Desde el disparo de salida, los Yankees eran uno de los favoritos para ganar la División Este de la Liga Americana. Es más, desde antes.

Desde Spring Training muchos apostaron a que la abundancia de talento en figuras como Aaron Judge, Giancarlo Stanton, DJ LeMahieu y los lanzadores Corey Kluber y Jameson Taillon sumados al estelar Gerrit Cole, convertían a Nueva York en un candidato a medirse con los campeones defensores de la Serie Mundial, los Dodgers de Los Angeles, en la Serie Mundial del 2021.

Pero marcas de 12-14 en abril, 17-11 en mayo y 12-14 en junio dejaron al equipo solo dos juegos por encima de los .500 (41-39) al cerrar el mes, y celebraron el 4 de julio a 10 juegos de diferencia de los Red Sox de Boston y en cuarta posición en la división detrás de Boston, Tampa Bay y Toronto.

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Mientras, ese mismo día, sus acérrimos enemigos bostonianos (53-32) tenían 4.5 juegos de ventaja en el tope divisional, y 21 juegos por encima de los .500. Tampa Bay les sacó 5.5 juegos de diferencia y Toronto 1.5 juegos. El panorama lucía más que sombrío.

Al llegar la fecha límite de cambios del 30 de julio, la cosa lucía tan grave en el Bronx que algunos pensaron que la salida era vender o cambiar jugadores para tratar de salvar algo de la temporada. Y es que los Red Sox tenían el mejor récord del béisbol, los Rays jugaban mejor de lo esperado, como pasa cada año, y Toronto apretaba el paso. Oakland y Seattle estaban sólidos en la batalla por el wild card.

Pero echar la campaña a pérdida no es la manera en que los Yankees manejan las cosas.

Así, al cierre del periodo de cambios de MLB, agregaron a dos poderosos bates zurdos a su alineación con Joey Gallo y Anthony Rizzo, así como al lanzador Andrew Heaney y al relevista Clay Holmes.

En un parque hecho para zurdos (314 pies por el RF), Rizzo conectó un cuadrangular en su primer turno como yankee, lo que al parecer reavivó el fuego que les faltaba a la moribunda novena.

Pese a lesiones de jugadores como Gleyber Torres y Gio Urshela, Kluber, Zack Britton y otros, surgieron figuras como Néstor Cortés, Andrew Velázquez, Tyler Wade que proveyeron la chispa necesaria para que los Mulos tengan marca de 18-4 en lo que va de agosto, coincidiendo con una caída en espiral de los Red Sox y un ascenso potente de los Rays, que se apoderaron del tope del Este el último día de julio y ahí siguen.

Luego de dos partidos en Atlanta lunes y martes, los Yankees habían ganado 11 en fila, su mejor racha desde la temporada del 1985. Esa incluye una motivadora barrida sobre los Red Sox, y su última derrota había sido en el partido de Field Of Dreams en Dyersville, Iowa, el 12 de agosto ante los White Sox de Chicago. De hecho, el lunes cuando se midieron con los Braves de Atlanta, le pusieron fin a la racha de nueve triunfos que tenían los locales.

Entre jueves y domingo los Yankees juegan cuatro en Oakland, y luego tres contra los Angels en Los Angeles. Aún le quedan juegos contra Baltimore (6), Toronto (8), Red Sox (3), Indians (3), Rangers (3), Mets (3) y uno contra los Twins.

Los últimos tres serán contra los Rays de Tampa Bay, así que esto podría decidirse el último día de la campaña.