Estar al día con tus chequeos dentales es imprescindible y más cuando se trata de pacientes con diabetes, quienes requieren de mayor atención para mantener una salud oral óptima.

“Cuando tienes diabetes, es más difícil para el cuerpo combatir las infecciones, incluida la enfermedad de las encías. Los altos niveles de azúcar en la sangre reducen la respuesta de sanación, haciendo que la reparación de las encías y la lucha contra las infecciones sean más difíciles. Puede convertirse en una infección en las encías y dar paso a otras condiciones que se manifiestan como resultado de una diabetes no controlada”, explica la periodoncista Micol Hernández.

De hecho, la especialista establece que la diabetes descontrolada o no diagnosticada afecta la cavidad oral y puede causar boca seca, caries, hongo oral, conocido como cándida; gingivitis o periodontitis, alteraciones en el gusto, sensación de quemazón, deficiencia en la capacidad de sanación y mayor susceptibilidad a infecciones, y estas situaciones pueden guardar relación unas con otras.

“Por ejemplo, la boca seca nos hace más propensos a caries o, la deficiencia en la capacidad de sanar, nos hace más susceptibles a desarrollar enfermedad periodontal”, dice Hernández, quien es, además, una de los especialistas médicas colaboradoras de MCS.

Todas las condiciones son problemáticas para el paciente, pero una de las más peligrosas es la enfermedad periodontal porque lleva a la destrucción de los tejidos que le dan soporte al diente, por lo tanto, si se desarrolla, puede resultar en la pérdida de los dientes, sostiene.

“Recomendamos a los pacientes que viven con diabetes a visitar al dentista, mínimo de cada seis meses. Un paciente con diabetes no controlada puede ser atendido como cualquier otro paciente. De ser un paciente periodontal, usualmente le aconsejamos que las visitas de evaluación y limpieza sean más a menudo. La frecuencia depende del paciente y del cuidado que mantiene en su hogar, pero, usualmente, los vemos cada tres meses”, indica la periodoncista.

Los tratamientos

“Para un tratamiento no invasivo, tratamos al paciente controlado de manera similar al paciente que no tiene diabetes. En el paciente con diabetes no controlada, posponemos el tratamiento dental, si es posible, hasta que haya logrado un buen control de la condición. Para el tratamiento invasivo, se consulta con el médico para obtener instrucciones sobre su medicación. Se puede medir la glucosa previo al procedimiento, y proceder si está entre 100 a 200 mg/dL”, especifica.

En el caso de los pacientes con diabetes tipo 2, quienes controlan su condición con dieta y ejercicio, estos no requieren alteración en el protocolo de tratamiento.

“De tomar algún medicamento, se recomienda tomarlo y comer como de costumbre. Debido al estrés causado por las visitas al dentista, siempre tenemos en cuenta el riesgo de hipoglicemia o hiperglicemia. Además, tratamos de coordinar las citas por la mañana y evitar las citas largas. Los pacientes deben traer una lista de sus medicamentos y mantenernos al tanto con sus resultados más recientes de HbA1c”, menciona la doctora.

Si el paciente con diabetes no atiende con responsabilidad su salud oral, además de arriesgarse a padecer de periodontitis y la pérdida de dientes, también las enfermedades de las encías pueden aumentar su riesgo de tener complicaciones microvasculares y macrovasculares de la diabetes, y la muerte en presencia de periodontitis.

“Las personas con diabetes que tienen periodontitis también tienen un mayor riesgo de retinopatía, neuropatía, enfermedad renal y complicaciones cardiovasculares en comparación con las personas con diabetes que no tienen periodontitis”, comenta la doctora Hernández.

Recomendaciones

1. Comprométete a controlar tu diabetes, controla tu nivel de azúcar en la sangre y sigue las instrucciones de tu médico.

2. Cepíllate los dientes, por lo menos, dos veces al día, después de las comidas.

3. Usa una pasta de dientes que contenga flúor.

4. Considera usar un cepillo de dientes eléctrico.

5. Cambia el cepillo, al menos, cada tres meses.

6. Usa hilo dental, al menos, una vez al día.

7. Visita a tu dentista, al menos, dos veces al año para examen, limpieza y radiografías.

8. Asegúrate de que tu dentista sepa que tienes diabetes y que tu dentista tenga la información de contacto de tu médico.

9. Busca signos tempranos de enfermedad de las encías incluyendo; enrojecimiento, hinchazón y sangrado e infórmale a tu dentista.

10. También menciónale cualquier otro signo y síntoma, como boca seca, dientes flojos o dolor en la boca.

11. No fumes.

La doctora Micol Hernández forma parte de la red de médicos de MCS y es colaboradora del esfuerzo educativo Puerto Rico Saludable.