Son muchos los mitos que se esparcen como la pólvora y que aseguran que ciertos alimentos tienen la propiedad de ser “quemagrasas” o que la mezcla de algunos de ellos puede hacer una “bomba chupagrasa” que brinda a las personas una reducción de grasa corporal y la pérdida de peso en poco tiempo y con casi ningún esfuerzo.

Por esto, la profesora Emma Vallés Ramos, nutricionista y catedrática asociada del Centro de Educación en Geriatría, Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), desmintió los mitos de estas llamadas “recetas de alimentos milagrosos”.

La acumulación de grasa en el cuerpo se debe al consumo excesivo de calorías. No existe alimento, suplemento o té que queme la grasa acumulada, si la persona ingiere más calorías de las que necesita y mantiene el mismo nivel de actividad física. La persona sobrepeso u obesa, que solo consume los nutrimentos y las calorías requeridas para llenar sus necesidades fisiológicas diarias, eventualmente utilizará el exceso de grasa acumulada como energía y bajará de peso”, explicó la nutricionista. Según la especialista en nutrición, las personas que deciden utilizar estas recetas “milagrosas”, en lugar de conseguir cambios positivos, pueden terminar afectando su salud.

Las dietas que se promocionan para quemar grasa de forma instantánea pueden ocasionar problemas de salud, ya que no proveen todos los elementos nutricionales que el cuerpo necesita. Las dietas novedosas o de moda no son la mejor alternativa para perder peso permanentemente”, sostuvo la catedrática de Ciencias Médicas.

Algunas de estas dietas o alimentos “quemagrasas”, pueden tener un impacto visible al principio de su utilización, generando así adeptos entre las personas que experimentan una reducción de grasa. Sin embargo, las consecuencias de ese tipo de ingesta por un período prolongado pueden ser negativas.

“Lo más probable es que al principio sí pierdas peso, sin embargo, este tipo de dieta es difícil de seguir por mucho tiempo para lograr y mantener el peso deseado. Por tal razón, las personas se cansan muy pronto de seguirlas y vuelven a ganar igual o más cantidad del peso perdido”, expuso. Entonces, le preguntamos a la experta en nutrición si realmente hay alimentos “milagrosos” o “beneficiosos” para bajar de peso.

El alimento milagroso o beneficioso es aquel que provee los elementos nutricionales que el cuerpo necesita para su buen funcionamiento. De hecho, un alimento por sí solo no suple todos los requerimientos nutricionales, por eso se habla de consumir una variedad de alimentos en porciones adecuadas, según la edad, el sexo y el nivel de actividad física”, aclaró Vallés.

Sin embargo, la nutricionista afirmó que algunos estudios, principalmente con ratones, indican que ciertos alimentos contienen fitoquímicos, lo que podrían tener un posible efecto térmico.

Se les atribuyen efecto térmico a las catequinas en el té verde; a la capsaicina en el pimiento picante; al omega-3 en pescados grasos como el salmón, además del ajo, el perejil, la canela, el café, el cacao, la mostaza y elaceite de coco, entre otros. Pero, esto no significa que comer estos alimentos garantiza la pérdida de peso, sino que consumirlos junto a otros alimentos nutritivos bajos en calorías y hacer ejercicios permiten que le cuerpo realice sus funciones de forma eficiente y se pierda peso de forma saludable. El cuerpo se acostumbra a las rutinas, por lo que una alimentación variada y la práctica de diferentes ejercicios contribuirán a aumentar la actividad metabólica y la temperatura del cuerpo, lo cual será de mucho beneficio para su sistema endocrino”, aclaró Vallés.

¿Qué hacer para reducir la grasa y bajar de peso?

Hay diversos factores que influyen directa o indirectamente en la pérdida de peso como: la fisiología de la persona, su sistema metabólico, la edad, la genética, la capacidad de metabolizar los alimentos y almacenar la grasa o utilizar totalmente los nutrimentos ingeridos, que es diferente en cada individuo, además de los tratamientos médicos en los que se encuentra y su estilo de vida. No obstante la experta afirmó que el impacto de ciertos hábitos puede marcar una gran diferencia en el peso de una persona, ya sea positiva o negativamente.

Al consumir un exceso de 3,500 calorías cada semana se acumulará un rollito de una libra de grasa en alguna parte del cuerpo. Al eliminar 500 calorías diarias de tu alimentación habitual, puedes perder más de una libra de grasa en una semana. El cuerpo tiene la capacidad de quemar el exceso de grasa por sí mismo, si le proveemos el escenario correcto”, sostuvo.

Este escenario correcto consiste en…

  1. Aumentar la actividad física.
  2. Consumir una variedad de alimentos, principalmente de fuente vegetal, en las porciones adecuadas.
  3. Eliminar o limitar el consumo de bebidas alcohólicas y de alimentos fritos, empanados, grasosos, endulzados y procesados
  4. Esperar de 3 a 5 horas entre comidas para la digestión, absorción y metabolizar de forma eficiente.
  5. Cuando sientas deseos de comer, detente y analiza si estás deshidratado o si es hambre real o emocional.
  6. Además, el hambre emocional se presenta de repente, aunque estés satisfecho, y, por lo general, son antojos altos en azúcar, sal y grasa que contribuyen al aumento de peso y comprometen la salud.

¿Qué debes comer?

  1. Suficientes hidratos de carbono de grano entero, no refinados.
  2. Un consumo moderado de proteína con mayor énfasis en las de fuente vegetal, tales como hortalizas y legumbres, además de pescado y la carne magra.
  3. El omega-3, las grasas mono y poliinsaturadas son mejores opciones en comparación con las grasas saturadas y trans.
  4. Ingerir alimentos de fuente vegetal, de grano entero que contienen múltiples vitaminas y minerales

“Estos alimentos aportan menos calorías por porción, tienen una carga glucémica baja (para mejor control de azúcar en sangre, mayor saciedad y energía). Además, tienen más fitoquímicos y antioxidantes”, dijo Vallees, quien, a su vez, recomendó la ingesta de agua, ya que “es el complemento ideal para mantenerse hidratado y facilitar que al cuerpo realice todas sus funciones de forma eficiente”.

Bajar de peso implica cambios en el estilo de vida, por lo que la alimentación saludable y una mayor actividad física tienen que formar parte de ese nuevo escenario.

Lo importante, a la hora de buscar reducir grasa y bajar de peso, es que la persona consuma en todas las comidas, una variedad de alimentos nutritivos bajos en calorías y tener una rutina de ejercicios. Según algunas investigaciones, bajar de peso depende 80% de la alimentación y 20% de la actividad física. Lo recomendable es hacer una variedad de ejercicios que involucren todos los músculos del cuerpo. Así, el cuerpo va a utilizar la grasa acumulada como fuente de energía lo que garantiza que perderá peso gradualmente de forma saludable. Es necesario adquirir un estilo de vida que contribuya a consumir la grasa acumulada como fuente de energía”, concluyó la nutricionista del RCM.

Consejos adicionales para lograr la meta de bajar de peso…

  1. Involúcrate en actividades de socialización y recreación que te mantengan alejado de la nevera.
  2. Programar con anticipación un horario para las comidas y las meriendas te ayudará a mantenerte mentalmente organizado y comerás solo cuando tengas hambre.
  3. Realiza ejercicios a intensidades variables para obligar al cuerpo a regular su temperatura interna, utilizando la grasa acumulada y para controlar las condiciones cardiometabólicas.
  4. Planifica realizar tareas del hogar que conlleven gasto de calorías como, por ejemplo, hacer jardinería, limpiar el patio, lavar el carro y las ventanas, entre muchas otras.
  5. Ocupa el tiempo de ocio cocinando recetas nutritivas bajas en calorías, experimentando nuevos sabores y técnicas de cocción.

¿Cómo mantenerte activo?

  • Hacer ejercicio aeróbicos: correr, caminar rápido, subir escaleras o cuesta, correr bicicleta, jugar baloncesto, bailar y nadar, entre otros.
  • Realizar ejercicios de fuerza y resistencia: son necesarios para preservar la masa muscular y promover la salud de los huesos.

Los ejercicios ayudan a…

  1. Bajar el exceso de peso
  2. A evitar el desarrollo de enfermedades o controlar las ya existentes.
  3. A promover la eliminación de toxinas de la sangre, los intestinos, los riñones, el hígado y del sistema linfático.