La menopausia cuenta con un perfil sintomático bastante amplio que incide en la salud de la mujer, generando diversas condiciones ginecológicas e impactando, también, su calidad de vida. Por esta razón, es importante que las mujeres conozcan los posibles cambios que traerá esta etapa.

El síndrome genitourinario en la menopausia (SGM) se define como el conjunto de síntomas y signos asociados con la disminución de estrógenos que se relacionan con cambios en los labios internos y externos, introito (abertura de la vagina), vestíbulo vulvar, clítoris, vagina, uretra y vejiga.

“Mayormente, este síndrome va a ocurrir en aquellas mujeres que están pasando por la menopausia, por la disminución de los estrógenos. Esto causa cambio en todo lo que es el sistema genitourinario, que va a ser el clítoris, la vagina y la uretra. Al afectar toda esa área, por eso es que se le conoce como genitourinario”, explicó la ginecóloga Giselle Gozález Martínez, de la clínica HERA Ginecología y Obstetricia, en Santurce.

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, adscrita a los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, en inglés), la menopausia es la época de la vida de una mujer en la cual deja de tener menstruaciones. Suele ocurrir naturalmente, con mayor frecuencia después de los 45 años. Se produce porque los ovarios dejan de producir las hormonas estrógeno y progesterona.

A pesar de que el síndrome genitourinario está mayormente presente en mujeres que están experimentando la menopausia de forma natural, también hay otras personas que atraviesan la menopausia antes de tiempo.

“Como pacientes a los que les hacemos cirugías y les quitamos los ovarios, pacientes que tengan fallas prematuras de los ovarios y también pacientes que están lactando, porque bajan los estrógenos y pueden presentar varios de los síntomas del síndrome”, mencionó la también obstetra.

De igual forma, los signos y síntomas de este síndrome pueden comenzar a generar molestias durante los años previos a la menopausia, o es posible que no se conviertan en un problema hasta varios años después del comienzo de la menopausia. Aunque la afección es común, no todas las mujeres menopáusicas los padecen, expone la Clínica Mayo en su página de internet.

Cuando disminuyen los estrógenos en la menopausia, esto causa cambios en los genitales internos y externos. Además, altera el pH vaginal y disminuye el ácido láctico, un componente esencial del flujo vaginal, que contribuye a mantener la salud de la vagina, dijo González Martínez.

“Las mujeres podrían estar más expuestas a infecciones vaginales e infecciones de transmisión sexual porque el pH vaginal cambia. Por lo tanto, cambia esa flora vaginal, que es la que nos protege”, expresó la médica.

Los síntomas

Algunos de los signos y síntomas de esta condición ginecológica en la menopausia son:

  • Sequedad vaginal
  • Ardor en la vulva
  • Descargas vaginales
  • Picazón genital
  • Sensación de ardor al orinar
  • Urgencia de orinar
  • Necesidad de orinar frecuentemente
  • Infecciones urinarias recurrentes
  • Sangrado leve después de mantener relaciones sexuales
  • Molestia durante las relaciones sexuales
  • Menor lubricación vaginal durante la actividad sexual
  • Estrechamiento y acortamiento del canal vaginal

“Este síndrome afecta la calidad de vida porque el ardor y el picor les causa molestia; también, el dolor en sus relaciones sexuales. y tener que estar con esas infecciones todo el tiempo, así que cuando el síndrome está agravado, todo esto interfiere en su vida diaria, definitivamente”, sostuvo González Martínez.

De acuerdo con la Clínica Mayo, muchas mujeres menopáusicas experimentan el síndrome genitourinario de la menopausia, pero pocas buscan tratamiento, ya que pueden sentirse avergonzadas de hablar de sus síntomas con su médico y se resignan a vivir con estas molestias.

“Al diagnosticar este síndrome en las pacientes, lo primero que hacemos, antes de empezar con cualquier medicamento, es recetar lubricantes vaginales. Muchas de ellas, solo con humectantes y lubricantes vaginales, logran aliviar los síntomas. Si esto no funciona, entonces, pasamos a la terapia médica, que sería de estrógeno vaginal, ya sea en pastillas o cremas. También, se les puede ofrecer terapia física y el uso de dilatadores”, contó la ginecóloga.

Las personas deberían pedir una consulta con su médico si presentan sangrado o manchado vaginal inexplicable, secreción inusual, ardor o dolor durante las relaciones sexuales que no se alivia con un humectante vaginal o con un lubricante.