La posibilidad de padecer de alguna condición crónica y degenerativa nos preocupa a todos. Una de estas la enfermedad de Parkinson, pero debes saber que es posible vivir con ella, sobre todo si se detecta a tiempo y se sigue el protocolo médico adecuado.

Para ello, lo primero que debemos hacer es educarnos al respecto, saber qué es el párkinson y qué lo causa, así como identificar cuáles son esos síntomas a los que debemos estar atentos y conocer sus diferentes etapas y los tratamientos disponibles.

¿Qué es el párkinson y por qué ocurre?

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo crónico del movimiento, del sueño y otras funciones mentales, que, a su vez puede provocar dolores y otros problemas de salud.

La condición surge cuando las neuronas (células nerviosas) mueren o dejan de producir suficiente dopamina, la cual es un químico del cerebro que se encarga de conducir los mensajes que producen el movimiento de manera uniforme e intencional. La pérdida de dopamina produce patrones anormales en la actividad del sistema nervioso, causando el deterioro de la movilidad y afectando la motricidad, la coordinación y el balance corporal.

Por otro lado, la pérdida de las terminaciones nerviosas que producen el neurotransmisor llamado neropinefrina -directamente relacionado a la dopamina- es el mensajero principal del sistema nervioso simpático. Este es el que controla muchas de las funciones corporales que trabajan de forma automática como el pulso o la presión arterial, afectando la regulación de esta última, entre otras anomalías.

Además, se sugiere un daño en el sistema que elimina las proteínas, ante los hallazgos de depósitos de estas en las células cerebrales afectadas, permitiendo una acumulación nociva que produce la muerte celular.

Qué provoca exactamente el párkinson aún no ha podido identificarse. Sin embargo, se han encontrado mutaciones genéticas que se asocian a la enfermedad, así como ciertas toxinas ambientales que genera algunos síntomas.

Aunque se han visto casos en jóvenes, el promedio de los pacientes de párkinson ronda los 60 años, por lo cual se entiende que la edad es un factor determinante.

Cuáles son los síntomas del párkinson

Temblor, rigidez y brandicinesia (reducción del movimiento espontáneo y automático) son los síntomas más comunes del párkinson. El temblor se da como un movimiento rítmico e involuntario. Usualmente, comienza en una mano o pie.

Por otro lado, la rigidez hace que los músculos permanezcan tensos y contraídos, lo cual provoca dolor en el paciente. La brandicinesia dificulta la realización de tareas simples y rutinarias, y ocasiona una disminución en las expresiones faciales.

Otro de los síntomas es la inestabilidad en la postura, creando un deterioro en equilibrio, por lo cual las caídas se hacen frecuentes.

Sin embargo, estos no son los únicos síntomas. Otras señales que se pueden detectar son la pérdida de olfato, la reducción en el tamaño de la letra al escribir y del volumen de la voz al hablar, cambios en el ánimo, depresión, problemas para dormir y comer, estreñimiento, calambres, dolores musculares y en las articulaciones, mareos, desmayos, encorvamiento del cuerpo, dificultad o molestias al moverse, demencia y problemas cognitivos.

Identifica las cinco etapas del párkinson

Las enfermedades crónicas suelen tener etapas de gravedad; el párkinson tiene cinco.

Primera etapa: Se presentan síntomas leves que no interfieren con la rutina. Puede temblar alguna extremidad, en un solo lado del cuerpo. Además, podrían producirse cambios en la postura y en las expresiones faciales.

Segunda etapa: Los temblores se acentúan, así como la rigidez y otros síntomas que afectan ambos lados del cuerpo.

Tercera etapa: Puede haber pérdida del equilibrio, por lo que las caídas se hacen frecuentes. Los síntomas de movilidad se empeoran y se restringen las actividades diarias, aunque todavía hay capacidad física de tener una vida independiente.

Cuarta etapa: Comienzan los síntomas incapacitantes, provocando que la persona necesite ayuda para caminar y levantarse, por lo cual no puede vivir sola.

Quinta etapa: La fase más avanzada y debilitante, donde la rigidez de las piernas hace imposible el caminar o ponerse en pie. La persona queda encamada y utilizando una silla de ruedas para moverse, por lo cual la asistencia es de 24 horas al día.

Tratamiento del párkinson

Es difícil prevenir el párkinson cuando no se tienen claras sus causantes; tampoco se cura. Sin embargo, se pueden tratar los síntomas para atrasar su progreso con medicamentos, terapias y cirugía, lo que brinda una expectativa de vida similar a la de quien no padece la enfermedad. Esto, si se detecta temprano. En una etapa avanzada, el paciente podría no responder a los medicamentos y tener complicaciones graves como la asfixia y neumonía, entre otras.

Entre las opciones farmacológicas existen tres categorías, según el avance del párkinson. La primera sería un medicamento que incremente los niveles de dopamina en el cerebro o que imite su función. En la segunda, los medicamentos van dirigidos a interferir con la producción del neurotransmisor acetilcolina, que disminuye los temblores. Por último, están aquellos que son para controlar los síntomas de la enfermedad.

Si sospechas que tú o algún familiar pudiera estar padeciendo de párkinson, no esperes para consultar con tu médico de cabecera o vsitar a un especialista.

Fuentes: Institutos Nacionales de la Salud, Organización Mundial de la Salud y Parkinson Foundation

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.