Lo que debes conocer sobre la dermatitis atópica en niños
Es una de las enfermedades cutáneas más comunes en pediatría y está asociada con antecedentes familiares de enfermedades atópicas, como asma, rinitis alérgica o alergias alimentarias

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La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta principalmente a niños, aunque también puede presentarse en adultos.
Generalmente, aparece antes de los 5 años, con un pico entre los 2 y 6 meses de vida.
- Lactantes (<2 años): Lesiones eccematosas, eritematosas, exudativas en mejillas, cuero cabelludo y superficies extensoras.
- Niños (2-12 años): Placas eccematosas y liquenificación en áreas flexoras (pliegues de codos, rodillas, cuello, muñecas).
- Adolescentes y adultos: Afectación más localizada, con áreas de liquenificación en pliegues, cuello y manos.
En ocasiones, se presenta con prurito intenso, que es un síntoma cardinal que puede interferir con el sueño y afectar la calidad de vida.
Etiología
Podría ser por:
- Genética: Mutaciones en el gen específico (importante para la barrera cutánea).
- Disfunción de la barrera cutánea: Pérdida de agua transepidérmica y mayor penetración de alérgenos e irritantes.
- Respuesta inmunológica alterada: Predominio de la respuesta alérgica con producción de citocinas proinflamatorias.
- Factores desencadenantes: Alérgenos (ácaros, alimentos), irritantes (jabones, detergentes), cambios climáticos y estrés.
Diagnóstico
El diagnóstico es clínico, los cuales incluyen prurito, morfología y distribución típica de las lesiones, evolución crónica o recurrente e historia personal o familiar de atopia.
1. Medidas generales:
- Hidratación de la piel: Uso de emolientes para restaurar la barrera cutánea.
- Evitar desencadenantes: Uso de jabones suaves y ropa de algodón.
2. Tratamiento farmacológico:
- Corticoides tópicos: De baja o mediana potencia en brotes agudos.
- Inhibidores de calcineurina tópicos: Tacrolimus o pimecrolimus, especialmente en áreas sensibles como la cara y el cuello.
- Antihistamínicos: Para el control del prurito, aunque su eficacia es limitada.
- Antibióticos: Si hay infección secundaria por Staphylococcus aureus.
3. Tratamientos avanzados en casos moderados o graves:
- Fototerapia
- Terapias sistémicas (ciclosporina y dupilumab, entre otros).
4. Educación a los padres:
Es fundamental para garantizar la adherencia al tratamiento y el manejo preventivo.
Pronóstico
- La mayoría de los casos mejora con la edad, aunque algunos niños desarrollan otras enfermedades atópicas.
- En casos graves, puede persistir hasta la adolescencia o la adultez.
El autor es pediatra y pasado presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría.

Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.