Durante la madrugada del 8 de febrero pasado, la cantautora Ivania Zayas Ortiz cruzaba la Avenida 65 de Infantería en Río Piedras cuando una guagua GMC Envoy azul la embistió y su conductor continuó la marcha, testificó hoy, viernes, Luis Roberto Velázquez Gómez.

En el primer día de la vista preliminar contra Tyrone Rohena Vélez, imputado de atropellar con su vehículo a la artista, el testigo Velázquez Gómez explicó que, al volante de su vehículo, se encontraba detenido en la intersección de las vías PR-3 y PR- 181 cuando observó a la mujer caminar hacia la isleta.

"Cuando estoy esperando el cambio de luz roja, a las 12:35 a.m. o 12:23 a.m., me pasa una muchacha por el lado. No era ni flaca, ni gorda. Tenía una mirada y ojos espectaculares. Me quedé impactado por su mirada", declaró el testigo a preguntas de la fiscal María Teresa Carro Lahongrais.

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Ante el juez Enrique Silva Avilés, del Tribunal de San Juan, Velázquez Gómez apuntó que observó a la mujer mirar a la izquierda antes de cruzar la avenida.

"Camina el primer carril y camina unos dos o tres pasos del segundo cuando veo un carro como un celaje", indicó al tiempo que el licenciado Luis O. Berríos Rosario objetaba la caracterización.

"Iba por el carril del centro cuando este carro la impactó por el lado derecho", agregó.

Por el golpe, Zayas Ortiz soltó un grito de desesperación, de acuerdo al primer testigo del Ministerio Público, representado por Carro Lahongrais y Jimara Gabriel Maisonet.

"La cabeza gira por el impacto, que lo oigo en ese momento. No oigo el chillado del frenazo de goma. El vehículo sigue", señaló en una sala repleta de familiares de la víctima.

Relató que como la guagua de cristales ahumados no se detuvo decidió seguir el vehículo para tomarle la tablilla. Luego detalló la larga travesía que realizó entre Río Piedras y Cupey, mientras se mantenía en comunicación con el Sistema de Emergencias 9-1-1 a través de su teléfono celular.

Precisó que en un momento cuando la guagua se detuvo en una luz, en el área de la barriada Venezuela, logró tomar la tablilla de la guagua (ETH 197). En ese momento, también observó que se trataba de una guagua Envoy Azul oscura. Esa información la transmitió inmediatamente al operador del 9-1-1.

Velázquez Gómez también contó que la guagua rebasó varias luces antes de incursionar en un sector de Cupey, que le pareció peligroso y que por ello decidió detener la persecución y esperar por la llegada de la Policía.

En el contrainterrogatorio, Rodríguez Rosario, quien comparte labores con el licenciado Víctor Miranda Corrada, siguió una línea de preguntas para resaltar que el testigo no había podido ver al conductor o conductora del vehículo.

El testigo también admitió que no había luz en el punto donde intentaba cruzar la avenida Zayas Ortiz, aunque describió el área como semi oscura porque había alumbrados pequeños en el elevado.

"No está en el cruce peatonal", respondió sobre el punto que escogió Zayas Ortiz para cruzar la vía.

Sobre las señales de los semáforos, dijo "tenía que estar verde la luz de la 65 de Infantería.... La de nosotros (la víctima y él) estaba roja”.

Confrontado con el dato de que había declarado que la guagua había golpeado a la mujer por el lado derecho, pero que su cuerpo cayó en el carril izquierdo, Velázquez Gómez contestó que eso se podía explicar "por las leyes de física" porque el vehículo pudo haber girado hacia ese lado al golpearla y "por el sentido común".

Además, indicó que en su declaración no consignó que la guagua tenía cristales oscuros.

El agente del Precinto de Cupey, Manuel Grego López, por su parte, declaró que arribó al lugar donde Velázquez Gómez se estacionó, tras abortar la persecución de la guagua involucrada en el accidente que apagó la vida de Zayas Ortiz.

Explicó, a preguntas de la fiscal Carro Lahongrais, que entró en patrulla junto a otro agente al sector donde Velázquez Gómez había observado entrar el vehículo que perseguía. Allí ubican tres residenciales públicos.

Señaló que en el primer complejo de vivienda, Villas de Lomas Verdes, identificó el vehículo en cuestión e inmediatamente custodió la guagua que posteriormente fue sellada por la Policía y fotografiada en el lugar.

"Tenía el bonete hundido y el cristal frontal estillado", afirmó.

En el contrainterrogatorio del licenciado Rodríguez Rosario, el agente señaló que Velázquez Gómez lucía nervioso cuando conversó con él esa madrugada.

"En momentos sí y en momentos no", respondió sobre si el hombre se expresaba bien esa noche.

Indicó, además, que el hombre lloró al narrar lo que había visto.

La vista preliminar contra Rohena Vélez continuará las tardes del 12 y 13 de mayo.

El hombre, de 27 años, enfrenta un cargo de homicidio negligente y otro por abandonar el lugar del accidente. Actualmente se encuentra libre bajo fianza y con supervisión electrónica.