El Baloncesto Superior Nacional (BSN) informó el viernes la aprobación de nuevos límites al tope salarial colectivo, luego de una reunión de la junta de directores para evaluar enmiendas al reglamento general del torneo y presentar los hallazgos de las auditorías externas sobre los gastos de nómina de cada franquicia.

A partir de 2026, el soft cap será de $1 millón y el hard cap de $1.5 millones. Esto representa un aumento de $100,000, ya que en la temporada pasada el tope salarial colectivo flexible era de $900,000 y el fijo ascendía a $1.4 millones.

Si un equipo viola este nuevo tope, recibirá una multa de $250,000 y 15 juegos sin refuerzos. Faltas repetidas conllevarán la expulsión del apoderado.

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La distribución del impuesto de lujo beneficiará a las franquicias con nóminas inferiores a $1 millón, con hasta $100,000 por equipo. Además, se enmendó el bono de postemporada: 3% semifinal, 5% final y 2% campeonato.

Pese a que el BSN anunció que se atendieron asuntos como los resultados de las auditorías externas con documentación provista por cada equipo, la llamada “liga más dura” no hizo públicos los hallazgos ni los posibles castigos aplicados.

Esto era un tema delicado para algunos apoderados que les preocupaba la integridad del BSN. Muchos entendían que varios equipos habían violado el tope de manera exorbitante en el torneo anterior y hasta hubo una reunión extraordinaria en plena campaña para recordar la importancia de cumplir estas reglas.

Múltiples fuentes de Primera Hora entendían que los campeones Vaqueros de Bayamón, los Cangrejeros de Santurce y los Mets de Guaynabo eran las franquicias con las nóminas más altas.

Del mismo modo, dieron paso a un nuevo formato de tope salarial basado en el desempeño en ligas locales e internacionales del canastero, que será evaluado por el Comité de Clasificación. El BSN no reveló qué personas formarán parte de este nuevo comité.

Mano dura con las apuestas

Por otro lado, la junta de directores también prohibió la participación de jugadores, dirigentes, árbitros, apoderados y empleados del BSN en anuncios o promociones de casas de apuestas.

Carlos Arroyo, coapoderado de los Vaqueros, se convirtió en el embajador de BetMGM durante el pasado torneo.

Además, reforzaron las sanciones por apuestas, manipulación de resultados, divulgación de información confidencial y publicidad no autorizada, incluyendo multas de hasta $50,000 y posibles suspensiones o expulsiones.

Esto a dos meses del escándalo de apuestas en la NBA, que involucra a Chauncey Billups, exdirigente de los Pistons de Detroit, y a Terry Rozier, armador del Heat de Miami.

A su vez, aprobaron que un jugador con contrato multianual en otra liga profesional podrá objetar su inclusión en el Sorteo de Nuevo Ingreso, y que solo las franquicias, agentes y los propios canasteros podrán inscribir sus nombres.

También se estableció un informe de lesiones obligatorio con horarios definidos y sanciones escalonadas por incumplimiento.