Una de las interrogantes más frecuentes que surgen por parte de los pacientes con enfermedad renal es qué alimentos son seguros para consumir. Así que, tomando en cuenta este tema en específico, profundizaremos el papel del potasio en la dieta y cómo identificar y controlar su ingesta, especialmente en la población con enfermedad renal crónica (CKD, en inglés).

Mantener una dieta adecuada es vital en cualquier condición médica y, en el caso de la población renal, el manejo del potasio cobra una importancia aun mayor a los riesgos asociados tanto con los niveles altos como bajos de este mineral. El potasio desempeña un papel importante en diversas funciones corporales, incluyendo el funcionamiento muscular y del corazón. Asimismo, los niveles altos de potasio podrían tener efectos adversos como arritmias cardíacas, dolores musculares o ataques al miocardio. Las personas con enfermedad renal corren el riesgo de tener niveles de potasio fuera del rango objetivo (demasiado altos o bajos), así que, para mantener los niveles de potasio dentro del rango objetivo, es fundamental controlar la cantidad de potasio que consume a lo largo del día.

La ingesta diaria recomendada de potasio es de alrededor de 3.500 mg (90 mEq, 90 mmol), requerimientos que se alcanzan con facilidad con la ingesta habitual, dada su amplia distribución en múltiples alimentos y bebidas. Los alimentos más ricos en potasio son las frutas y las verduras, aunque también está presente en las carnes, los frutos secos, las legumbres, las semillas o el cacao. Otra fuente importante de potasio son las sales de potasio, utilizadas como sustitutivo de la sal común.

Ahora bien, la pregunta más común que recibimos los nefrólogos y que nos identifica como una isla tropical es: “¿puedo tomar agua de coco?”. Ciertamente, el coco provee grandes beneficios a la salud y cuenta con una gran cantidad de electrolitos y minerales. Sin embargo, su alto contenido de potasio lo convierte en una opción poco ideal para nuestros pacientes. Cada taza (250 ml) de agua de coco proporciona alrededor de 404 mg de potasio, superando significativamente los niveles recomendados, que son los alimentos que normalmente tengan menos de 200 mg por porción. Si bien el agua de coco puede ser una alternativa saludable para personas sin problemas renales, si padeces de enfermedad renal, se recomienda precaución y consulta con un nefrólogo o nutricionista renal.

Es importante limitar la ingesta de alimentos con alto contenido de potasio, evitar los sustitutos de la sal y puedes consultar con tu médico para agregar un medicamento que ayude al cuerpo a evitar la retención del potasio adicional. Bajo supervisión médica, ajusta o deja de tomar los medicamentos que puedan estar contribuyendo a sus niveles altos de potasio como antes mencionados. Sigue cuidadosamente tu plan de tratamiento, especialmente si tienes diabetes, enfermedad renal, enfermedad cardíaca u otras afecciones crónicas. Seguir tu plan de tratamiento puede ayudarte a mantener los niveles de potasio dentro del rango objetivo. Además, existen recursos en línea como la página web KDIGO.ORG, que proporcionan información sobre el contenido del potasio en los alimentos. De igual manera, consulta con nosotros o con tu médico para obtener una evaluación renal.

Para aquellos pacientes con enfermedad renal avanzada, Metro Dialysis Care ofrece servicios de diálisis en nuestras unidades en un entorno seguro y cómodo al estar físicamente en las instalaciones del Hospital Metropolitano en San Juan. Esta configuración brinda la comodidad de todos los servicios auxiliares necesarios para un paciente renal en un solo lugar con el apoyo de los servicios de un hospital. Para información adicional sobre nuestros servicios, puedes comunicarse al 787-999-8940 o al 787-782-9999, extensión 5570.

El autor es nefrólogo del Hospital Metropolitano.