Retrasar la progresión de la enfermedad renal es una de las metas para los adultos que viven con diabetes e insuficiencia renal en estadios 1-5. Si bien puede sonar complicado, la alimentación juega un papel fundamental en retrasar la progresión de la enfermedad. Aquí te presento seis hábitos sencillos que puedes incorporar para cuidar tus riñones y mantener controlada la diabetes.

1. Mantén tu glucosa en la sangre bajo control

  • Utiliza un glucómetro en casa para llevar un registro de tus niveles de glucosa (o azúcar) en la sangre a lo largo del día.
  • Establece un patrón regular de comidas. Conoce la cantidad de carbohidratos que necesitas por comida y merienda.
  • Opta por cereales y farináceos integrales como avena, pan integral, pasta integral y quinoa. Verifica que aporten, al menos, 3 gramos de fibra por porción. La fibra ayuda a mantener niveles de glucosa adecuados y, también, es importante para proteger tus riñones.
  • Recuerda evitar eventos de hipoglucemia (o bajones de azúcar), especialmente si tu función renal es menor a 60 mL/min/1.73 m. Habla con tu equipo médico, si experimentas bajones de azúcar frecuentemente.

2. Incluye frutas y vegetales diariamente

  • Consume al menos, 2 a 4 tazas de frutas y vegetales al día. No temas al azúcar natural de las frutas. Prefiere frutas frescas, congeladas o enlatadas sin azúcar. Evita los jugos, aunque sean 100 % jugo porque no aportan fibra.
  • La única fruta que debes evitar es la carambola. Tiene una toxina que puede afectar el cerebro y causar trastornos neurológicos en personas que viven con enfermedad renal.
  • En cuanto a los vegetales, puedes utilizar opciones frescas, congeladas o enlatadas bajas en sodio. La mitad de tu plato debe estar compuesta por vegetales.
  • lSi te han dicho que necesitas una restricción de potasio, consulta con un nutricionista-dietista licenciado para que evalúe tu alimentación, antes de eliminar frutas y vegetales altos en potasio.

3. Evita el exceso de sodio

  • Una dieta baja en sodio ayuda a mantener una presión arterial adecuada y reduce la pérdida de proteínas a través de la orina.
  • Limita tu ingesta diaria de sodio entre 1500 y 2000 mg. Utiliza hierbas y especias, en lugar de sal, para darle sabor a tus comidas.
  • En el supermercado, escoge alimentos con menos de 140 mg de sodio por porción. Cuando comes fuera de la casa, escoge platos que tengan 600 mg de sodio o menos.

4. Hidrátate

  • Toma entre 2 a 3 litros de agua al día. Puedes darle sabor al agua con frutas, vegetales o hierbas sin añadir calorías adicionales. Si tu médico te ha recomendado restricciones de líquidos, síguelas.

5. Evita aditivos de fósforo

  • Una alimentación alta en fósforo puede acelerar la progresión de la enfermedad renal. El primer paso para reducir tu ingesta de fósforo es evitar alimentos y bebidas con aditivos de fósforo.
  • Lee la lista de ingredientes y evita productos que tengan la palabra phosphate.

6. Incluye proteínas vegetales una vez al día

  • Considera sustituir la proteína animal (huevo, pollo, pavo, pescado y productos lácteos) por proteína vegetal en, al menos, una comida al día. Opta por proteínas vegetales sin procesar y sin refinar como habichuelas bajas en sodio, nueces sin sal, semillas sin sal, tofú y tempeh.

La autora es nutricionista dietista licenciada y miembro del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Puerto Rico.