El cansancio general en el cuerpo, la fatiga y las náuseas son indicios que podrían anticipar un ataque de migraña para quienes tienen que lidiar con este fuerte dolor de cabeza, no obstante, estas señales no las experimentan todas las personas.

El neurólogo Christian Schenk Aldahondo especificó que solo algunas personas que sufren de migraña -un dolor pulsátil o una sensación de latido en la cabeza en un lado o en ambos lados-, pasan por cuatro etapas: pródromo, aura, ataque y postdromo.

En la fase de pródromo es que se podría advertir que se aproxima un ataque de migraña uno o dos días antes del episodio de dolor. Ahí, es que aparecen el cansancio, la fatiga y las náuseas, aunque también otras personas podrían presentar rigidez en el cuello, bostezos y cambios de ánimo.

Cuando se pasa al aura, el paciente puede “ver unos destellos o como unos rayitos en la vista, pero no ocurre con frecuencia. Solo un 15 a un 20% de los casos, puede pasar por el aura”, aseguró el profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico.

“No todos los dolores de cabeza pueden ser considerados como migraña, pero, si es recurrente, episódico y el ataque dura entre cuatro a 72 horas, se puede considerar como migraña. En el ataque, es que llega el dolor de cabeza severo y palpitante que puede ser en un solo lado de la cabeza o en ambos. También, el dolor está asociado a la hipersensitividad al sonido o a la luz, a las náuseas y a los vómitos”, explicó el profesional de la salud, sobre la etapa del ataque de migraña, cuya duración puede variar de una persona a otra, pero se estima entre cuatro a 72 horas.

Igualmente, la frecuencia del dolor de cabeza de dos, tres o cuatros veces al mes es distinta para cada persona, aseguró. Luego de cuatro a 72 horas del ataque, la persona experimenta la etapa de postdromo en la que se siente agotada y confundida, tras el fuerte episodio de dolor de cabeza.

Como no existe un factor único para que desencadene en la migraña, el neurólogo Schenk Aldahondo dijo que es esencial que el paciente describa sus síntomas, las frecuencias de los ataques y los patrones para determinar qué le está afectando y, por consiguiente, produciendo el dolor de cabeza.

Estos dolores podrían ser causados por cambios hormonales, estrés, cambios en el sueño, alimentación, cambios en el clima, estímulos sensoriales, entre otros, además de que pueden ser parte de la genética. El doctor destacó que, como se trata de una condición a largo plazo, mediante medicamentos y modificaciones, de encontrarse el posible factor del dolor, se puede controlar, pero no eliminar por completo.

“Puede haber desde problemas en el cuello, problemas de la vista, de nutrición, cambios de peso, cuestiones del sueño, cambios fisiológicos, tensión en los músculos de la cabeza. También, está el asunto de la genética”, comentó sobre posibles causantes de los dolores de cabeza severos que pueden ocurrir y aparecer en cualquier etapa de la vida.

“Educamos [sobre] que puede haber una reducción en el dolor con medicamentos. Se trata de dos estrategias: preventiva, con medicamentos todos los días; y la aguda o abortiva, en la que, cuando da el dolor de cabeza, se toma el medicamento para evitar el ataque. Este no se puede tomar todos los días”, apuntó.