Alimentación del infante: importante para su desarrollo saludable
Cada infante tiene su ritmo y tiempo, un consumo distinto y diferentes patrones de alimentación

PUBLICIDAD
Es posible que pienses que la nutrición del infante comienza desde el momento de su nacimiento; sin embargo, comienza desde el momento de la preconcepción y la concepción. Por esto, se debe tener en cuenta que la nutrición de la mujer embarazada también juega un papel muy importante en el futuro del infante.
Durante todo el proceso gestacional, la nutrición adecuada de la madre ayudará al desarrollo adecuado del feto, incluyendo su cerebro, el cual comienza a realizar conexiones y a crear neuronas muy rápido. Por ello, trabajar con un enfoque en el ciclo de vida, aumenta el potencial de un desarrollo y crecimiento adecuados para cada etapa.
Desde el momento del nacimiento del infante, es muy importante mantener los entornos favorables para facilitar y apoyar a las madres y a sus familias en todo el nuevo proceso. La lactancia materna es un factor importante de protección, incluyendo para el sobrepeso y la obesidad.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva por los primeros seis meses de vida del infante, con el potencial de seguir ofreciendo, al menos, los primeros 24 meses de vida a demanda, y luego hasta que así la madre y el hijo lo decidan. La leche materna seguirá nutriendo siempre en cada etapa.
La primera serie de la revista The Lancet, en el 2016, llamó a la leche materna “la medicina personalizada” para los infantes, porque va más allá que solo nutrición. Aquellos infantes que no puedan recibir leche materna deberán alimentarse de forma exclusiva por los primeros seis meses de vida con una fórmula infantil fortificada con hierro.
Alimentación complementaria
Antes de comenzar a ofrecer alimentos complementarios, el infante debe ser evaluado para conocer si cumple con el desarrollo psicomotor esperado para el tiempo. Una vez su pediatra haya dado el visto bueno para su comienzo, es importante que los padres, las madres o los cuidadores se eduquen sobre los alimentos que pueden ofrecer.
Las últimas guías de alimentación pediátrica sugieren que es ideal ofrecer alimentos variados preparados en las consistencias adecuadas como: huevo, pollo, fresas, kiwi, salmón, brócoli, aguacate y cereales integrales fortificados con hierro, entre otros, dando, al menos, tres días de evaluación a cada alimento para descartar alergias e intolerancias. Sin embargo, los infantes con historial de alergias previas deben seguir otras indicaciones de sus pediatras.
Ya no se trata de dar los grupos de alimentos por color, sino de ofrecer alimentos de todos los grupos, incluyendo aquellos altos en hierro y zinc, especialmente si se está lactando a demanda. La lactancia materna debe seguir a demanda. Es importante recordar que la leche de vaca no se ofrece a infantes menores de 12 meses, así como se deben ofrecer azúcares añadidos en menores de 24 meses de edad.
Cada infante tiene su ritmo y tiempo, un consumo distinto y diferentes patrones de alimentación, por lo que es importante no dañar la capacidad innata que tiene de regular su propio apetito.
Es importante aplicar un cuidado cariñoso y sensible que incluya una alimentación perceptiva para que los padres, las madres y los cuidadores puedan responder adecuadamente a las necesidades nutricionales del infante y promuevan buenos hábitos de alimentación.
La autora es Nutricionista-Dietista miembro del CNDPR.

Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.