Según la Organización Mundial de la Salud y el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés), la salud mental incluye el bienestar emocional, psicológico y social, y afecta la forma en que pensamos, sentimos, actuamos, tomamos decisiones y nos relacionamos con las demás personas.

La salud mental es más que la ausencia de una enfermedad mental y es esencial tanto para la salud en general como para la calidad de vida. De ahí, la importancia de que el autocuidado se reconozca como innegociable en el 2024.

“Iniciar un nuevo año conlleva cambios y disposición de compromiso para mantenernos saludables ante los eventos naturales de la vida”, enfatizó la doctora Sandra Urbina Rodríguez, consejera profesional en salud mental. Sin embargo, destacó que “la incertidumbre de un nuevo comienzo no nos puede detener en crecimiento, madurez y aceptación de nuevos retos, con esperanza y positivismo”.

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A tales efectos, Urbina, quien es, además, profesora del Programa de Consejería de Salud Mental de Ana G. Méndez University Online, compartió algunas actividades importantes que aportan a este desarrollo personal, psicoemocional y profesional:

1. Establece rutinas de descanso, alimentación, y ejercicios adecuados y sistemáticos. Es vital dormir bien y alimentarse adecuadamente e ir al médico al seguimiento correspondiente. Solo 30 minutos de actividad física pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y la salud. Estos no tienen que ser corridos, ya que puedes realizar pequeños intervalos durante el día e ir sumando. Del mismo modo, una dieta balanceada y tomar el agua suficiente ayuda aumentar el nivel de energía y de atención a lo largo del día.

2. Si ya presentas características de ansiedad, estrés, depresión, duelo, ataques de pánico o algún tipo de diagnóstico de salud mental es clave buscar ayuda, ya sea con un profesional o un grupo de apoyo, y no abandonar el proceso

3. Trabaja con los sentimientos negativos, tales como resentimientos, celos, desconfianza e ira para hacer un reinicio emocional. Dialogar sobre el asunto con la persona, un profesional o con una red de apoyo facilita liberar y transformar las emociones dañinas. Perdonar a otros y a nosotros mismos, reconociendo que nadie es perfecto, es una buena práctica.

4. Aprende a aceptar las cosas que no puedes cambiar y adquiere nuevas formas de interpretar los eventos de la vida, con positivismo y agradecimiento. Hay que reconocer que no se puede controlar todo. Sin embargo, podemos controlar la manera en que pensamos y accionamos ante las circunstancias y los retos.

5. Aléjate de las personas, lugares y eventos que nos afectan negativamente, así como construir una red entre familiares, amistades y personas positivas que te aporten y acompañen con apoyo y sostén.

6. Maneja las situaciones con humor. Reír ante las adversidades es un gran reto y alimento nutritivo para la estabilidad emocional.

7. Vivir una sexualidad congruente, libre (no coercitiva ni violenta), saludable y satisfactoria es parte intrínseca del sentido de bienestar en el ser humano.

8. Cultiva o practica actividades culturales estimulantes. Pueden ser religiosas, artísticas, ecológicas, de entretenimiento, deportivas, u otras.

9. Fomenta tu paz interior y espiritual con diversas actividades, tales como el yoga y el altruismo.

10. Practica la solidaridad, reciprocidad y compasión con el prójimo.

11. Haz algo útil o constructivo cada día.

12. Mantén el espíritu de lucha con propósito, esperanza, positivismo y agradecimiento.

“Un nuevo año, al igual que la vida misma, es como la montaña rusa con diversidad de eventos y emociones. La clave consiste en disfrutar los buenos momentos y aprender a lidiar con los eventos inesperados, catalogados como negativos, pero, realmente, son de cambio, aprendizaje y crecimiento. La clave es levantarse cada caída y no perder nunca la capacidad de continuar luchando”, puntualizó Urbina Rodríguez.

El Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) recomienda:

Desarrolla una mentalidad más positiva

  • Recuerda tus buenas obras.
  • Práctica el perdón hacía ti mismo y los demás.
  • Comparte más con amigos y familiares.
  • Explora el significado de tus creencias y propósito de vida.
  • Desarrolla hábitos físicos saludables.

Construye sistemas de apoyo saludables

  • Establece relaciones sólidas con tus amigos, colegas y familiares.
  • Mantente activo y comparte los buenos hábitos con familiares y amigos.
  • Si cuidas de algún familiar, pide ayuda a los demás.
  • Únete a un grupo alineado a tu pasatiempo favorito, como leer, correr o pintar.
  • Toma clases para aprender algo nuevo.
  • Siempre que sea posible, ofrécete como voluntario para las cosas que le interesan a su comunidad, como un jardín comunitario, una escuela, una biblioteca o un lugar de culto.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.