Mantenerse saludable y sentirse bien es importante en cualquier edad. Mientras las personas envejecen, también experimentan transformaciones en todos los aspectos de su vida: profesionales, físicas, salubres y de otra naturaleza. Debido a que, para muchos, el envejecimiento induce sentimientos de ansiedad y miedo, parte del proceso de sobrellevarlo saludablemente es asumir cada etapa en una misión clara y proactiva buscando oportunidades de interacción social, actividad física y conexión comunitaria.

Para las doctoras y terapistas Jeanne Segal, Monika White, y Melinda Smith muchos de estos miedos se originan en ciertas ideas equivocadas sobre la edad y la vejez “pero lo importante es recordar nuestra propia fuerza y capacidad de reinventarnos”, según narran en su publicación Saludable nuevamente, envejeciendo bien.

A estos efectos, según abundaron, es importante estudiar los mitos sobre la senectud y las realidades sobre las concepciones erróneas más comunes que toda persona debe conocer. “Uno de los mitos más escuchados es que el envejecimiento equivale a un deterioro en la salud o a un tipo de impedimento físico. Pero esto no es el caso para muchísimos adultos mayores que disfrutan de una vida activa, a veces mejor que las personas jóvenes”, asevera el artículo.

Otro de los mitos es la noción de que la edad trae consigo de manera inevitable la pérdida de la memoria, a lo que las doctoras aseguraron que esto no es un resultado inevitable de la misma, ya que “el cerebro se puede entrenar en cualquier etapa de la vida y puede adaptarse a nuevas destrezas sin importar la edad”, aclaran, derrumbando las opiniones que aciertan que la edad impide la posibilidad de emprender nuevos retos intelectuales y físicos como aprender a tocar un instrumento o un idioma en la adultez.

Para maximizar el aprovechamiento de los recursos disponibles para las personas mientras van avanzando en edad, las doctoras recomendaron hacer ciertos ajustes en la percepción de la edad. Sugirieron que mientras navegamos la inminencia de la vejez y sus efectos positivos y negativos, debe predominar la gratitud por lo positivo pues, “mientras más vives, más pierdes… seres queridos, cosas, de todo… y mientras pierdes, más aumenta la apreciación por la vida”, acertaron.

Recomiendan, además, que se reconozcan y expresen los sentimientos, ya que enterrar las emociones “conduce al resentimiento, coraje o la depresión”, por lo que se deben hallar estrategias para procesar las emociones, sea en una buena conversación o manteniendo un diario como vehículo para la expresión.

Además, según sugieren las autoras, la búsqueda de propósito y felicidad es esencial mientras más años coleccionamos, “un ingrediente clave en la receta para el envejecimiento saludable es la habilidad continua de encontrar significado y felicidad en la vida, pues, mientras envejeces, tu vida cambiará y gradualmente perderás cosas que antes te ocupaban tu tiempo y le daban propósito”, indican. A modo de ejemplo, nombran los cambios en el empleo, la jubilación, mudanzas, entre otros, como momentos que deben promover la motivación de emprender nuevas aventuras.

Por último, uno de los elementos más importantes para conservar hábitos saludables es preservar las amistades y cultivar las redes de apoyo, pues “es importante encontrar maneras de conectar con personas y crear círculos de confianza, ya que, además del ejercicio, mantenerse sociable puede tener un gran impacto en tu salud mientras envejeces… contar con un grupo de personas al cual puedes recurrir para compañía y apoyo mientras envejeces es un escudo contra la soledad, la depresión y navegar las pérdidas”, sostienen, lo que se puede lograr a través de voluntariados, haciendo nuevas amistades o conectando regularmente con amigos y familia.

Lo más importante es crear hábitos que ayuden a prolongar la salud integral hasta la vejez y esto solo se viabiliza en la actividad física, espacios de socialización, buena alimentación y mantener una curiosidad por nuevos proyectos y conocimientos que despierten intereses e inviten a la exploración. Pues, “nunca es demasiado tarde para empezar, sin importar tu edad, o tu salud en el pasado… cuidar de tu cuerpo tiene beneficios increíbles que te ayudarán a mantenerte activo, agudizar la memoria, mejorar el sistema inmune, aumentar la energía y ayuda a lidiar con problemas de salud”, culmina el artículo.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.