Sao Paulo. Brasil sigue tratando de recuperarse un año después de la peor derrota de su historia.

El miércoles se cumple el primer aniversario de la humillante derrota por 7-1 ante Alemania en la Copa del Mundo y no hay señales de que la selección haya encontrado el camino para volver a su grandeza.

El fútbol brasileño sigue teniendo problemas tras esa desastrosa derrota como local, tanto dentro como fuera de la cancha.

Brasil fue eliminado por Paraguay en cuartos de final de la Copa América el mes pasado, el primer torneo en que participaba desde la Copa del Mundo y el vicepresidente de la federación está entre los funcionarios de la FIFA detenidos en Suiza en el marco de una investigación por presuntos actos de corrupción que se conoció en mayo.

Relacionadas

La semana pasada la Confederación Brasileña de Fútbol decidió buscar ayuda.

La Confederación anunció que quiere hablar con tanta gente como sea posible para encontrar formas de mejorar el fútbol local. Creó un concejo en el que participarán entrenadores, técnicos extranjeros, antiguos campeones del mundo e integrantes de diversas áreas del deporte, entre ellos profesionales de los medios, salud y tecnología.

Antiguos entrenadores de la selección se reunieron en la sede de la Confederación el lunes y se espera que haya otros encuentros en las próximas semanas. La meta es encontrar un modo de restablecer "la identidad de nuestro fútbol", dijo el organismo.

"Esta integración es muy importante en este momento difícil para el fútbol brasileño", dijo el extécnico Paulo Roberto Falcao. "Necesitamos toda la ayuda posible".

Entre los antiguos técnicos que acudieron se encuentran Carlos Alberto Parreira, Mario Zagallo, Carlos Alberto Silva y Sebastiao Lazzaroni.

"Están alegres de ayudar", dijo Gilmar Rinaldi, el funcionario de la confederación que supervisa la selección. "Nos aseguramos de que entienden la importancia de sus opiniones. Vinieron aquí no sólo a señalar los problemas del fútbol brasileño sino a encontrar las soluciones".

El próximo paso será traer a "10 o 15" campeones del mundo para hablar acerca del fútbol local y el seleccionado, dijo Rinaldi.

"Queremos ganar, queremos crear un ambiente ganador en el fútbol brasileño", dijo Dunga, quien fue capitán en el equipo que ganó el Mundial en 1994. "Es importante presentar nuevas ideas para que podamos discutirlas juntos".

Parreira, técnico de Brasil en 1994, dijo que el país necesita enfocarse en mejorar a los clubes domésticos.

"Queremos mejorar el fútbol mejorando la selección cuando debe hacerse al revés", dijo. "Si mejoramos la infraestructura en la base, en el club, que ha sido siempre lo más importante, mejoraremos la selección".

Como una medida para lograrlo, el Congreso brasileño aprobó el martes por la noche una legislación que permite a los clubes renegociar sus deudas si se adhieren a las reglas que los obligan a manejar mejor sus finanzas y pagar salarios a tiempo, entre otras cosas.

Falcao, quien jugó en los Mundiales de 1982 y 1986, dijo que Brasil tiene que concentrarse en el desarrollo de jugadores y dar a jóvenes talentosos la oportunidad de seguir creciendo.

"Brasil necesita concentrarse en encontrar jugadores superiores al promedio, no necesariamente jugadores espectaculares", dijo. "Alemania ganó el Mundial sin tener un jugador espectacular pero contó con cinco o seis superiores al promedio".

Brasil tiene una generación en la que hay pocas estrellas y depende en buena medida de Neymar, quien no pudo jugar en la semifinal del año anterior a causa de una lesión. También se perdió las etapas decisivas de la Copa América debido a una suspensión.

"Los cambios no sucederán en un día", dijo Parreira. "Estamos tratando de romper el paradigma del fútbol brasileño, sucederá progresivamente".