un ruido de frenos.

Como el conductor no se detuvo, Velázquez Gómez persiguió la guagua hasta que la perdió de vista cuando entró al residencial público Villas de Lomas Verdes. Durante la persecución, el testigo se mantuvo hablando con dos operadoras de 9-1-1, a quienes describía sus movimientos. 

En el contrainterrogatorio del licenciado Luis Berríos Rosario, el testigo reconoció que había detalles de esa noche que no recordaba.

Por ejemplo, no pudo precisar con certeza si había sido entrevistado por un agente de la División de Tránsito en el área del accidente.

También pareció incómodo con las preguntas del abogado defensor, situación que provocó que la jueza Durán Guzmán le instruyera a no argumentar con Berríos Rosario y limitarse a responder a sus preguntas.

Aceptó que Zayas Ortiz cruzó la avenida con la luz en su contra, pero a favor de los carros que discurrían por la PR-3 o 65 de Infantería.

Respondió, además, que la mujer fue atropellada como a 4 o 5 segundos de haber abandonado la isleta.

El agente Manuel Grego López, del Precinto de Cupey, explicó que se encontró con Velázquez Gómez en una farmacia que ubica a la entrada a la entrada del complejo de vivienda en Cupey.

Como parte de su testimonio, apuntó que identificó la guagua en el estacionamiento del residencial Villas de Lomas Verdes y que la guagua tenía el cristal roto, el bonete hundido y le falta la parrilla delantera.

El Ministerio Público, representado por Carro Lahongrais, Jimara Gabriel Maisonet y Lisette Sánchez Vázquez, acudió en vista preliminar en alzada luego que el juez Enrique Silva Avilés encontró causa por un cargo de homicidio negligente menos grave y no por el cargo de homicidio negligente en la modalidad grave por cometer los alegados hechos con claro menosprecio por la seguridad de los demás.

La modalidad menos grave contempla una pena de tres años de cárcel, mientras que la grave supone una pena de ocho años.

Rohena Vélez, de 27 años, también enfrenta un cargo de abandono de la escena del choque fatal y otro cargo menos grave, por conducir con una licencia vencida. Estos cargos no se ventilan en la vista preliminar en alzada.

La vista continúa esta tarde.

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