En unas horas del reinicio de clases presenciales en la región educativa de Ponce del Departamento de Educación, todavía existe incertidumbre sobre cuáles escuelas abrirían finalmente, pues muchos están en la zona cero y ninguno cuenta con una certificación actualizada de un ingeniero estructural, más allá de la otorgada durante la inspección realizada días después del terremoto de magnitud 6.4 ocurrido el martes, 7 de enero de 2020.

Mientras, en otras escuelas se observa el movimiento de trabajadores para cumplir, a última hora, con el acondicionamiento de las estructuras antes de que suene el timbre este miércoles en una región integrada por 12 municipios y a donde aún los temblores atemorizan a la ciudadanía.

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Ponce

La escuela elemental Ernesto Ramos Antonini en el barrio Cantera de Ponce, que pasado domingo sirvió como refugio ante el paso de la tormenta Grace, presenta una serie de daños en gran parte de las 183 columnas cortas, así como en paredes, techos, piso, aceras, baños inservibles y varillas expuestas.

Sin embargo, nuestro intento por entrevistar a la directora Wanda Maldonado no fue posible ya que nos dejó esperando afuera del portón que da acceso al estacionamiento, a donde curiosamente varios caballos campean por el lugar.

El maestro de Estudios Sociales, Edgardo Alvarado Grau, resaltó que “la inspección que está en el Departamento de Educación, de los días 28 y 29 de enero de 2020, no contempla daños que ahora mismo se ven en una inspección ocular. Esa escuela en ese momento clasificó amarillo, pero los daños actuales son de gran preocupación y no la hace apta para recibir a nadie”.

Esa escuela tiene área como baños que se contempla utilizarlos ahora y el mismo informe inicial dice que no se pueden usar. Ese edificio ahora mismo tiene daños en las columnas cortas de los salones que se quieren utilizar porque la directora y la región plantean que nosotros usemos los edificios contiguos al principal que fue el más afectado, que está clausurado y no se puede usar”, advirtió.

“El edificio que nos quieren asignar para el grupo de cuatro a octavo grado y un grupo de autismo… en un salón lo tendrá que compartir el grupo de autismo con otro grupo y lo tienen dividido con armarios. No tiene una división ni de acordeón ni de paneles… simplemente armarios”, denunció.

Sostuvo que el edificio no es apto para recibir a nadie, sobre todo, a los alumnos que estarían en riesgo en caso de otro sismo.

No se recomienda porque si ahora mismo hay un movimiento telúrico, esos armarios le caen encima a los estudiantes. Segundo, no es pedagógico y, al hacer eso, queda solamente una entrada y salida al salón. Vamos a estar con niños que por su condición de autismo van a estar expuestos al ruido y sonido de los maestros que vamos a estar dando clase al lado”, resaltó.

“Más que el protocolo del COVID, lo más preocupante es que puedes ver el daño en las paredes de la base del edificio, en las paredes de contención que ya están afectadas, las columnas del edificio tienen grietas. La directora escolar no permitió la entrada de los medios”, expuso.

Por su parte, la maestra de Ciencias, Aracelys Rivera Cosme, detalló que los terremotos hicieron que el edificio se levantara por la parte de atrás.

“Entendemos que no fue la primera vez porque le pusieron cemento y ese cemento se levantó también, así que sigue habiendo movimiento en el edificio que se quiere utilizar. Las aceras que dan a la entrada del primer piso se hundieron y eso no aparece en la inspección. Si necesitamos desalojar el salón por una emergencia, eso no va a ser posible porque en algunos salones, hay puertas que no abren”, insistió.

“La razón primordial es que la escuela no presenta seguridad a simple vista. Necesitamos una certificación que nos garantice que el edificio es seguro porque realmente no lo creo, porque en este caso, las paredes hablan y las grietas están mucho más pronunciadas de lo que el informe dice”, agregó.

Otro plantel que ha levantado preocupación es la Escuela Vocacional Bernardino Cordero Bernard, a donde ayer se observaba el inicio de labores del personal, pero algunas partes del edificio revelan la huella inequívoca de los terremotos. Allí también se ubicarían a estudiantes de la escuela superior Dr. Manuel de la Pila Iglesias en días alternos.

De otra parte, el Complejo Ferial que está ubicado cerca de la zona tsunami, albergará varias escuelas elementales, que, en un principio eran nueve, pero según el listado de ORE publicado el 2 de agosto en su página de Facebook estarían cientos de estudiantes de unos cinco planteles en modalidad de ‘interlocking’, entre estos, Aurea Rivera Collazo, Julio Collazo Silva, Carmen Solá de Pereira, Andrés Grillasca Salas y Rodulfo del Valle.

No obstante, el director regional Roberto Rodríguez no estuvo disponible para entrevista, y tampoco el Departamento de Educación nos envió el documento actualizado de las escuelas que finalmente comenzarían presencial mañana, miércoles.

De hecho, el alcalde Luis Manuel Irizarry Pabón, quien es médico internista de profesión, exigió ayer al gobernador Pedro Pierluisi y al secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés, que aplacen el inicio de clases presenciales durante dos meses ante el peligro de contagio con la variante delta del COVID-19 que en este momento presenta un serio repunte.

Irizarry Pabón sostuvo que insistir en esto es exponer a un ambiente inseguro a los estudiantes menores de 12 años que no están vacunados.

“La cantidad de víctimas del COVID-19 ya casi ronda en el número de pérdidas después del huracán María. Esto es una emergencia que debemos atender seriamente como País”, sentenció.

“Se ha hablado sobre la salud emocional de los menores, la cuarentena y las clases virtuales. Eso es un aspecto que se puede trabajar más adelante porque los niños son más resilientes que los adultos. Nos compete explicarles y protegerlos”, acotó.

Peñuelas

Los estudiantes peñolanos cuentan con seis planteles escolares, pero solo uno pretende iniciar operaciones este miércoles.

Sin embargo, Manuel Díaz, padre de dos menores matriculados en el sistema público de enseñanza, expuso que ninguno de los planteles puede operar porque no cuenta con un documento actualizado y firmado por un ingeniero estructural que certifique la seguridad de los edificios.

“Ninguna escuela en Peñuelas puede abrir hasta que no venga un ingeniero estructural y la certifique que está apta. Todo el mundo sabe que después de esas certificaciones viejas ha seguido temblando”, afirmó.

Señaló, que la única escuela que pretende reiniciar clases presenciales es la Segunda Unidad Tallaboa Alta, pues, presuntamente, los demás estarán a distancia.

“Esa escuela tiene daños significativos en el comedor escolar, igual que en dos salones de clase y el director dice que la va a abrir porque el director de ORE le dijo que tenia que abrir. Le dije que era un peligro, y aun así dijo que si, que la va a abrir. Aunque me dijeron que la escuela fue certificada por un ingeniero estructural y por Comedores Escolares, se la pedí al director y me tuvo que admitir que no existía ninguna certificación”, confesó.

“De hecho, en ninguna escuela de Peñuelas fue inspeccionada por el Departamento de Salud. La cosa está mal por lo del COVID, aquí en Peñuelas hay un brote de micoplasma… no están listas. Este fin de semana hizo un temblor y ha seguido temblando. Nosotros, los padres, no vamos a permitir que los estudiantes entren”, advirtió.

De otra parte, Díaz mencionó el estatus de los otros planteles peñolanos.

La Escuela Adolfo Grana, el gobierno central asignó $400,000 al municipio de Peñuelas para que arreglara esa escuela. El alcalde decía que la única escuela que estaba apta era esa y cuando yo me presenté a la escuela, era imposible que los estudiantes entraran… ventanas rotas, grietas, columnas que se veían las varillas. En esa escuela, hay unos salones vocacionales que le levantas el plafón y lo que tiene son ratas. No está apta”, dijo.

“Esa escuela nunca fue certificada por los temblores, ni en enero del 2020 ni actualmente por ningún ingeniero estructural. Hablé con el director Miguel Rodríguez y se lo dije, que, si iban a meter estudiantes, me tenía que presentar una certificación, y él me dijo que se lo comunicó al secretario del Departamento de Educación y le dijo que hasta que no tuviera una certificación, no se abriría el plantel. Van virtual”, indicó.

Explicó que, según la certificación de enero de 2020, los salones inspeccionados en la Escuela Elemental Daniel Webster presentan daños y no pueden ser utilizados “y otros salones no se pudieron inspeccionar porque no tenían llave y otros tenían plafón”.

La Escuela Rafael Irizarry tiene daños y allá es peor, le están poniendo ‘foam’ a las grietas, tampoco está certificada. La del barrio Encarnación ni Santo Domingo pueden abrir y la de Caracoles nunca fue inspeccionada. Lo extraño de esto es que todas las certificaciones que tiene el Departamento de Educación son de enero del 2020”, detalló. “Si tenemos que hacerle un piquete, se lo hacemos. En esos planteles, han tapado las grietas con mezcla lista y macilla, y pintar. Hay escuelas que le han metido hasta foam”.

Es completa negligencia e irresponsabilidad, tanto del director como del secretario del DE”, denunció.

Guayanilla

La Escuela Elemental Gloria María Borrero en el barrio Macaná en Guayanilla, es la manzana de la discordia a solo horas de empezar el curso escolar.

Esto, ya que varios maestros han señalado problemas con la ventilación, pues la escuela fue diseñada para usarse con aire acondicionado que parecen estar averiados.

Saimé Figueroa Rodríguez, una maestra de la Escuela Superior Asunción Rodríguez de Sala que compartirá en ese plantel mediante la modalidad de ‘interlocking’, dijo que, desde afuera, la estructura se ve nítida.

“Cuando fuimos a mediados de la semana pasada, se ve la estructura por fuera muy bien pintada, se hizo un buen trabajo en la fachada porque aparenta que la escuela está en buenas condiciones. Pero, por dentro, lo que encontramos en bastantes salones, es que los aires acondicionados no funcionaban y la escuela está diseñada para tener aire. Así que, el sistema de ventilación es bien limitado, estamos hablando de que cada salón tiene cuatro ventanas con un tipo de acrílico cristal que es imposible removerlo para que entre ventilación del exterior”, destacó.

“Encontramos una cantidad considerable de salones con los aires acondicionados dañados, que no tienen los filtros adecuados y requeridos para la situación de COVID. También encontramos conductos de aire acondicionado con hongos. Uno de los salones a los que tuvimos acceso, tenía hongo en las paredes, filtraciones en el techo y rastro de los terremotos”, añadió.

Aclaró, que luego de su visita, no sabe si la Autoridad de Edificios Públicos atendió sus reclamos, pero, algunos no se corrigen de la noche a la mañana.

“Por lo menos, hasta el miércoles fuimos enfáticos de que la escuela no estaba en condiciones para atender a nuestros estudiantes. Sobre todo, por el aspecto del hongo que es algo que no se pueda remover ahora para ahora… quizá pueden pintarlo, pero el hongo es algo más difícil cuando está en los conductos del aire. Es uno de los reclamos que estamos haciendo al Departamento de Educación, que se nos garantice que la ventilación y los aires acondicionados van a ser efectivos para nosotros estar allí con los estudiantes”, resaltó.

Agregó que la Autoridad de Edificios Públicos no cuenta con el personal especializado suficiente para arreglar el problema con los aires acondicionados, pues solo hay dos empleados en la región que cuentan con las destrezas para atender el asunto.

“Hay unos salones que se identificados que son para la población de Educación Especial, que tenían rastro de excreta de ratas y sabandijas, y otros salones que se van a usar del Programa de Comercio, que también tenían excremento de paloma en su entrada y en los laterales, donde se van a ofrecer esos cursos”, expresó.

“Queremos que se nos garantice que nuestras escuelas están en óptimas condiciones. El Departamento de Educación está improvisando bastante y no está tomando con seriedad la situación de nuestros pueblos aquí en el sur. No estamos listos para empezar el miércoles, hay muchos problemas de comunicación con ORE Ponce y nuestra escuela, las instrucciones son sumamente vagas”, indicó.

Por su parte, el alcalde de Guayanilla, Raúl Rivera Rodríguez, destacó que en ese pueblo se abrirán las escuelas Padre Nazario y la Gloria María Borrero, según confirmó el DE la pasada semana.

“La escuela Padre Nazario estaba en desuso y el municipio adquirió la responsabilidad de repararla y ahí vamos a estar recibiendo los estudiantes de la Herminio Arzola y la Dalila Torres”, manifestó.

El alcalde, quien hasta diciembre de 2020 fue director de la Escuela Gloria María Borrero, destacó que el director de la Autoridad de Edificios Públicos, Andrés Rivera, le aseguró que los problemas denunciados en ese plantel ya fueron corregidos.

“Se supone que esa escuela esté abierta y reciba los estudiantes de la escuela superior y los estudiantes de la Escuela Gloria Borrero, en ‘interlocking’, ambas escuelas. Hablé con el señor Andrés Rodríguez y me indicó que quedaban algunos salones de corregirle algunas cositas y esos salones finalizaron los trabajos entre jueves y viernes, en cuanto empañete, o corregir algún tipo de pintura y estaban trabajando con los aires acondicionados”, mencionó.

Asimismo, sostuvo que esa escuela comenzará clases presenciales mañana, “a menos que haya algún cambio que no me hayan notificado”.

“La escuela Francisco Rodríguez López llevaba tres años en desuso, desde María, y esa escuela, el municipio asignó la responsabilidad de repararla, pero, me salieron 35 columnas cortas y ahí estamos finalizando los trabajos, pero, no está lista hasta finales de este mes o principios de septiembre. Ahí vamos a recibir los estudiantes de la Arístides Cales y la Hipólito García que estarán virtual en lo que reparamos esa escuela”, resaltó.

Para el senador Ramoncito Ruiz Nieves, la Autoridad de Edificios Públicos no había culminado los trabajos en muchos planteles, especialmente en Juana Díaz, según salió a relucir durante una reunión que sostuvo el pasado sábado y a donde estuvo presente el secretario interino de Educación.

“Todavía los trabajos en las escuelas que pertenecen a la Autoridad de Edificios Públicos no están culminados; no solamente que sea pintura, los baños, las condiciones de las áreas verdes, sellado de techo, iluminación en gran parte de los salones. Independientemente de columnas cortas o no, hay muchas escuelas que no están aptas para abrir este miércoles”, señaló.

Asimismo, cuestionó que el Departamento de Educación no haya presentado las certificaciones actuales de los planteles que garanticen que las escuelas sean sismorresistentes y que se hayan corregido los problemas de columnas cortas.

Ahora, más que nunca con lo que pasó en Haití, con un terremoto de 7.2 luego de haber pasado un terremoto fuerte hace diez años y eso levanta otra alarma en Puerto Rico de qué podría pasar con esto, por eso es tan importante de, que las escuelas cuenten con la certificación de sismorresistente porque, no se trata ahora de si está en subasta o no, pero, la escuela ¿ya se corrigió el problema de columnas cortas?”, destacó.

Mencionó que, en Guánica, la Escuela María Luisa MCDougall se convirtió en refugio el pasado fin de semana y por eso, debe pasar por un nuevo proceso de limpieza y acondicionamiento, pues será receptora de unos mil estudiantes.

“Se habló de la escuela Franklin Delano Roosevelt y esperamos que se pueda equipar antes del miércoles para aliviar la carga estudiantil a la escuela receptora. Este fin de semana no hubo movimiento en las escuelas por parte de los contratistas por el asunto de la tormenta Grace. Imposible que, en dos días laborables, a razón de hacer tres turnos para trabajar las 24 horas, lo que plantean directores de toda la zona, se puedan atender todos estos asuntos para poder reabrir”, argumentó.

“Claro que los estudiantes tienen que regresar a la escuela presencial, los estudiantes quieren compartir con sus compañeros y es importante que esa interacción social se dé, pero debe mantener el asunto de mirar las estadísticas de aumento de COVID, que las escuelas estén certificadas como sismorresistentes y aquellas escuelas que estén en reparaciones en estos momentos, imposible que haya estudiantes mientras se está trabajando con hormigón, reparaciones de aceras y sellado de techo”, concluyó.