En el 2018, Manuel Ramón González –exempleado gubernamental retirado, de 75 años— le comentaba a sus amigos que ya no podía tomar tanta cerveza porque “tenía que ir al baño más veces”. Por supuesto, el corillo no tardó en iniciar los chistes asociados con “el examen” –uno de los más temidos por los hombres.

Sin embargo, uno de los integrantes del grupo buscó la manera de acercarse a Manuel y le dijo, discretamente: “Haz cita con el urólogo ya”. Manuel echó el asunto a broma y el colega insistió: “Llama hoy mismo, si puedes”. De inmediato, le pasó por mensaje de texto el número de su urólogo. “Le dices que te envié yo y que te acomode en una cita lo antes posible”, insistió.

Gracias a que le hizo caso a su colega cervecero, Manuel es sobreviviente de cáncer de próstata. “Todavía, cuando me lo encuentro, le doy las gracias porque, literalmente, me salvó la vida”.

Síntomas, estadístocas y el examen

De acuerdo con la información general que publican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, en inglés), los síntomas principales que despiertan la sospecha de cáncer de próstata son:

  • Dificultad para comenzar a orinar
  • Flujo de orina débil o interrumpido
  • Mayor frecuencia en la orina, especialmente por las noches
  • Dificultad para vaciar la vejiga por completo.
  • Dolor o ardor al orinar
  • Sangre en la orina o en el semen
  • Dolor persistente en la espalda, caderas o pelvis
  • Dolor al eyacular

Los CDC advierten que estos síntomas no son necesariamente los únicos y que también pudieran asociarse con otras condiciones de salud. En ese sentido, el urólogo Gilberto Ruiz-Deyá, quien tiene práctica privada de urología en el Hospital San Lucas, en Ponce, aclaró.

“El cáncer de próstata es común en Puerto Rico y la mortalidad es significativa”, indicó, validando la información provista por el Instituto Nacional del Cáncer, adscrito a los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos (NIH, en inglés). En 2020, el cáncer de próstata era, a nivel de Estados Unidos y sus territorios, el tercer tipo más diagnosticado, a través de pruebas de sángre que miden el “antígeno prostático específico” (PSA, en inglés) y examen de palpado de la glándula.

“El asunto aquí es que cáncer de próstata es bastante común y la mortalidad es significativa”, admitió Ruiz-Deyá. “Hay algunos tumores que no duelen y otros que son de crecimiento muy rápido. Por esa razón, los urólogos insistimos que es bien importante hacerse el examen y, bueno, hay que normalizar esto como un asunto que se puede atender con rapidez, si se detecta a tiempo”, insistió.

En el caso de Manuel, su urólogo realizó una biopsia del tejido que crecía de manera irregular y oprimía la glándula. Con un resultado positivo, le presentó las opciones de tratamiento, que incluyeron la remoción del tumor y un tratamiento de radioterapia para evitar el crecimiento de nuevas células. “De eso hace ya tres años y estoy muy bien”, aseguró el caballero, quien, por lo demás, goza de buena salud y no padece de otras condiciones.

¿Qué es lo práctico?

1. Considerar la edad, la raza y la genética.

El cáncer de la próstata está relacionado con el deterioro del cuerpo producido por la edad. Sin embargo, el doctor Ruiz-Deyá está trabajando en un estudio clínico sobre la incidencia de esos tumores que crecen con mucha rapidez, observando la constitución genética de los hombres que residen en el sureste de la isla. “La posibilidad de riesgo aumenta por la afrodesdencendia, así como [por] la genética familiar”, dijo el urólogo.

2. Cambiar la alimentación.

“Sabemos que una dieta alta en grasa aumenta la posibilidad de desarrollar cáncer de próstata”, señaló el doctor Ruiz-Deyá. “Aumenta los radicales de oxígeno en la sangre, y hay evidencia de la correlación entre este factor y la posibilidad del cáncer”.

¿Lo recomendable? “Una dieta balanceada, baja en grasa, evitar las carnes rojas –sobre todo, si hay antecedentes familiares”, acotó. “Cuando controlamos las porciones de lo que comemos, reducimos las calorías y vamos a mejorar”, sostuvo.

Sobre los suplementos que prometen curas milagrosas, señaló: “Hay muchos estudios con ciertos alimentos, medicamentos y productos naturales a los que se les atribuyen propiedades curativas, pero no puedo recomendarlos porque no hay datos suficientes para respaldar 100% su uso”.

3. Empezar a revisarse temprano.

“Sobre todo, si tenemos historial familiar de cáncer de próstata, ya a partir de los 40 años debe realizarse sus primeros chequeos”, indicó el urólogo. “Además del PSA, hay que realizar el examen de palpado rectal, un proceso relativamente corto e indoloro que permite palpar el tamaño y la presencia de bultos o crecimientos anormales en la glándula”.

Aunque la mortalidad es alta, “hay muchos casos como el de Manuel, y tienen que ver con la prevención y la detección tempranas”, concluyó el urólogo.