Acción preventiva que lleve a extender la calidad y esperanza de vida es el llamado principal del especialista del corazón y los vasos sanguíneos, doctor Cristian Del Carpio, del Orlando Health Heart and Vascular Institute. “La clave está en la prevención; si uno no previene, las cosas pasan. Es más difícil arreglar algo que se maduró a prevenir que se madure”, puntualizó.

Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirman que cada año mueren más personas por enfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa. Además, más de tres cuartas partes de las muertes relacionadas con cardiopatías y accidentes cerebrovasculares ocurren en países de ingresos medianos y bajos. No obstante, el cardiólogo manifestó la preocupación de que la población hispanoamericana, incluyendo los puertorriqueños en la diáspora, poseen los números más bajos de atención y seguimiento médico.

Ante la alerta de la OMS, que estima que 23.6 millones de personas fallecerán por una enfermedad cardiovascular para el 2030, y siendo los hispanos una población con factores de riesgo como la genética, el estrés elevado y el colesterol alto, el llamado a cambiar la mentalidad y ser preventivo es urgente. “La prevención salva vidas y ayuda a sentirse mejor, al evitar pasar por complicaciones de salud. No es necesario sentirse mal para que los médicos observen cosas que están sucediendo y que podemos detener”, informó el cardiólogo certificado en ecocardiografía y cardiología nuclear.

Del Carpio destacó que muchos de los problemas cardiovasculares en la comunidad hispanoamericana son, primero, porque es significativamente menor la cantidad de personas que visitan a su médico y se hacen revisiones; y, segundo, por la falta de manejo y control de las enfermedades diagnosticadas o prevenibles. “Hay un 50 % de esta población que no tiene médico primario y cuando lo tiene, no tiene las enfermedades controladas”. Dentro del número comparativo entre los americanos u otras razas, personas que las están tratando y personas que las tienen controladas, las estadísticas reflejan que la población hispanoamericana es menor que en todas las anteriores. Ciertamente, la prevención y protección al corazón son mínimas.

Lo que debes conocer

Las cardiopatías son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en la población hispanoamericana, al igual que en otras poblaciones a nivel mundial.

Estas son afecciones que crean una acumulación de placa grasosa que se espesa y endurece en las paredes arteriales, que pueden inhibir el flujo de sangre por las arterias a órganos y tejidos, y conducir a un ataque al corazón, dolor de pecho (angina) o derrame cerebral.

De acuerdo con el experto, el término “cardiopatía” es muy amplio y se utiliza para la variedad de enfermedades que afectan el corazón y su funcionamiento. “La cardiopatía es cualquier cosa que afecte el corazón. Ahí tenemos cardiopatías congénitas, insuficiencia cardíaca, cardiomiopatía, enfermedades vasculares y arritmias cardíacas, entre otras”. Cada una puede tener diferentes causas, síntomas y tratamientos. De ahí, la importancia de una detección temprana, diagnóstico preciso y tratamiento especializado.

El principal problema de estás enfermedades y sus causas es que pueden ser silentes, al no presentar síntomas, el accidente ocurre de repente. Por ejemplo, una persona que hace ejercicio de alto rendimiento puede hacer que esa obstrucción se complique y deje de salir sangre del corazón y pierde el conocimiento. “Esa área que está engrosada necesita generar más sangre, porque no tiene lo suficiente; puede desarrollar una arritmia y esa arritmia puede ser fatal como lo hemos visto en jugadores de baloncesto o fútbol americano que se desploman en el terreno”, explicó.

Síntomas

“A veces, el síntoma es el infarto cerebral y eso es lo que queremos y debemos evitar”, sostuvo De Carpio. Sin embargo, dentro de los más comunes, mencionó los dolores de cabeza frecuentes, el cansancio extremo y sentir los latidos del corazón.

¿Por qué los hispanos están en mayor riesgo?

La edad, los antecedentes familiares, el tabaquismo, la mala alimentación, la falta de actividad física, el consumo de alcohol, la hipertensión, la diabetes y la obesidad aumentan las posibilidades de los hispanos de morir prematuramente por una enfermedad del corazón.

De Carpio informó que el mayor problema de salud de los hispanos es el colesterol alto, que, típicamente, no da mayores síntomas hasta que ocurre un infarto cerebral o cardíaco. “A medida que uno va envejeciendo, si sus padres desarrollaron hipertensión es muy posible que usted la vaya a desarrollar también”, informó.

¿Cómo se puede prevenir?

  • Evaluar el historial familiar e identificar si algún familiar, ya sea cercano o un tío, un abuelo, murió de repente. Habla con tu médico para que, por lo menos, te haga un electrocardiograma. “Hay cambios que se pueden ver en el electrocardiograma y orientarnos a buscar alguna de las señales”, sostuvo.
  • Cambiar la mentalidad. Modificar el chip de no visitar el médico y hacer sus revisiones anuales. “No existe esa detección temprana; esperan a realmente sentirse mal para ir al médico. Esa forma de ver la medicina es adoptada por todos los hispanos y se puede modificar. Las personas tienen que saber que si empiezan temprano se puede tratar y controlar”.
  • Revisión y control de la presión alta y el colesterol elevado. Una hipercolesterolemia familiar no tratada quita de 20 a 30 años de vida. Puedes tener un infarto o infarto severo mucho antes, pero si se detecta y trata a tiempo puedes tener una esperanza de vida normal. Hay que revisar la presión y el colesterol para conocer y tratar algún problema concentrado.
  • Exposición al estrés. El cardiólogo alegó que los hispanos tienen trabajos más laboriosos, por consiguiente, están más expuestos a problemas y situaciones estresantes que promueven el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Es crucial buscar alternativas y estrategias para el manejo del estrés.
  • Realiza pequeños cambios como modificar la dieta e incrementar el ejercicio 30 minutos al día (150 minutos de ejercicio cardiovascular) a la semana como caminar, nadar, bicicleta.

¿Quiénes están en mayor riesgo?

Los niños son los más expuestos. “La tasa de obesidad infantil en la comunidad hispana es la más grande de todas y eso ocurre por la dieta. En los países de origen había más acceso a la comida saludable, versus en Estados Unidos, donde la comida rápida es más económica”, orientó.

Los adultos mayores, ya llegaron con problemas, incluyendo problemas sociales. Sin embargo, los jóvenes hispanos van a llegar a la edad adulta y los problemas de salud cardiovascular que se pueden presentar van a ser incluso mayores. Por eso es tan importante la prevención ahora.

Los hombres tienen mayor incidencia de infarto cerebrales, las mujeres tienden a tener más enfermedad de vaso pequeño. Una vez que la menopausia llega, la distancia entre ambos se equipara.

Favorable el progreso en los tratamientos

La evolución de los tratamientos ofrece mayor seguridad, pues son menos invasivos y más duraderos. “Los tratamientos para prevenir y tratar como el colesterol alto tienen mejores resultados, incluso pueden reducir más o menos un 30 % de los impactos cerebrales y la mortalidad. Los procedimientos invasivos son más seguros, mejores y duraderos”, confirmó el cardiólogo.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.