Es una práctica común, el quedarnos enfocados en lo que nos aqueja, nos preocupa o percibimos como un problema. Aquello que nos afecta directamente nos puede impulsar a poner atención absoluta en ello afectando así nuestras emociones. Existe un mecanismo muy efectivo para movernos de sentirnos así a encontrar soluciones, este es: Dar.

Al cambiar la óptica de nosotros hacia otras personas y practicamos dar con más frecuencia, con éxito podremos acomodarnos en una nueva perspectiva reconociendo que igual que nosotros, nuestras familias, amistades, vecinos y compañeros de trabajo también tienen situaciones. Al dar, además de estar ayudando a alguien, nos estamos ayudando a nosotros mismos creando una emoción positiva y permitiendo potenciar una sensación de logro y bienestar. Entonces, es ahí donde pueden aflorar las soluciones a los problemas, las ideas y posibilidades que al quedarnos enfocados en nosotros mismos son más difíciles de encontrar.

Relacionadas

Es efectivo despertar la voluntad, renovar fuerzas, y mantenernos en una actitud de dar y compartir. Ofrecer algo de uno no tiene que tratarse de algo material o difícil de hacer. Puede tratarse de una llamada, de un mensaje escrito, en el que se le desee al otro las soluciones que uno necesita para uno, en el que se le inspire a continuar o se le ofrezca motivación. Podría ser en el pensar hacia una situación o una persona, en meditación, observarlos felices, alcanzando sus sueños, sus metas, sonrientes y en salud.

Entregar de uno a los otros es la mejor manera de vivir y de encontrar en nosotros las respuestas para solucionar nuestras trabas. ¡Inténtalo!

Sugerencias

1. Cuando te sientas mal mueve el enfoque hacia otra persona que entiendes que puedes servir aunque sea con una sonrisa.

2. Aclara tus dudas ante los problemas que te surjan.

3. Sepárate de lo que crees que debe ser tu vida y agradece la vida que estás viviendo.

4. Evita invertir tiempo en quejarte.

5. Ofrece tu enfoque en compartir quién eres y tus virtudes con los demás.