El sedentarismo, la mala alimentación y la falta de conciencia sobre la salud han posicionado a la obesidad en unos niveles alarmantes, provocando que se convierta en uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de muchas de las enfermedades crónicas que afectan a las personas.

No es casualidad que Puerto Rico se encuentre entre uno de los primeros lugares del mundo en cuanto a la incidencia de diabetes tipo 2 y obesidad. Por eso, es importante que las personas entiendan la peligrosidad de estar sobrepeso, pues la obesidad es el denominador común en muchos de los pacientes que hoy día luchan por su vida en una cama de hospital.

No tener un peso saludable puede aumentar el riesgo de desarrollar: enfermedades cardiovasculares, condiciones renales, diabetes, hipertensión, problemas en los huesos y las coyunturas, enfermedades respiratorias, algunos tipos de cáncer, apnea del sueño, artrosis degenerativa, dislipemia, infertilidad e incluso la muerte prematura, entre otros. Además, trasciende la salud física porque tiene un impacto igualmente nocivo en la autoestima y la salud emocional.

Diabetes tipo 2

Aproximadamente, 8 de cada 10 personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad. El problema es que, con el tiempo, una concentración alta de glucosa en la sangre ocasiona problemas como enfermedades del corazón, derrames cerebrales, enfermedades renales, problemas oculares y daños en los nervios, entre otros.

Enfermedades cardiovasculares

Surgen debido a la formación de las llamadas “placas de ateroma”, que son acumulaciones de materia grasa adherida sobre la cara interna de las arterias coronarias. Esto aumenta la posibilidad de sufrir falta de oxígeno y que, con el tiempo, se convierta en una angina. Además, cuando la masa corporal aumenta, también aumenta el esfuerzo cardíaco necesario para atender las necesidades del organismo, lo que empeora la insuficiencia cardíaca.

Hipertensión

Esta afección médica, en la cual la sangre fluye a través de los vasos sanguíneos con más fuerza de lo normal, puede forzar el corazón, dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, derrames cerebrales, enfermedades renales o hasta la muerte. Una persona obesa o con sobrepeso tiene mayor probabilidad de sufrir hipertensión arterial que aquellas personas dentro de un peso normal.

Apnea del sueño

Este es un trastorno común en el que una persona no respira con regularidad mientras duerme o puede dejar de respirar por completo por períodos cortos. Se origina debido a un bloqueo momentáneo del paso del aire por la vía aérea superior . Si no se trata a tiempo puede aumentar el riesgo de desarrollar otros problemas de salud como diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.

Algunos tipos de cáncer

El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. En pacientes con un índice de masa corporal (IMC) superior a 40, existe riesgo de casi un 50 % de padecer cáncer de esófago, colon, recto, hígado, vesícula biliar, páncreas, riñón, mama y útero.

Enfermedades renales

La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar diabetes y presión arterial alta, y ambas son las causas más comunes de la enfermedad renal. Esta enfermedad implica que los riñones están dañados y no pueden filtrar la sangre.

Artrosis degenerativa

Afecta principalmente las rodillas, las caderas y la columna vertebral, especialmente en la zona lumbar. La obesidad provoca un exceso de carga en las articulaciones y, por consecuencia, se da una degeneración articular.

Dislipidemia

Esta es una concentración elevada de lípidos (colesterol y triglicéridos) que transportan las lipoproteínas en la sangre, que produce un aumento del colesterol total y una disminución del colesterol HDL (colesterol bueno). También puede producir ateroesclerosis, que da lugar a la angina de pecho, al infarto de miocardio, al accidente cerebrovascular y a la arteriopatía periférica.

Infertilidad y embarazo

La obesidad puede producir alteraciones en el ciclo menstrual, relacionándose así con la infertilidad femenina. Además, también es un riesgo añadido al embarazo, ya que puede facilitar la aparición de diabetes gestacional y producir una mayor incidencia de partos por cesárea.

Estas son solo algunas de las enfermedades que vienen como consecuencia de la obesidad. Aunque el panorama es preocupante, es importante saber que hay solución.

Este conjunto de condiciones asociadas a la obesidad es completamente reversible y remite en un 80 %, o incluso desaparece, recuperando el peso normal. Además, volviendo al peso ideal, se produce un aumento de vida media de 10 años y no es solamente es vivir más, sino vivir con mejor calidad.

Es vital que tomes responsabilidad de tu salud y que atiendas el problema de la obesidad con las herramientas correctas. Para esto, debes mirar la obesidad como una condición médica y tratarla con ayuda de profesionales de la salud. Primero, requieres ser evaluado por un médico y también necesitas de una nutricionista dietista para diseñar un plan que pueda atender el problema de la obesidad. Debes optar por un cambio que tenga fundamento científico y aprender a alimentarte apropiadamente para que todas estas condiciones se reviertan. La asistencia de un médico en el proceso de la pérdida de peso puede ayudarte a identificar si tienes deficiencias hormonales, de tiroides, de estrógeno o testosterona, o si tienes un problema de resistencia a la insulina (diabetes tipo 2). Por eso, se requiere una combinación de nutricionista y médico, porque la nutricionista no puede recetar medicamentos como el reemplazo hormonal.

Mi recomendación a los pacientes es que tomen en serio la obesidad. La mayoría de los casos que están llenando las camas de hospital son pacientes que padecen condiciones directamente ligadas a su peso. Es necesario crear conciencia y que tomen el control de su vida. Nosotros, los médicos, les damos las herramientas, les vamos a motivar y a monitorear, pero esto se trata de su salud. Una vez logren la meta de llegar a su peso ideal, es importante mantener el seguimiento médico porque no es llegar a la meta, es mantenerse saludable y vivir mejor.

El autor es es otorrinolaringólogo y cirujano plástico facial, miembro de los Latin Doctor y colaborador de MCS.