La angustia, la ansiedad y la presión ante una situación económica o incertidumbre financiera afectan el bienestar y la calidad de vida.

Las dificultades económicas son una de las principales fuentes de estrés y ansiedad en el mundo, y tienen la capacidad de impactar directamente la salud y el entorno laboral, familiar y social. Según HelpGuide. org, puede afectar el sueño, la autoestima y los niveles de energía.

Entre los síntomas que se pueden presentar están: malestar físico, disminución del apetito, sensación de cansancio, dolor de cabeza, insomnio, tristeza, apatía, cambios de humor, incluso, aumentar el riesgo de depresión.

El recurrir a alternativas de afrontamiento poco saludables —como aumentar el consumo de bebidas alcohólicas, fumar o ignorar la situa - ción para escapar— solo empeora las finanzas y la salud. Todos, en algún momento, hemos enfrentado incertidumbre o preocupaciones financieras y aunque erróneamente se puede llegar a pensar que no hay solución, existen estrategias que ayudan a mitigar los sentimientos de angustia y adquirir el balance deseado. Es crucial afrontar la realidad y buscar alternativas para manejarla lo mejor posible.

Comienza por trabajar en aliviar los síntomas asociados al estrés para minimizar el impacto a la salud y recuperar la energía que necesitas para las acciones futuras. Prioriza el autocuidado, puedes hacer ejercicio, dormir lo suficiente, meditar y visitar a tu médico para una revisión. Ade - más, debes tener en mente que el manejo del estrés financiero amerita paciencia y determinación.

A continuación, recomendaciones saludables, de HelpGuide.org:

Afrontar la realidad. Aceptar la situación financiera actual. Evitar o negar los problemas, no los resuelve, solo aumentará el estrés.

Evalúa la situación financiera. Realiza un análisis detallado y real de los ingresos, gastos, deudas y activos para tener una imagen más clara de la situación.

Crea un presupuesto. La dirección de tener un presupuesto, que incluya los ingresos y gastos mensuales, ayuda a identificar las áreas donde puedes reducir gastos y ahorrar dinero.

Prioriza los gastos. Es esencial, identificar los gastos prioritarios, como vivienda, alimentos y servicios básicos para asegurarse de cubrirlos primero. Luego, asigna el dinero restante a otras necesidades y deseos. Puede ser difícil, pero es mejor un poco de aburrimiento que una distracción costosa de la que luego te arrepientas y aumente la molestia y el estrés.

Establece metas financieras claras y supervisa el progreso. Define las metas financieras a corto, mediano y largo plazo. Las metas pueden incluir pagar deudas, ahorrar para emergencias o planificar la jubilación.

Negocia con los acreedores. Si estás lidiando con deudas, da el paso de comunicarte y explicarles la situación actual. Puede que estén dispuestos a ofrecer opciones de pagos flexibles o reducir tasas de interés.

Crea un fondo de emergencia. Empieza con lo que puedas, pero crea la disciplina de ahorrar para un fondo de emergencia que te ayude a cubrir varios meses de gastos básicos. Esto te permite una seguridad en caso de situaciones inesperadas.

Busca apoyo emocional. Hablar con amigos o familiares de confianza sobre la situación, ayuda aliviar el estrés que causan las preocupaciones. Al abrirse a la familia, el apoyo puede ser crucial para generar cambios.

Evita tomar decisiones impulsivas. No tomes decisiones financieras importantes bajo presión. Permítete el tiempo necesario para analizar las opciones y considerar las consecuencias.

Busca ayuda profesional. Si el estrés financiero se vuelve abrumador o si no puedes gestionar tus deudas por ti mismo, considera buscar la ayuda de un asesor financiero.

Enfócate en la educación financiera. Autoedúcate, aprende sobre finanzas personales para tomar decisiones más informadas y evitar futuros problemas financieros. La educación financiera es un instrumento esencial en la toma de decisiones diarias y sirve de escudo para la protección del consumidor.

Sé paciente y autocompasivo. La recuperación financiera lleva tiempo. Mantén la paciencia y el enfoque en tus metas financieras a largo plazo. Practica el agradecimiento por lo que tienes y encuentra el lado bueno de cada día, mientras das cada paso hacia la estabilidad financiera.

La Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), señala que la falta de fuerza de voluntad es la razón principal que evita que las personas puedan mejorar la salud y las finanzas. Sin embargo, según APA, la ciencia psicológica confirma la capacidad del ser humano para ejercer el autocontrol y las consecuencias positivas, si aprende a utilizarla con efectividad. Entonces, recuerda que, enfrentar el estrés económico, es un proceso gradual, en que la determinación, la planificación y el apoyo serán las llaves para mejorar tu situación y reducir el estrés asociado a las finanzas.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.